
Ballena cachalote. Imagen de Canva Pro.
Hay una razón por la cual se llama a Dominica la Isla de la Naturaleza. Es exuberante y verde, y famosa por las selvas tropicales y los ríos, los manantiales de azufre y las cascadas. Es posible sumergirse en la rica flora y fauna local, lo que la convierte en uno de los destinos de ecoturismo más idílicos de la región, y además, ahora también recibe elogios por haber creado el primer santuario mundial para las ballenas cachalotes.
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— ecohubmap (@ecohubmapcom) November 14, 2023
La pequeña isla caribeña de Dominica ha creado la primera zona marina protegida para uno de los animales más grandes de la Tierra: la amenazada ballena cachalote.
Según un informe de Associated Press es un avance significativo la designación de casi 800 kilómetros cuadrados (300 millas cuadradas) de océano en el sector occidental de la isla, donde la especie amenazada se alimenta y cuida a sus crías. No solo ayudaría a mejorar las posibilidades de reproducción y sobrevivencia de las ballenas, sino que también contribuiría significativamente a combatir los efectos del cambio climático.
Esto se debe a que las ballenas cachalotes, que pueden alcanzar hasta 15 metros de longitud, defecan cerca de la superficie –todas las funciones no vitales se suspenden una vez que se sumergen a profundidades de hasta 3000 metros– y el plancton se beneficia enormemente de las heces ricas en nutrientes, lo que aumenta su población. Estas floraciones de plancton capturan dióxido de carbono en la atmósfera, por lo que son soldados vitales en la lucha contra el cambio climático. El papel de Dominica no puede subestimarse, ya que se descubrió que las ballenas cachalotes que viven en las aguas de la isla defecan más que otras ballenas en otros lugares. Más excremento significa más plancton, lo que se traduce en que más CO2, gas de efecto invernadero, queda atrapado.
El primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, que también preside la Comunidad del Caribe (CARICOM) hasta finales de 2023, habló abiertamente sobre los efectos adversos de la crisis climática en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID). En 2018, su país fue devastado por el huracán María, tormenta de categoría 5. Skerrit, junto con otros líderes regionales, ha dejado claro en las últimas conferencia de la COP que la creación de un Fondo de Pérdidas y Daños es imperativa. Las naciones insulares, como las del Caribe, que son las que menos contribuyen a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, están en la primera línea de los efectos adversos de la crisis climática, ya que son vulnerables a las tormentas y al aumento del nivel del mar y sus economías n pueden enfrentar las enormes pérdidas que experimentan sus países.
Ahora, el santuario de ballenas cachalotes de Dominica está haciendo su parte para ayudar a contrarrestar los efectos adversos del cambio climático. Se estima que menos de 500 ballenas cachalotes viven en las aguas de Dominica. Es primordial protegerlas, ya que pero los jóvenes machos abandonan la manada en algún momento y las hembras producen típicamente una sola cría cada cinco o siete años.
La nueva zona protegida, que permitirá la pesca artesanal sostenible y delimitará un carril internacional de navegación, ayudará a aumentar la población de ballenas cachalotes al reducir el número de ejemplares que resultan heridos o muertos por barcos o que quedan atrapados en redes de pesca. El Gobierno planea dar seguimiento a la zona para asegurar que se respeten las reglas y se cumplan las regulaciones turísticas relacionadas con la observación de ballenas; los visitantes aún podrán nadar con las ballenas y observarlas desde barcos, pero en números limitados.
El anuncio, realizado el 13 de noviembre, atrajo rápidamente la atención internacional de los medios tradicionales y las redes sociales.
En Facebook, el grupo Ocean Azores esperaba que las autoridades de Dominica no permitieran «a cualquiera nadar con las ballenas, ya que puede perturbar a los animales», y se preguntaba si las islas Azores podrían seguir el ejemplo de la isla caribeña y crear su propio santuario de ballenas.
En Facebook, Isabella Askari dijo que «la complace mucho» ver «un país que defiende la vida marina»:
[Dominica has] such strict regulations regarding eco tourism. The local scientists and captains know many of these whales by name and can even tell you details of their personalities. They are part of the community and it shows. Dominica sets an example for the world and I hope others begin to learn.
[Dominica tiene] regulaciones muy estrictas sobre ecoturismo. Los científicos y capitanes locales conocen a muchas de estas ballenas por su nombre e incluso pueden dar detalles de sus personalidades. Son parte de la comunidad y eso se nota. Dominica es un ejemplo para el mundo y espero que otros empiecen a aprender.
Kelly Cromie añadió: «¡Feliz de escuchar que a estos gigantes gentiles finalmente los están protegiendo!».
El ambientalista trinitense Ian Lambie contó la buena noticia y algunos datos interesantes sobre las ballenas cachalotes, señalando que «Dominica tiene mayor cantidad de grupos sociales acostumbrados a la presencia humana, y ofrecen interacciones excepcionales». Añadió: «Felicidades al Gobierno de Dominica por esta iniciativa».