Este artículo de Lola Romanova se publicó en Novaya Vkladka el 25 de agosto de 2023. Reproducimos con autorización una versión traducida y editada.
Los jóvenes de Rusia, que regresaron a sus pueblos de origen tras haber vivido en grandes ciudades, se autodenominan la «Generación Búmeran». Artistas, poetas y urbanistas regresaron a Chaykovsky, pequeña ciudad de los Urales, y allí crearon un centro cultural público. Sin embargo, ahora enfrentan la oposición de los funcionarios locales y la escasa comprensión de los vecinos.
‘O emigro o vuelvo a Chaykovsky’
Daria Kuznetsova, de 25 años, es natural de Chaykovsky y licenciada por la Universidad Estatal de Moscú. Durante sus estudios en Moscú, dedicó también su tiempo libre a impartir conferencias de arte en el museo del arte e historia de su ciudad natal, Chaykovsky.
Pero entonces, comenzó la guerra
«Las dos primeras semanas de febrero en Moscú fueron todo un desafío. Una sensación de apatía se apoderó de mí, y en mi cabeza reinaba constantemente un ruido blanco«, recuerda Daria. «Me enfrenté a un dilema: o emigraba [de Rusia] o volvía a Chaykovsky. No podía quedarme más tiempo en Moscú».
Junto con otro equipo de activistas, Daria organizó un seminario sobre el proyecto y expuso los resultados de las encuestas que el equipo había realizado previamente a los habitantes de Chaykovsky para conocer sus lugares favoritos de la ciudad y la comodidad con la que se vive allí.
Los activistas invitaron al Gobierno municipal a que asistiera a este seminario para hablar de la forma de mejorar el bienestar de los vecinos de Chaykovsky. Sin embargo, ninguno de los funcionarios respondió a la invitación. «Nos comunicaron que el responsable de la administración había amenazado con despedir a sus empleados si alguno asistía a nuestro seminario», recuerda Daria.
Viendo que no podían contar con el respaldo de la administración, las activistas decidieron financiar sus proyectos con financiación colectiva. Alquilaron un local próximo al antiguo edificio del cine Horizon y crearon un centro cultural público que adoptó el nombre y pasó a ser el nuevo «horizonte» para los jóvenes de Chaykovsky.
Incluso Pushkin es explosivo ahora
El objetivo de Horizon es ayudar a los jóvenes a desarrollar la cultura en su ciudad natal, no en un modelo oficial, sino creativo y libre.
En Horizon, se esfuerzan por comprender y aceptar a las personas con puntos de vista alternativos y, al mismo tiempo, los activistas no se dejan arrastrar por la maquinaria propagandística del Estado.
Por ejemplo, se celebró un recital de poesía en memoria del Frente Oriental (Segunda Guerra Mundial) en Horizon pero no el 9 de mayo [día de la Victoria en Rusia, hoy convertido en arma propagandística], sino el 22 de junio [día en que oficialmente comenzó la guerra con la Alemania nazi en la URSS en 1941]. Según el centro, puede aportar significados nuevos a la historia de Rusia. «El 22 de junio es un día de luto. El Día de la Victoria tiene una connotación completamente distinta en nuestra época, mientras que el 22 de junio enfatiza el dolor, la tristeza y la tragedia», nos explica David Yakunin, uno de los activistas.
La creatividad no tiene límites
Sin embargo, para Horizon es un reto desvincularse por completo de la política.
Uno de los artistas menos tradicionales que expone sus cuadros en Horizon es Alexander Bessmertnykh. En agosto de 2022, durante el festival «Punto de Entrada» (Tochka vhoda) de la ciudad, organizó una representación: vestido con ropa de rayas como un preso, Bessmertnykh dibujó en un cristal sobre su cabeza con el hollín de una vela. La idea que hay detrás de esta representación es demostrar que la creatividad es posible en cualquier circunstancia.
No obstante, el arte contemporáneo puede resultar difícil de entender para los lugareños. Según Bessmertnykh, la principal razón es el desconocimiento del campo del arte. No obstante, los activistas creen que, con un poco de ayuda, los ciudadanos pueden cambiar su punto de vista.
El artista callejero conocido como sane46 (así es como firma sus cuadros), que regresó a Chaykovsky de San Petersburgo, define el trabajo en su ciudad natal como un «experimento».
Hace unos años, había en Chaykovsky una escuela de arte callejero. En esa época, se podían encontrar grafitis sociopolíticos en las calles de la ciudad. Por ejemplo, antes de la guerra, había una fascinante obra maestra: un retrato del presentador de televisión Vladimir Solovyov con la palabra «MENTIRA» escrita debajo. El autor de esta obra era un vecino de la zona que firmaba como Deks. El artista sane46 recuerda que este retrato estaba por un lado del muro del distrito central y, por el otro lado, tenía pegado un anuncio de drogas ilegales. Tras el 24 de febrero de 2022, a los dibujos protagonizados por Solovyov los cubrieron con pintura, mientras que el anuncio de la droga continuó en pie.
La escuela de arte callejero se cerró cuando los jóvenes de Chaykovsky abandonaron la ciudad, pero el equipo de Horizon revive ahora este estilo de arte. Han pintado grafitis inspirados en cuadros de Malevich y Botticelli en los muros de los edificios antiguos. Sin embargo, los vecinos de la zona querían ver cuadros de la época del realismo socialista, la principal orientación artística del arte y la literatura en la URSS. Según Daria, «recuperar cuadros de la época de Stalin es casi como intentar recuperar el pasado». Tras sucesivas deliberaciones, el equipo de artistas pintó lo que habían visualizado. Puesto que hasta ahora los vándalos no han dañado el mural, los activistas tienen la esperanza de que se produzca un cambio positivo en la gente.
¿Dónde marcamos el límite?
Tal y como explican sus miembros, uno de los objetivos de Horizon es aprender a aceptar distintos puntos de vista. De ahí que acojan a personas con distintas posturas, incluidas las políticas. Una joven que acudió al centro por primera vez manifestó su esperanza que, gracias a organizaciones como ésta, podría llegar a crearse una «sociedad humana».
El centro trata de mantener su independencia, de modo que sus miembros no buscan el amparo de las autoridades municipales, aunque en ocasiones puede resultar complicado.
En junio de 2023, Horizon obtuvo una subvención del Gobierno para un festival de urbanismo, ecología y arte. Entre el resto de proyectos subvencionados figuraban iniciativas patrióticas. Esto desencadenó un conflicto interno entre los activistas del centro: por un lado, no comparten las políticas actuales del país, pero por otro, están aceptando financiación del Gobierno.
«…es mejor que ese dinero nos llegue a nosotros en lugar de destinarlo a unas clases de patriotismo o a un absurdo festival de juegos militares», afirma David Yakunin.
Según sane46, la clave está en saber dónde marcar el límite. «Se me acercó una mujer y me propuso pintar algo relacionado con la operación militar especial. Yo lo rechacé porque tengo mis propios puntos de vista», cuenta sane46.
En la actualidad, Horizon no tiene muchos visitantes, pero la situación está cambiando. Según los miembros de Horizon, la falta de iniciativa conduce a la pasividad de los lugareños a nivel nacional.
«Esta ciudad, este país, nos pertenecen», dice Daria apasionadamente. «Puedes responsabilizarte por eso aquí y ahora y crear algo tú mismo. Y sería fantástico que las nuevas generaciones comprendieran que no son rehenes de su propio país».