Cuando las artes marciales chinas se unen al teatro

Ho Ai-cheng practicando Taijiquan, fotografía usada con permiso

El tai chi es un arte marcial que se practica en todo mundo y que usan artistas de diferentes ámbitos, entre los que se incluye el teatro.

Este arte marcial, conocido como boxeo taiji chino [太極拳, taijiquan en chino tradicional], se desarrolló en China a partir de prácticas taoístas y budistas previas, de alrededor del s. XVII. En el siglo XX, hubo intentos para estandarizar el taijiquan con asociaciones nacionales con propios representantes en eventos deportivos internacionales. En 2020, se incluyó en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. También se le conocen sus beneficios médicos y se puede observar que es ampliamente practicado en los parques de ciudades del mundo sinófono y otros lugares del mundo.

No obstante, el taijiquan también aparece en el mundo de las artes escénicas, como parte de la representación misma y metodología de entrenamiento. Global Voices entrevistó a dos investigadores, que también lo practican, que estudian la conexión entre el taijiquan y el teatro. Ho Ai-cheng es una académica taiwanesa que estudió en Francia e investiga el empleo de la práctica y filosofía del taijiquan al preparar a actores y representaciones teatrales; además, también se formó en ópera kunqu china en Taiwán y trabaja como docente de teatro, instructora de taijiquan y actriz. Actualmente, vive en Taipéi.

Alexandre Mathys es un investigador suizo que estudió historia y se especializó en estudios asiáticos. Su investigación gira en torno a la globalización de las artes marciales chinas en el contexto del poder blando, con un especial atención en África. Es cofundador junto a Ho Ai-cheng de la red académica Martial Arts Project. Fue atleta de wushu y ha enseñado artes marciales tradicionales chinas. Actualmente, es profesor visitante en la Universidad Nacional de Taiwán en Taipéi.

La entrevista fue en francés por correo electrónico tras prolongadas conversaciones en una cafetería de Taipéi.

Retrato de Alexandre Mathys, fotografía usada con permiso.

Filip Noubel (FN): ¿Podría contarnos sobre la relación entre maestro y discípulo en la tradición del taijiquan?

Alexandre Mathys (AM): Le lien est complexe et mouvant. Il diffère du rapport enseignant-élève qui existe aussi dans les arts martiaux chinois. Il se caractérise par un rite de passage sous forme de cérémonie relativement codifiée, le baishi 拜師, qui symbolise l’entrée dans la famille martiale à l’image d’une porte que l’on franchit. Le disciple accepte implicitement un certain nombre d’obligations comme celle de pérenniser l’héritage qu’il a reçu. La taille de la famille martiale modifie aussi les modalités et les rapports. Ainsi, un maître qui n’a qu’un ou qu’une disciple n’entretiendra sans doute pas le même rapport que certains maîtres de Taijiquan célèbres qui comptent des centaines de disciples répartis dans le monde. Il est possible de rencontrer des pratiquants ayant plusieurs maîtres. Dans ce cas, leurs maîtres ne dispensent généralement pas le même style. En général, cela implique le consentement du chacun mutuel des maîtres. Il peut y avoir aussi des contextes très spécifiques (un décès du premier maître par exemple).

AM: El vínculo es complejo y aún sigue evolucionando, y difiere de la relación profesor-estudiante que también existe en las artes marciales chinas. Se caracteriza por un rito de paso en una ceremonia relativamente codificada: el baishi 拜師, que simboliza la unión a la familia de las artes marciales, una puerta que se cruza. La disciplina acepta implícitamente un cierto número de obligaciones como la perpetuación de la herencia que uno recibe. El tamaño de esta familia la afecta y a las relaciones entre sus miembros; de ahí que, un maestro que únicamente tiene un discípulo no tendrá la misma relación que algunos maestros de taijiquan famosos con cientos de discípulos alrededor del mundo. Pero también es posible conocer practicantes de esta técnica con varios maestros; en este caso, sus maestros  no suelen impartir el mismo estilo. En general, esto implica un mutuo acuerdo de cada uno de los maestros. También puede haber situaciones muy específicas (como la muerte del maestro inicial).

Retrato de Ho Ai-cheng, fotografía usada con autorización.

Ho Ai-Cheng (HAC) : Traditionnellement, l’enseignement de Taijiquan passe du maître aux élèves. Selon un adage chinois, « l’enseignement oral inspire la vraie compréhension » (kuochuan xinshou 口傳心授). Il faut enseigner avec le cœur. C’est à la personne qui l’enseigne de faire en sorte que soit conservée l’essence du Taijiquan. Néanmoins, « le maître initie l’apprenti mais sa technique dépend de l’effort de l’élève. «Tu peux guider un cheval vers l’eau, mais tu ne peux pas boire pour lui. » La maîtrise de la technique ne peut être acquise que par l’élève lui-même. Chaque maître porte des spécialités différentes dans la pratique. C’est nourrissant d’apprendre avec des maîtres différents. Ainsi Maître Wang Likun est clair : « Le Taiji n’est pas le trésor caché d’un maître, il appartient à tout le monde. Il faut le partager, et échanger entre pratiques différentes, pour en prendre le meilleur. » Le rapport du maître-disciple devrait être comme le mouvement spiral du Taijiquan. L’un a besoin de l’autre, vice versa. C’est dans cet esprit et mouvement là que tous les deux évoluent ensemble.

HAC: Tradicionalmente, la enseñanza del taijiquan pasa de maestro a estudiantes. De acuerdo con un proverbio chino, «la enseñanza oral inspira comprensión real» (kuochuan xinshou 口傳心授). Tienes que enseñar desde el corazón. Depende de una persona que enseña asegurar que la esencia del taijiquan se mantenga intacta. Sin embargo, «el maestro inicia al aprendiz, pero la técnica depende del esfuerzo del estudiante». Como dice el dicho, «puedes llevar el caballo al agua, pero no puedes beber por él». La maestría de la técnica solo puede adquirirla el propio aprendiz. Cada maestro lleva a la práctica diferentes especialidades. Es estimulante aprender de diferentes maestros. El maestro Wang Likun es claro al respecto: «El tai chí no es un tesoro oculto del maestro, pertenece a todos. Debemos compartirlo y cambiar entre las diferentes prácticas, con el fin de extraerle lo mejor. La relación entre maestro y discípulo debería ser como los movimientos en espiral del tai chi». Uno se nutre del otro. Es en este concepto y movimiento que ambos evolucionan juntos.

Este video muestra la escuela de taijiquan que practica el maestro Wang Likun,  que vive en Francia:

FN: ¿Qué papel tiene el tai chi en Taiwán?

AM: Que ce soit dans des structures associatives, des universités ou dans des modes plus informels, le Taijiquan est populaire à Taïwan. Il se pratique aussi dans certains parcs ou places publiques. Même si dans ces formes traditionnelles, il attire un public parfois d’aînés, il se pratique aussi par de très jeunes gens pour ce qui est de ses formes les plus sportives. Il est sans doute aussi l’un des arts martiaux les moins genrés. Ainsi, il est difficile de dresser le profil typique d’un pratiquant. Il existe cinq styles majeurs qui peuvent être appris dans le but de préserver la santé, mais aussi dans une voie sportive. Il y a notamment des compétitions nationales, un championnat du monde et le Taijiquan a même été sport de démonstration aux JO en 2008.

AM: Bien sea en asociaciones, universidades o en ámbitos más informales, el tai chi es popular en Taiwán. También se practica en parques o plazas públicas. Aunque estas formas tradicionales atraen más a un público más anciano, los jóvenes también lo practican en su forma más deportiva. Sin duda, es una de las artes marciales menos dividida por género, de ahí que sea difícil dibujar el perfil del aficionado típico. Existen cinco grandes estilos que se pueden aprender según el objetivo de mantener la salud o de forma deportiva. Se realizan competiciones nacionales, un campeonato mundial e incluso hubo una demostración deportiva de taijiquan en los Juegos Olímpicos de 2008. Sin duda, es una de las artes marciales menos dividida por género.

FN: ¿Cuál es el rol de la mujer en este el arte marcial? 

AM: Même si ce n’est pas le cas de tous les arts martiaux chinois, les femmes sont très présentes dans le Taijiquan. Il y a des championnss célèbres et aussi des maîtresses. Que ce soit à Taïwan ou en Chine, les femmes maîtres ont toujours joué un rôle, même si elles demeurent moins nombreuses. Au 20e siècle, on peut penser par exemple à l'influence de Sun Jianyuan dans la diffusion du style Sun dans le monde, développé par son père Sun Lutang. Taiwan compte de nombreuses maîtres ou instructrices de taijiquan ou d’arts martiaux chinois de nos joursl. Le Taijiquan n’est donc pas genré et cette réalité est aisémeent observable à travers ausis une certaine parité parmi les pratiquants.

AM: Aún si no es el caso de todas las artes marciales chinas, las mujeres están muy presentes en el tai chi. Existen muchas campeonas famosas y también maestras. Ya sea en Taiwán o en China, las maestras siempre han tenido un papel, aunque su número ha sido menor. En el siglo XX, encontramos, por ejemplo, la influencia de Sun Jianyuan en la difusión del estilo sun en el mundo, estilo desarrollado por su padre Sun Lutang. Taiwán cuenta actualmente con numerosas maestras o instructoras de taijiquan o artes marciales chinas. De esta forma, se observa que el taijiquan no está dividido por género y es muy fácil de observar a través de la paridad entre quienes lo practican.

FN: Forman parte de una iniciativa original que aplica las técnicas de taiquan al teatro. ¿Cómo ocurrió?

HAC: Il y a diverses façons d’appliquer les arts martiaux chinois au théâtre. Il y a des artistes qui les utilisent comme l’élément inspirateur ou prennent ses formes pour nourrir l’esthétique de leur création. Pour moi, j’envisage l’application du Taijiquan au jeu de l’acteur comme un processus d'«expérience vécue ». Durant le déroulement du jeu et celui du combat, l’acteur ou le combattant s’inscrit dans un processus de vie. Tous deux doivent effectuer des transformations de leur conscience.

Premièrement, avant d’entrer en scène, l’acteur se prépare pour entrer dans un état qui favorise un jeu créatif et pour avoir une présence capable de capter l’attention du spectateur. La technique du Taijiquan entraîne le pratiquant à avoir un « corps émerveillé » (shenling 身靈) et à obtenir une vigilance interactive. Puis, lorsque l’acteur interprète des émotions, il doit être capable de distinguer sa propre émotion de celle de son personnage pour parvenir à un jeu abouti. Pareillement, puisque le combattant entre dans une action lors d’une confrontation belliqueuse, au lieu d’être obsédé par l’envie de gagner ou de nuire à son adversaire, il est nécessaire de « s’abandonner et suivre l’autre pour accomplir le «dao» [la voie] véritable de l’art martial. Par conséquent, durant le processus du jeu de l’acteur et du combat, l’acteur ou le pratiquant en duel du Taijiquan fait l’expérience de son éveil intérieur en deux étapes : « état prêt à réagir » et « état qui engage une action dramatique ou conflictuelle ».

J’avais expérimenté le Taijiquan avec les élève-acteurs à l’université Franche-Comté en France. Ils étaient très curieux et enthousiastes pour découvrir une nouvelle technique du corps pour perfectionner leur jeu de l’acteur. Mais ce qui est dur est la lenteur. Lorsque on est tellement habitué à penser à mille choses à la fois et de tout organiser en avance dans notre société, les élève-acteurs se lassent facilement des mouvements lents ou parfois immobiles à certain moment. Pour dépasser cet ennui ou calmer l’agitation mentale, il leur est demandé de revenir dans le présent, de prendre conscience de leur respiration et d’effectuer les actions en pleine conscience. Par le souffle, on donne la direction à l’esprit. La conscience ne réagit pas aveuglément. En prenant le temps, on devient plus conscient de son corps et on découvre une autre dimension de soi. Lorsque cette expérimentation a été effectuée pendant la pandémie Covid 19, le résultat était spectaculaire. De nombreux élève-acteurs ont constaté que par la prise de conscience du corps, le Taijiquan aide à augmenter considérablement leur concentration, à favoriser une meilleure gestion émotionnelle dans leur jeu ainsi que dans leur quotidien. Lorsqu’ils continuent à prendre conscience de leur corps, le Taijiquan leur permet de laisser passer les impulsions les plus intuitives et de penser par leur corps.

HAC:  Existen varias formas de aplicar las artes marciales chinas al teatro. Hay artistas que las emplean como elemento inspirador o toman su forma para nutrir la estética de su creación. Para mí, la aplicación del taijiquan a la actuación es como un proceso de «experiencia vivida». A lo largo de la obra y de la pelea de artes marciales, el actor o luchador es parte de un proceso de vida; ambos deben hacer transformaciones en su conocimiento.

En primer lugar, antes de entrar en escena, el actor se prepara para entrar en un estado que favorece la actuación creativa, con el fin de conseguir tener una presencia que pueda capturar la atención de la audiencia. La técnica del tai chi entrena a quien lo practique para tener un «cuerpo encantador» (shenling 身靈) y a conseguir una alerta interactiva. Entonces, cuando el actor expresa emociones en escena, para conseguir el éxito dramático, debe poder distinguir sus propias emociones de aquellas del personaje. De igual manera, desde el momento en el que el luchador entra en acción en una confrontación, en lugar de obsesionarse con ganar o dañar a su oponente, es necesario «abandonarse y seguir al otro con el fin de lograr el verdadero dao [camino] de las artes marciales. De esta forma, durante el proceso de actuación y lucha, el actor o el duelista de tai chi experimenta su despertar interno en dos fases: «estado listo para reaccionar» y «estado de inicio de acción dramática o conflictiva».

Probé el taijiquan con estudiantes de arte dramático en la Universidad de Franco Condado en Francia. Estos estudiantes mostraron curiosidad y entusiasmo por descubrir una nueva técnica corporal para perfeccionar sus habilidades dramáticas. Sin embargo, lo más complejo es la lentitud. Cuando estamos acostumbrados a pensar en mil cosas a la vez, a organizar todo con antelación en nuestra sociedad, los estudiantes llegan a cansarse fácilmente de la lentitud o de la falta de movimiento en ciertas ocasiones. Para superar este aburrimiento o calmar esta agitación mental, se les pide volver al presente, tomar consciencia de su respiración y realizar los movimientos con plena consciencia. A través de la respiración, damos instrucciones a la mente; la consciencia no reacciona ciegamente. Tomándonos tiempo, uno toma consciencia de su cuerpo y descubre una nueva dimensión de su ser. Cuando se llevó a cabo este experimento durante la pandemia de COVID-19, los resultados fueron espectaculares: muchos estudiantes notaron que, al tomar consciencia del cuerpo, el taijiquan les ayudó a mejorar considerablemente su concentración, promover una mejor gestión emocional al actuar y en sus vidas. Cuando son conscientes de su cuerpo, el taijiquan les permite alejar los impulsos más intuitivos para pensar con sus cuerpos.

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