Luto en Nepal y Tailandia por sus ciudadanos muertos en Israel

Israel’s Ambassador to Thailand Orna Sagiv pays her respects to the eight Thai workers whose bodies were flown home from Israel at Bangkok airport on 20 October. The bodies of 22 others are still being identified. Photo courtesy: Khaosod English via Nepali Times. Used with permission.

Orna Sagiv, embajadora Israelí en Tailandia, presenta sus respetos a los ocho trabajadores tailandeses cuyos cuerpos llegaron a sus hogares desde Israel al aeropuerto de Bangkok, 20 de octubre. Los cuerpos de otras 22 personas siguen en proceso de identificación. Foto cortesía de Khaosod English vía Nepali Times. Usada con autorización.

Dos semanas después del inicio del mayor conflicto entre Israel y Hamas, ocurrido el 7 de octubre, miles de inocentes han muerto en ambos lados, pero hay familias en dos países asiáticos lejanos, Nepal y Tailandia, que también sufren las consecuencias.

Diez estudiantes nepalíes que trabajaban en la base fronteriza del kibutz Alumim murieron, y a finales de octubre uno continuaba desaparecido con sospecha de haber sido tomado como rehén. Hasta el 31 de octubre, se ha confirmado la muerte de 30 campesinos tailandeses a manos de pistoleros del grupo extremista durante las primeras horas de la mañana del 7 de octubre, mientras que otros 19 han sido secuestrados.

Según entrevistas de primera mano y reportajes de Nepali Times, Bipin Joshi, habitante de Dhangadi y uno de los nepaleses desaparecidos, estaba escondido junto con otros ciudadanos nepalíes y tailandeses cuando los terroristas de Hamas arrojaron una granada a su búnker. Joshi logró reaccionar a tiempo para sacar la bomba, pero otra explotó y mató a algunos de los nepalíes y tailandeses.

Los sobrevivientes de ambos países lograron huir a otro búnker cercano que creyeron más seguro, pero los combatientes de Hamas también lo tomaron por asalto y atacaron con armas de fuego a quienes se encontraban dentro. Luego secuestraron a siete de los tailandeses.

Estas personas pasaron a formar parte de los 19 tailandeses secuestrados. Sospechan que Joshi está en ese grupo.

Toda esta violencia está generando reacciones en conflicto en Nepal y Tailandia. Los medios en ambos países han señalado que, a pesar del legítimo sufrimiento de los palestinos en contra de la ocupación israelí, la matanza indiscriminada de civiles inocentes y extranjeros perpetrada por Hamas fue contraproducente.

El nepalí Rajesh Kumar Swarnakar habló con The Guardian sobre su hermano, Mukesh Swarnakar, quien murió en el ataque: «Estoy enojado, ¿por qué mi hermano estaba en una zona de conflicto que no era segura?», dijo. «Nuestras vidas no valen nada para ellos, Para nosotros, él era el único que podía ganar dinero, era la esperanza de la familia».

«Hamas ha ensuciado la causa por Palestina, ha sucintado repudio y oposiciones a lo largo y ancho de Tailandia», escribió Thitinan Pongsudhirak, de la Universidad de Chulalongkorn en el Bangkok Post «Para nosotros, las muertes a causa de Hamas de los trabajadores tailandeses es incomprensible. Nuestro país jamás ha hecho nada para dañar a Hamas y tampoco ha causado ningún problema a los habitantes de territorios palestinos».

Los medios han citado a sobrevivientes que lograron regresar, que especularon que el grupo extremista haya atacado en específico a tailandeses por el resentimiento de algunos palestinos con los extranjeros que tomaban sus trabajos como agricultores. El Gobierno de Israel empezó a reemplazar a los trabajadores agrarios y constructores locales con mano de obra de migrantes de varios países asiáticos luego de una seguidilla de ataques de militantes durante la intifada de 1987.

Los nepalíes en Israel eran mayormente jóvenes universitarios de agricultura en programas israelíes de once meses de «ganar y aprender». Por su parte, la mayoría de los trabajadores tailandeses eran agricultores a largo plazo.

Estiman que hay 30 000 trabajadores tailandeses en granjas de Israel, y los 8400 que están en zonas de conflicto piden a sus Gobiernos ser repatriados con urgencia. Cerca de 700 llegaron a Bangkok en vuelos chárter el viernes 20 de octubre. También se enviaron los cadáveres de los ocho trabajadores tailandeses, mientras los otros serán llevados a sus hogares luego de ser identificados.

Había 265 estudiantes nepalíes en varias partes de Israel y diez de los 18 que murieron estaban en el kibutz Alumin. La mayoría fueron repatriados a Katmandú en un vuelo de Nepal Airlines el 12 de octubre y cuatro de los cuerpos nepalíes llegaron a la Katmandú el sábado 15 de octubre.

Los nepalíes que murieron venían, en su mayoría, de familias campesinas de bajos recursos de los distritos más occidentales de Nepal, y gran parte de los trabajadores agrarios tailandeses venían de las regiones más pobres de la zona nororiental del país.

Las historias de buenos samaritanos, como la cuidadora Prabha Ghimire y otros que han ayudado a heridos nepalíes en hospitales de Tel Aviv, se han viralizado en Nepal. También se informó que muchas tailandesas en Israel han hecho todo lo posible por ayudar a sus compatriotas atrapados en la guerra.

Viphavadi Vannachai, tailandesa de 40 años casada con un ciudadano israelí, viajó a zonas peligrosas de la frontera de Gaza para rescatar a soldados varados, ayudar a los heridos y facilitar la repatriación de quienes querían regresar.

Las familias de los secuestrados tailandeses pidieron que los liberaran y sostuvieron que «eran ajenos al conflicto entre Israel y Palestina» y que «solo estaban ahí para ganarse la vida».

Este artículo de Moontae Jeong en Bangkok se publicó originalmente en Nepali Times. Global Voices publica una versión editada como parte de un acuerdo de asociación de contenido.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.