El conflicto israelí-palestino es un asunto profundamente complejo y prolongado, caracterizado por una historia de violencia, muertes y amplios desplazamiento, que afecta predominantemente a los palestinos, habitantes autóctonos de los que se conoce históricamente como Palestina. Este país histórico dejó de existir como entidad separada del mapa después de la fundación del Estado de Israel en 1948.
Para tener un entendimiento integral de las actuales novedades en este profundamente intrincado conflicto, es crucial hurgar en el amplio contexto histórico y considerar los factores contemporáneos que han tenido un rol significativo en dar forma a los recientes acontecimientos.
¿Qué ocurrió?
El 7 de octubre de 2023, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), grupo militante en la Franja de Gaza, rompió la antigua barrera que rodea la Franja de Gaza, zona sujeta a un devastador bloqueo de más de 16 años. Luego de la irrupción, Hamas lanzó un ataque sorpresa contra pueblos israelíes cercanos. En respuesta, Israel inició un ataque aéreo contra la Franja de Gaza.
El costo humano en este conflicto ha sido inmenso, con más de 3000 vidas perdidas en ambos lados y más de 10 000 heridos. Además de la trágica pérdida de vidas y la abrumadora cantidad de heridos, el conflicto también ha resultado en amplio desplazamiento y una profunda perturbación de la vida diaria.
El 8 de octubre de 2023, el gabinete israelí emitió una declaración de guerra oficial contra Hamas, pero sus efectos los sienten toda la población de Gaza. Al día siguiente, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ordenó un “asedio completo” de Gaza, y declaró que “no habrá electricidad, comida ni combustible, todo está cerrado”.
El asedio, considerado ampliamente como un castigo colectivo, detiene el suministro de recursos, lo que pone en peligro la vida de más de 2.5 millones de personas atrapadas dentro de la Franja.
Según el medio Jewish Currents: “El 9 de octubre, con términos deshumanizadores que los expertos en derecho internacional han identificado como genocida, Gallant dijo, ‘Estamos luchando contra animales humanos y estamos actuando en consecuencia'».
¿Cuáles son las causas que subyacen a la guerra en Gaza?
Gaza, enclave en la costa este del Mediterráneo, está rodeada de Egipto al suroeste e Israel al este y el norte. Desde 2007, con el apoyo de Egipto, Israel ha impuesto un continuo bloqueo terrestre, aéreo y marino en Gaza. Con frecuencia, organizaciones de derechos humanos a menudo lo califican como la “mayor cárcel del mundo”. Este bloqueo supone un castigo colectivo contra los 2.3 millones de palestinos que viven en ese enclave.
Israel ejerce control sobre aspectos cruciales de la vida de Gaza, que incluyen el movimiento de comida, agua, suministros médicos y también de personas a través de cruces terrestres que conectan Gaza con el muido exterior. Con los años, Israel ha bombardeado consistentemente la Franja y mostrado poca consideración por las vidas de civiles, atrapados sin lugar a donde ir.
Human Rights Watch ha informado que “este cierre ha devastado la economía en Gaza, contribuido con la fragmentación del pueblo palestino, y forma parte de los crímenes de guerra de las autoridades israelíes contra la humanidad de apartheid y persecución contra millones de palestinos”.
Además, Israel ha tenido un rol esencial al imponer un asedio, desplazamiento, muerte y encarcelación de palestinos y apoyado la actual agresión a los colonos y el Ejército. Esto viene acompañado de leyes y acciones discriminatorias, lo que forma un sistema de apartheid que afecta directamente a los palestinos.
Hamas llamó a la operación “tormenta Al-Aqsa”, en referencia a la mezquita Al-Aqsa, la tercera más sagrada del islam. Según Associated Press, Hamas citó varias motivaciones para el ataque, como el bloqueo de Israel de diez años sobre Gaza, incidentes de violencia en la mezquita Al-Aqsa, incursiones israelíes en Cisjordania, aumento de ataques a los colonos contra los palestinos, y la expansión de los asentamientos.
En un editorial del diario israelí Haaretz, el periodista israelí Gideon Levy atribuyó la mayor parte de la responsabilidad de la situación al primer ministro Benjamín Netanyahu. Sin embargo, reconoció que esta situación “no empezó con él, y no terminará cuando se vaya”. Levy señaló que los hechos actuales son la devastadora consecuencia de las acciones de Israel y políticas discriminatorias de larga data contra los palestinos.
On Saturday, they were already talking about wiping out entire neighborhoods in Gaza, about occupying the Strip and punishing Gaza “as it has never been punished before.” But Israel hasn’t stopped punishing Gaza since 1948, not for a moment.
After 75 years of abuse, the worst possible scenario awaits it [Gaza] once again. The threats of “flattening Gaza” prove only one thing: We haven’t learned a thing.
El sábado ya hablaban de arrasar barrios enteros de Gaza, de ocupar la Franja y castigar a Gaza «como nunca antes la habían castigado». Pero Israel no ha dejado de castigar a Gaza desde 1948, ni por un momento.
Tras 75 años de abusos, le espera [a Gaza] una vez más el peor escenario posible. Las amenazas de «arrasar Gaza» solo demuestran una cosa: no hemos aprendido nada.
¿Cuál es la actual situación humanitaria en Gaza?
La situación en Gaza se deteriora rápidamente.
El implacable y continuo bombardeo aéreo de Israel sobre Gaza lleva ya más de una semana, con el resultado de la devastadora destrucción de barrios enteros. los palestinos se encuentran atrapados en medio de la peor pesadilla de la humanidad, sometidos a incesantes descargas de bombas, que incluye fósforo blanco, municiones prohibidas internacionalmente, y sin dónde buscar refugio. Para empeorar las cosas, Israel ha sellado todos los cruces desde Gaza y atacado repetidamente el único cruce que conecta Gaza con Egipto.
La Franja se está quedando sin agua ni comida, sus habitantes soportan la oscuridad total. Se avecinan conversaciones de invasión terrestre, lo que amenaza con exacerbar la ya complicada situación humanitaria.
Omar Shakir, director de Human Rights Watch para Israel y Palestina, criticó el ofrecimiento del ministro de Defensa de Israel de dejar a Gaza sin comida ni electricidad en pleno conflicto.
Israeli Defense Minister Gallant’s statements are abhorrent. Depriving the population in an occupied territory of food and electricity is collective punishment, which is a war crime, as is using starvation as a weapon of war. The International Criminal Court should take note of this call to commit a war crime.
Las declaraciones del ministro de Defensa israelí Gallant son detestables. Privar de alimentos y electricidad a la población de un territorio ocupado es un castigo colectivo, que constituye un crimen de guerra, al igual que usar la inanición como arma de guerra. La Corte Penal Internacional debería tomar nota de este llamado a cometer un crimen de guerra.;
También criticó al anuncio de Hamas de ejecutar rehenes:
The pledge by Hamas’ armed wing to execute civilian hostages is grotesque. Such threatened acts are flagrant war crimes. The International Criminal Court should investigate the taking of hostages and any allegations of cruel treatment. All hostages should be safely released to their families.
La promesa del brazo armado de Hamás de ejecutar a rehenes civiles es grotesca. Estas amenazas son crímenes de guerra flagrantes. La Corte Penal Internacional debería investigar la toma de rehenes y cualquier acusación de trato cruel. Todos los rehenes deben ser liberados de forma segura y entregados a sus familias.
El viernes 13 de octubre de 2023, Israel emitió una orden para que 1.1 millones de personas se trasladen al sur de la Frana. Según Associated Press (AP), «si se lleva a cabo, eso significaría que toda la población del territorio deberá apiñarse en la mitad sur de la franja de 40 kilómetros». Sin embargo, el portavoz de Naciones Unidas, Stephane Dujarric, dijo que sería imposible llevar a cabo esa evacuación sin “devastadoras consecuencias humanitarias».
La causa raíz histórica del conflicto, resumida
El conflicto israelí-palestino se remonta a la Declaración de Balfour de 1917, en el que Gran Bretaña se comprometió a establecer un hogar nacional para los judíos en Palestina, pese a la mayoría árabe palestina.
Las crecientes tensiones y resistencia llevaron a la revuelta árabe de 1936 a 1939, que se encontró con dura represión británica, que incluyó punitivas demoliciones de casas y bombardeos de aldeas, táctica que Israel usa hasta ahora.
A fines de la década de 1930, las autoridades británicas trabajaron con colonos judíos para crear grupos armados que luego se convirtieron en el Ejército israelí. Para 1974, la población judía en Palestina había llegado al 33%, pero solamente tenían el 6% de la tierra. Naciones Unidas adoptó la Resolución 181, que propone la partición de Palestina en Estados árabe y judío.
Los paramilitares sionistas iniciaron operaciones militares, en lo que se llamó “Nakba” (Catástrofe) en 1948, que llevó a masacres y la destrucción de más de 500 aldeas palestinas. Aproximadamente 750 000 palestinos fueron desplazados.
Israel ocupó a los territorios palestinos en Cisjordania, la Franja de Gaza, Jerusalén oriental, Altos del Golán, la península del Sinaí después de la guerra de los seis días en 1967.
La primera “Intifada” (levantamiento) entre 1987 y 1993 empezó con protestas y boicots contra la ocupación israelí, que llevaron a la formación de Hamas. La respuesta de Israel incluyó represión, arrestos y destrucción.
La primera Intifada terminó con los acuerdos de Oslo de 1993, que llevó a la formación de la Autoridad Palestina con autogobierno limitado. La solución de los dos Estado fue elusiva.
En 2000, la visita de Ariel Sharon a la mezquita Al-Aqsa encendió amplia violencia en lo que se llamó la segunda Intifada. La respuesta de Israel incluyó reocupación, construcción de un muro de separación y mayor expansión del asentamiento.
Israel impuso un bloqueo en Gaza en 2007, y lanzo ataques militares en 2008, 2012, 2014 y 2021, que resultaron en significativas pérdidas de vida y daño a la infraestructura en Gaza.