Efectos del cambio climático en los bosques, ríos y mares de Trinidad

Imagen creada con Canva Pro.

Por Colleen Mudie, Hadassa Karimbocas y Jesus Bailey

Este artículo es una combinación de otros dos artículos de dos miembros del primer grupo de jóvenes periodistas de Cari-Bois, que examinaron cómo el cambio climático afectaba a cada comunidad. Los artículos fueron publicados primero aquí, aquíaquí en la Cadena de Noticias Ambientales de Cari-Bois. Debajo aparece una versión editada como parte de un acuerdo de intercambio de contenidos. 

En 2017, el Programa de Naciones Unidas para el Ambiente (PNUMA) entrevistó al exministro de Cambio Climático noruego Erik Solheim, que pidió más esfuerzos para proteger a los bosques tropicales, sobre todo desde que se estima que el 20% de las emisiones globales de carbono son generadas a través de las destrucción de estos bosques.

Cuando hablamos de cambio climático, los bosques tropicales ayudan a reducir las emisiones, y también ayudan a mitigar el daño provocado por los acontecimientos climáticos extremos. Proteger a la superficie forestal de la deforestación se está volviendo cada vez más importante, sobre todo para las comunidades rurales como Moruga, al sur de Trinidad.

En las últimas semanas, los habitantes de Moruga no estuvieron exentos del calor extremo que están experimentando en todo Trinidad y Tobago. Con las temperaturas globales promedio ya en aumento en los últimos años debido al cambio climático, los modelos climáticos solo predicen más calentamiento.

Preservar a los árboles en Moruga será importante para ayudar a los lugareños a soportar las temperaturas en aumento, dado que la presencia de los árboles, sobre todo alrededor de viviendas y comunidades, tiene un efecto de enfriamiento.

Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), “los árboles y la vegetación bajan la temperatura del suelo y del aire con la sombra y el enfriamiento producido a través de la evaporación y transpiración, también llamado evapotranspiración».

Además, preservar a los árboles puede reducir desprendimientos de tierra e inundaciones al estabilizar las laderas de las colinas. En la última década, Moruga sufrió varias inundaciones, que dañaron vidas humanas y medios de subsistencia.

En el norte de la isla, el río Santa Cruz y sus afluentes han donde las personas que viven cerca de su curso se reunían para actividades sociales. Con el tiempo, sin embargo, tales actividades han mermado por la disminución del volumen y calidad del agua del río.

El lugareño Wesley Karimbocas recuerda que el río era «mucho mejor de lo que parece ahora»:

When I was a young child, my friends and I would go to the river after school to swim. The water was higher and cleaner, there were more fishes, [and] the rivers and natural pools were deeper.

Cuando era niño, mis amigos y yo íbamos al río después de la escuela para nadar. El agua estaba más alta y más limpia, había más peces [y] los ríos y las piscinas naturales eran más profundos.

Si bien el cambio climático no es la única causa del declive del río, ya que en la zona existen canteras y puntos donde está contaminado, no se puede ignorar el impacto de este.

Un estudio titulado «La calidad global del agua de los ríos bajo el cambio climático y los extremos hidroclimáticos», publicado en la revista Nature Reviews en 2023, destacó que las sequías frecuentes y el cambio de patrones de precipitaciones debido al cambio climático pueden disminuir los niveles del agua en los ríos, los lagos y los arroyos. También expuso que las altas temperaturas inducidas por el cambio climático causan floraciones de algas más frecuentes y reducen los niveles de oxígeno disuelto, efectos que pueden hacer un daño significativo a los ecosistemas y las especies acuáticas.

Además del impacto a la comunidad y la perturbaciones de los ecosistemas, estos efectos negativos también afectan a los productores que dependen del río para regar sus cultivos. Se estima que el cambio climático afecte a Trinidad con más frecuencia y con intensas sequías durante la temporada seca, y los productores necesitarán fuentes confiables de agua para regar los cultivos.

Un río Santa Cruz degradado está íntimamente relacionado con la posibilidad de los productores de sembrar y cultivar con éxito, lo que potencialmente reduce la disponibilidad de comida segura y nutritiva.

Sin ir demasiado lejos, la localidad de Blanchisseuse en la costa norte, como muchas zonas rurales, depende de la agricultura, la pesca y el ecoturismo, pero los lugareños están preocupados por su bienestar debido a la crisis climática global.

Con lluvias cada más frecuentes y extremas, se produjeron deslizamientos de tierra en los últimos años que afectaron la integridad de las carreteras y la infraestructura del pueblo, y con frecuencia perturba las actividades de la comunidad. Como en Santa Cruz, los agricultores en Blanchisseuse están preocupados por los efectos que el cambio climático tendrá sobre sus cosechas. Los pescadores, también, están ansiosos por el impacto en la calidad y la cantidad de peces que atrapan.

No hay duda de que el cambio climático, con sus considerablemente altas temperaturas e impredecibles efectos en cadena en los patrones climáticos, está comenzando a sentirse en los pequeños estados insulares en desarrollo (SIDS) como el Caribe. Sin embargo, aún está por verse cuánta ayuda reciban las comunidades rurales para mitigar estos efectos.

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