Este artículo de Mohammed Atallah se publicó originalmente en Raseef22 el 10 de octubre de 2023. Publicamos una versión editada, en virtud de un acuerdo para compartir contenidos.
Con profunda tristeza y angustia, Naama Abu Nada está ante la Torre Palestina, en el corazón de la ciudad de Gaza. Contempla los restos de su apartamento en el edificio de cien unidades, está reducido a escombros por los ataques aéreos israelíes tras una desgarradora noche de incesantes ataques militares israelíes en varias regiones de la Franja de Gaza. Abu Nada relata a Raseef22, con el cansancio y la tristeza grabados en el rostro:
We endured an incredibly distressing night after receiving a call from an Israeli intelligence officer demanding an immediate evacuation of the building without taking anything. It was slated for an airstrike. I hurriedly left with my children, with barely enough time to grab a bag containing essential official documents and identification that I had prepared in anticipation of this moment.
Pasamos una noche increíblemente angustiosa tras recibir una llamada de un oficial de inteligencia israelí que exigía que evacuáramos inmediatamente el edificio sin llevarse nada. Estaba previsto un ataque aéreo. Salí apresuradamente con mis hijos, sin apenas tiempo para tomar una bolsa con documentos oficiales esenciales e identificación que había preparado en previsión de este momento.
Expresó su frustración con un matiz de ira: «Somos gente común y corriente sin afiliación a nada. ¿Por qué nos hacen esto? En el edificio vivían decenas de familias. Nos han desplazado y nos han dejado sin hogar. ¿A dónde podemos ir, oh Dios, dónde?».
La situación no era muy distinta para Haj Abi Rami Al-Sharafi. Su casa de seis plantas en el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, fue arrasada por la aviación israelí, y apenas consiguió despertar a sus hijos y nietos para que huyeran a tiempo, co lo que se salvaran antes de que la casa se convirtiera en un montón de escombros sobre ellos.
Abu Rami aferra su bastón de madera con manos temblorosas. Sentado en una silla de plástico ante su casa destrozada, sus ojos reflejan la pena que siente tras haber dedicado muchos años a construirla y a asegurar el bienestar de su familia, mientras narra:
The house where nearly 30 people lived is now gone, and we find ourselves displaced and homeless, uncertain of our fate or what lies ahead for us. What matters most is that we survived, and none of our children were harmed. This is the policy of the occupation, which targets and bullies us, the unarmed and defenseless residents.
La casa en la que vivían casi 30 personas ha desaparecido, y nos encontramos desplazados y sin hogar, sin saber cuál será nuestro destino ni qué nos espera. Lo más importante es que hemos sobrevivido y que ninguno de nuestros hijos ha resultado herido. Esta es la política de la ocupación, que nos ataca y nos intimida a nosotros, los ciudadanos desarmados e indefensos.
Así describe Abu Rami lo que le había ocurrido antes de que la entrevista quedara interrumpida por el sonido de explosiones peligrosamente cercanas a nuestra ubicación, debido a los continuos ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza.
Los habitantes de Gaza han sufrido una noche angustiosa de intensos ataques aéreos israelíes que han causado numerosas víctimas y centenares de heridos. Los equipos palestinos de defensa civil continúan sus incesantes esfuerzos por rescatar a las familias cuyas casas fueron atacadas sin piedad y sin previo aviso, y que quedaron atrapadas bajo los escombros.
Funcionarios del Ministerio de Sanidad palestino han confirmado que la agresión israelí ha causado hasta ahora [10 de octubre] más de 1055 muertos y más de 5184 heridos. También ha obligado a casi 20 000 ciudadanos a huir de sus hogares, que han buscado refugio en 23 albergues repartidos por diversas regiones de Gaza.
Durante una conferencia de prensa en la que se detallaron los acontecimientos relativos a la agresión israelí contra Gaza, Salama Marouf, jefe de la Oficina de Medios del Gobierno en Gaza, reveló que los ataques aéreos israelíes han causado una devastación completa en al menos 13 torres y edificios residenciales, lo que ha provocado la destrucción total de 159 unidades residenciales.
Además, 1210 viviendas han sufrido daños parciales y 36 han quedado inhabitables por la ferocidad de los ataques israelíes. Entre las estructuras atacadas hay instalaciones públicas, como oficinas administrativas del Gobierno, varias oficinas de asuntos civiles repartidas por varias gobernaciones, dos mezquitas y 19 instalaciones dependientes del Ministerio del Interior y Seguridad Nacional..
Los incesantes ataques aéreos israelíes han obligado a cientos de familias, especialmente las que viven en zonas fronterizas, a huir de sus hogares y buscar refugio en centros, escuelas y otras instalaciones designadas por el OOPS (Organismo de Obras Públicas y Socorro de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente). Siguen produciéndose escenas de desplazamiento mientras las familias llevan bolsas, colchones y niños a los refugios disponibles más cercanos.
En medio de este desplazamiento masivo, Ahmed Naeem, hombre de unos 50 años de Beit Hanoun, en el norte de Gaza, ahora está durmiendo en el suelo dentro de la Escuela Preparatoria «A» de OOPS. Se aferra a una pequeña radio, escucha el boletín de noticias tras verse obligado a abandonar su hogar por los incesantes bombardeos.
Naeem describió a Raseef22 el impacto sísmico en su barrio, donde la mayoría de las casas vecinas fueron blanco de los ataques. «No nos quedó nada. Los bombardeos nos obligaron a huir, dejamos atrás nuestras casas y familias hasta que encontramos la escuela más cercana para refugiarnos de los incesantes ataques aéreos».
Al otro lado del pasillo, en otra aula, Um Saeed, mujer de algo más de 40 años, cubría las ventanas con una manta que había traído. Intentaba consolar a sus hijos: «Rezo para que esto no dure mucho y volvamos a nuestros hogares».
Operación Tormenta de Al-Aqsa
Paralelamente a los acontecimientos mencionados, facciones de la resistencia palestina persisten en la operación que han bautizado como «Tormenta de Al-Aqsa«. Los enfrentamientos continúan dentro de los asentamientos en donde la resistencia ha logrado penetrar. Simultáneamente, siguen lloviendo cohetes sobre ciudades israelíes. Mientras tanto, Israel se esfuerza por recuperar su disuasión perdida con ataques a viviendas civiles palestinas que causan la pérdida de cientos de vidas.
El doctor Walid Al-Mudallal, experto en asuntos y política israelíes, cree que la situación en Gaza está preparada para una nueva escalada. En su opinión:
We are talking about prisoners taken and the incursion into areas that Israel deems its own sovereign territory. The Israeli side is ready for escalation, and this time, the battle is not like any other.
Hablamos de prisioneros y de la incursión en zonas que Israel considera su territorio soberano. La parte israelí está preparada para la escalada, y esta vez, la batalla no se parece a ninguna otra.
En una entrevista con Raseef22, Al-Mudallal afirma que la resistencia sigue impertérrita, que se ha infiltrado estratégicamente en todos los asentamientos fronterizos de Gaza y que no cesan en su empeño de seguir una estrategia meticulosamente planificada.
En cuanto a sus predicciones para los próximos días, Al-Mudallal señala que el Ejército israelí, ante el desmoronamiento de su capacidad de disuasión y sus repetidos fracasos para recuperar el control de los asentamientos por segundo día consecutivo, enfrenta un dilema. La persistente presencia de fuerzas de resistencia en estas zonas plantea un reto importante, a pesar de la supremacía nuclear de Israel en la región y de su capacidad para ejercer la fuerza opresiva a su antojo y con impunidad.
Al-Mudallal prevé que Israel desplegará una cantidad abrumadora de fuerza, asediará determinadas zonas, cortará las rutas de transporte en Gaza y emprenderá esfuerzos para desplazar a los civiles como medio de ejercer presión sobre la resistencia. Esto precederá a consolidar sus defensas internas y a reconquistar los asentamientos. Estas acciones se llevarán a cabo junto con operaciones para infiltrarse en las fuerzas de la resistencia, aprehender a los soldados y colonos capturados y asegurar el control de lugares estratégicos y armamento.
Además, señala que el Gobierno israelí se ha asegurado el apoyo diplomático y político, ha obtenido la aprobación de varios países, entre los que destaca Estados Unidos, para sus acciones en Gaza, y las presenta como medidas necesarias de autodefensa.