Qué pensar de la creciente relación de los talibanes con China

Ministro chino de Relaciones Exteriores Wang Yi durante su visita oficial a Kabul, marzo de 2022. Captura del canal de  Ariana News en YouTube, uso legítimo.

El 17 y 18 de octubre, una delegación de Talibán participó en el foro de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) en Pekín, el evento internacional de mayor nivel al que han asistido los talibanes desde que tomaron el poder en Afganistán en 2021. La delegación estuvo encabezada por el ministro en funciones de Comercio, Haji Nooridin Azizi, que según sus palabras, solicitó a China que permitiera a Afganistán unirse oficialmente al BRI.

Esta visita es consecuencia de importantes avances en las relaciones entre los talibanes y China en 2023, y ha dado paso a especulaciones sobre si se producirá pronto el acceso oficial de Afganistán al BRI. La noticia que más se ha difundido fue el anuncio de que el mayor proyecto BRI, el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) se expandiría hasta Afganistán. Además, varias empresas chinas han firmado contratos de inversión y expresado su interés en el petróleo, el gas y las reservas minerales de Afganistán.

Más información sobre BRI: Iniciativa china de la Franja y la Ruta: ¿Trato o robo?

Estos avances han provocado discusiones sobre si China opera para sustituir la presencia de Estados Unidos en la región. En 2021, Estados Unidos retiró buena parte de su apoyo financiero a Afganistán e impuso sanciones sobre las reservas extranjeras del país. El acceso oficial de Afganistán al BRI y el incremento de inversiones de China son la mejor apuesta de los talibanes para recuperar la economía nacional y facilitar su desarrollo. No obstante, la creciente relación de China con el Talibán está dictada más por intereses de seguridad que económicos, y la última serie de cooperaciones podría quedar en papel mojado y no materializarse nunca.

Amigo y no adversario

Los líderes políticos de China reconocieron la caída del anterior gobierno afgano y anunciaron su relación oficial con el Talibán antes de que el grupo tomara Kabul en agosto de 2021. El 28 de julio, el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, acogió a la delegación talibán en Tianjin (China), y lo denominó «fuerza política y militar fundamental».

Esta publicación de X (antes Twitter) muestra imágenes de la visita de los talibanes a China el 28 de julio de 2021.

Reunión entre la oficina política talibán encabezada por el mulá Baradar y el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi.
La visita es significativa después de que China declaró que China y Pakistán trabajarán conjuntamente por la paz y la estabilidad en Afganistán.
También la reciente visita a China del ministro pakistaní de Relaciones Exteriores y del director general de Seguridad del país.

Después de que el Talibán tomó el poder, China mantuvo abierta su embajada en Kabul y cedió a los talibanes el edificio de la embajada afgana en Pekín. En septiembre de 2021, el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, señaló: «China es el socio más importante, y representa una oportunidad fundamental y extraordinaria para nosotros».

Las relaciones entre Kabul y Pekín han tenido una trayectoria positiva desde entonces. En marzo de 2022, Wang Yi visitó Kabul, lo que lo convirtió en el político extranjero de mayor rango en haber visitado el Afganistán talibán. En septiembre de 2023, China se convirtió en el primer país en nombrar un nuevo embajador en Afganistán, que presentó sus credenciales al Gobierno talibán. Aunque hay muchas misiones diplomáticas en Kabul, otros países han mantenido a sus anteriores embajadores o nombrado encargados de negocios para evitar presentar estas credenciales.

Este video de YouTube habla sobre los inversionistas chinos en Afganistán.

China y los talibanes han tenido un productivo año de cooperación bilateral. El 5 de enero, el ministro talibán de Minas y Petróleo y la Compañía Sinkiang de Petróleo y Gas de Asia Central, subsidiaria de la Corporación Nacional China de Petróleo (CNPC), firmaron un contrato de 25 años para extraer petróleo de la cuenca del río Amu Darya. El acuerdo incluye una inversión total de 690 millones de dólares.

En abril se supo que la empresa china Gochi ofreció a los talibanes una inversión de 10 000 millones de dólares por la exploración y extracción de litio. Las reservas de litio de Afganistán son tan grandes que rivalizan con las de Bolivia, actualmente las mayores del mundo. El valor de las enormes pero mayoritariamente inexplotadas reservas minerales del país asiático se estima entre uno y tres billones de dólares.

En mayo, el embajador chino en Afganistán, Wang Yu, declaró que China está preparada para iniciar los trabajos preliminares en una mina de cobre de Mes Aynak. En 2008, la asociación entre una empresa metalúrgica china y el Consorcio Jiangxi del Cobre (MCC-JCL) consiguió un contrato de 30 años para extraer cobre en Mes Aynak con una inversión total de 3000 millones de dólares. No obstante, debido a los riesgos en la seguridad, todo el trabajo en la mina está paralizado.

Seguridad antes que economía

Los acuerdos de inversiones multimillonarias han creado un hervidero de rumores sin precedentes sobre el futuro de la presencia china en Afganistán. A esto se añade el anuncio que se hizo en mayo de que el proyecto CPEC de 60 000 millones de dólares se ampliaría a Afganistán, lo que promete inversiones en importantes proyectos de infraestructura. Es más, la ubicación geográfica de Afganistán ayudaría al avance de BRI al conectar el centro y el sur de Asia, y sus amplias reservas minerales ayudarían a cimentar el dominio de China en energías renovables.

No obstante, quizás sea demasiado pronto para que los talibanes celebren. Hay evidencias sustanciales de que las promesas de inversión de China podrían no ser más que palabras. Es pronto para decir con seguridad que China hará realidad sus contratos.

En 2011, la CNPC firmó un contrato con el anterior gobierno afgano para extraer petróleo en la misma cuenca del Amu Darya. En 2013, tras un año de actividad, se suspendieron los trabajos por problemas de seguridad y otras complicaciones. Por las mismas razones de seguridad, la mina de cobre de Mes Aynak nunca despegó después de que la mencionada empresa china consiguió los derechos de extracción en 2008. El proyecto de extracción de litio aún no ha pasado de las noticias sobre planes preliminares. Hasta ahora, todos estos proyectos son solo ideas sobre el papel, con unas perspectivas de realización más que cuestionables.

Lo que añade más dudas es el hecho de que el gobierno de los talibanes no muestre ningún signo de fortaleza ni capacidad de garantizar la seguridad y la estabilidad que ofrecería a los inversores chinos un entorno seguro y fiable. En Afganistán hay grupos terroristas y paramilitares, como el Movimiento de los Talibanes Pakistaníes, Estado Islámico del Gran Jorasán (ISIS-K) y el Movimiento Islámico de Turquestán Oriental, también conocido como Partido Islámico de Turquestán (PIT). Todas estas organizaciones terroristas operan en Afganistán y tienen antecedentes de ataques contra ciudadanos chinos.

La relación de China con los talibanes está motivada por su intención de contener la amenaza terrorista en Afganistán y evitar que se extienda a China. Esto quedó claro desde la primera reunión bilateral en julio de 2022, cuando los talibanes prometieron que no permitirían que ninguna organización terrorista lanzara ataques contra China.

El mayor problema de Pekín a ese respecto es el PIT, grupo paramilitar compuesto mayoritariamente de uigures de la Región Autónoma Uigur de Sinkiang, cuyo objetivo principal es establecer su propio estado, Turquestán oriental. China culpa al grupo de una serie de acciones terroristas en China, como el ataque a cuchillo de Kunming.

Este video de YouTube resume la historia del PIT:

En octubre de 2021, después de que Pekín exigió una solución al problema del PIT, los talibanes echaron a este grupo de la provincia de Badajshán, al norte del país y cerca de la frontera con China, y lo reubicaron en provincias centrales y orientales. Está claro que el tamaño de la colaboración con China está vinculado a las medidas que tomen los talibanes contra el TIP. Es probable que Pekín presione para que los talibanes detengan y extraditen a miembros del PIT a cambio de inversiones.

No obstante, los talibanes podrían oponerse, dado que la presencia del PIT es uno de los pocos puntos de presión que tienen sobre Pekín. Además, extraditar a guerrilleros del PIT a China podría abrir fisuras entre los talibanes y presentar al grupo como marionetas de poderes extranjeros, minando la imagen que tienen ante los afganos.

China está deseando evitar los errores de la Unión Soviética y Estados Unidas, cuyas estrategias en Afganistán fallaron estrepitosamente. En las actuales circunstancias, lo más probable es que se produzcan inversiones a pequeña escala de empresas chinas, lo que permitiría a Pekín mantener la relación con los talibanes y mitigar las amenazas a su seguridad.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.