Armenia y Azerbaiyán acuerdan la paz — por ahora

Imagen de Arzu Geybullayeva

Tras varias oportunidades para firmar un acuerdo de paz: en Bruselas, luego en España durante la cumbre de líderes europeos el 5 de octubre, y por último en Kirguistán en la cumbre de los Estados Independientes de la Commonwealth, los Gobiernos de Armenia y Azerbaiyán podrían haber llegado a un acuerdo para un documento que se convertiría en un tratado de paz a ser firmado «en los próximos meses», según el primer ministro armenio, Nikol Pashinian.

El documento está basado en un acuerdo de paz de mayo de 2022 propuesto por Azerbaiyán, que consiste en cinco principios: reconocer la integridad territorial de ambos países, ausencia de reclamos territoriales, abstención de hacer amenazas, demarcación de la frontera y apertura de enlaces para el transporte. En aquel momento, no había mención de la situación final de Karabakh ni de la población étnica armenia que vivía en Karabaj. Luego de la ofensiva militar de Azerbaiyán en la antes disputada región de Nagorno–Karabakh el 19 de septiembre de 2023, la situación de estos dos últimos principios cambió. El 28 de septiembre, el Gobierno de Nagorno–Karabakh anunció que se disolverá para 2024 y casi toda la población de etnia armenia que vivían en Karabaj huyeron de la región por temor a vivir bajo el Gobierno de Azerbaiyán. Varios exfuncionarios y funcionarios actuales de Nagorno–Karabaj fueron detenidos luego de la operación militar del 19 de septiembre.

La zona de Nagorno–Karabaj ha estado bajo el control de su población de etnia armenia como un Estado autodeclarado desde la guerra que se luchó a principios de la década de 1990, que terminó con un alto al fuego y la victoria militar armenia en 1994. Después de la guerra, se estableció la república de facto de Nagorno–Karabaj, sin reconocimiento internacional. Las fuerzas armenias ocuparon las siete regiones adyacentes. Como resultado de esa guerra, «más de un millón de personas debieron abandonar sus hogares: los azerbaiyanos abandonaron Armenia, Nagorno-Karabaj y los territorios adyacentes, mientras que los armenios dejaron sus hogares en Azerbaiyán», según el Grupo Crisis Internacional.

La tensión continuó en las décadas subsiguientes. En 2020, Armenia y Azerbaiyán lucharon una segunda guerra que duró 44 días y que cambió la situación de la región. Azerbaiyán recuperó el control de muchas de las ya ocupadas siete regiones y capturó un tercio de Karabakh.

El 10 de noviembre de 2020, Armenia y Azerbaiyán firmaron un acuerdo de alto al fuego negociado por Rusia. Entre los muchos puntos del acuerdo, Armenia y Azerbaiyán acordaron que 1960 fuerzas de paz rusas permanecerían en partes de Karabaj que «no habían sido recapturadas por Azerbaiyán y en un angosto corredor que conectaba Armenia a través del distrito azerbaiyano de Lachin».

Desde la firma del acuerdo de noviembre de 2020, las acusaciones de violaciones del alto al fuego han continuado incesantemente. También continuó la mutuamente hostil retórica a nivel local y gubernamental, lo que deteriora cualquier posibilidad de paz.

Entonces, una pregunta acecha, ¿habrá otra guerra? Los acontecimientos más recientes del 19 de septiembre de 2023 responden esa pregunta.

Acuerdo de paz

El 30 de octubre de 2023, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, declaró que se había acordado «tres [de los cinco] principios de paz y normalización de relaciones», y que si ambas partes sostienen esos principios, «la firma del tratado de paz se vuelve realista», reportó OC Media.

Pero no se trata solo del tratado de paz. En palabras del periodista Kirill Krivosheev del periódico Kommersant, «si la presencia armenia en la región ya no es un factor político, ¿de qué estamos hablando?». En cualquier caso, el tratado debería ser solamente el marco, señala. Además, aún hay algunos puntos en la agenda, incluidos el «destino de las fuerzas de paz rusas en Karabaj, y los ocho enclaves azerbaiyanos en Armenia, los planes de Azerbaiyán de conectar con Najicheván, enclave fronterizo con Armenia, Turquía e Irán, al resto de Azerbaiyán y quién operaría esa ruta», y también, «si los armenios de Karabaj desplazados tendrán permitido entrar a Azerbaiyán».

«Resolver estos problemas llevará años y dependerá del cambio de la dinámica de poder de la región. Por ahora, firmar un rudimentario acuerdo de paz que desaliente a Azerbaiyán de una mayor escalada sería un buen resultado para Armenia. Baku sabe esto, y por lo tanto intentará exprimir todo lo que pueda de la situación antes de firmar cualquier documento», argumenta Krivosheev.

Resolver las rutas de transporte —específicamente la que cruza Armenia hacia el enclave de Azerbaiyán de Najicheván— sigue siendo controvertido. Esta ruta en específico es conocida como el «corredor Zangezur» que es como Bakú llama a la ruta a Najicheván, enclave remoto de Azerbaiyán intercalado entre Armenia, Turquía e Irán. La ruta—aunque no se mencione por su nombre— era parte de un acuerdo de alto al fuego firmado entre Armenia y Azerbaiyán después de la guerra de los 44 días que enfrentó a los países en 2020. El acuerdo estipulaba:

La República de Azerbaiyán garantizará la seguridad de las conexiones transporte entre las regiones occidentales de la República de Azerbaiyán y la República Autónoma de Najicheván a fin de organizar el movimiento sin obstáculos de personas, vehículos y carga en ambas direcciones. El Servicio de Guardia de Fronteras del Servicio Federal de Seguridad de Rusia será responsable de supervisar las conexiones de transporte. Sujeto a un acuerdo entre las partes, se garantizará la construcción de nuevas comunicaciones de transporte para unir la República Autónoma de Najicheván con las regiones occidentales de Azerbaiyán.

En una entrevista reciente con medios locales, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, describió la ruta como un «proyecto estratégico»:

True, there is no word ‘Zangezur corridor’ in it because I included the term ‘Zangezur corridor’ in the geopolitical lexicon afterwards. However, it is explicitly stated there that there should be a transport connection between the western regions of Azerbaijan and the Nakhchivan Autonomous Republic, and Armenia should provide it.

Es cierto, no están las palabras «corredor de Zangezur» porque incluí el término «corredor de Zangezur» en el lexicón geopolítico después. Sin embargo, está explícitamente declarado que debe haber una conexión para el transporte entre las regiones occidentales de Azerbaiyán y la República Autónoma de Nakhchivan, y Armenia debería proveerlo.

El corredor también es importante para otro actor regional y aliado de Azerbaiyán: Turquía.

Ahora, Azerbaiyán afirma no tener interés en el corredor, al menos, no en su forma actual. El 25 de octubre, en una entrevista con Reuters, Hikmet Hajiyev, asistente de alto rango de Aliyev declaró, «Azerbaiyán no tiene planes de tomar Zangezur». Hajiyev añadió que estaba trabajando con Irán.

Mientras tanto, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, presentó una propuesta de transporte regional —»Intersecciones de Paz»— que conectarían Turquía, Azerbaiyán, Irán y Georgia a través de Armenia, y que describió como una «parte importante de la agenda de paz del sur del Cáucaso», según el informe de OC Media.

Tanto Bakú como Ereván ya han hecho compromisos oficiales por la paz, pero las tensiones acechan a pesar de las promesas. La firma de un acuerdo para finales del año demostrará si los compromisos de paz son tan genuinos como los líderes dicen que son.

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