
Grande Rivière es una playa en continuo movimiento, donde la erosión de la costa debería ocurrir de forma natural. Si bien es necesario tomar medidas para contener la extensión de la erosión, especialmente en esta época de cambios climáticos, también debería considerarse una intervención ambiental consciente y una correcta zonificación. Foto del instituto de Asuntos Marinos, cortesía de Cari-Bois Environmental News Network, utilizada con autorización.
Por Christopher Alexis e Isabelle Chen
Esta entrada se publicó originalmente en Cari-Bois Environmental News Network en nombre del Departamento de Oceanografía y Procesos Costeros del Instituto de Asuntos Marinos de Trinidad y Tobago (IMA). Global Voices reproduce una versión editada, como parte de un convenio para compartir contenido.
La playa Grande Rivière, en la costa norte de Trinidad, toma su nombre del río que desemboca en el mar Caribe en el extremo este de una playa de forma curva, de aproximadamente 1,2 kilómetros de largo, importante hábitat de vida silvestre marina y costera.
La playa es uno de los sitios de anidación más importantes de la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), que en Trinidad y Tobago ha sido catalogada como una especie muy susceptible al ambiente. Estas tortugas también han sido declaradas vulnerables a nivel global por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UCIN), la Lista Roja de UCIN por World Wildlife Fund (WWF).
Para los lugareños, la playa de Grande Rivière contribuye al bienestar socioeconómico de la comunidad, como lugar de amarre para los barcos pesqueros. Los bosques colindantes son un destino turístico y hábitat de diversos pájaros, como el pava rajadora, que los lugareños conocen como pawi, en peligro de extinción.
El Turtle Village Trust (TVT) y la Grande Rivière Nature and Tour Guide Association (GRNTGA) consideran al ecoturismo como la actividad que genera más ingresos en la zona, con un estimado de 15 000 visitantes al año.
Sobre la erosión de las playas

Grande Rivièredesemboca en la playa. Foto del Instituto de Asuntos Marinos cortesía de Cari-Bois Environmental News Network, utilizada con autorización.
La acumulación de sedimentos sueltos protege de las olas, las corrientes y las mareas, pero está sometida a un constante flujo de erosión y acumulación.
La erosión puede tener un impacto importante en la infraestructura costera y, por lo tanto, tiene consecuencias significativas en las vidas y el trabajo de las personas, en las comunidades e incluso en el país entero.
La planificación y administración de las zonas costeras puede ayudar a preservar la integridad de las playas, y también asegura su mantenimiento, para que sigan siendo accesibles.
El flujo y la erosión del sedimento en Grande Rivière

Tortuga laúd atraviesa la playa de Grande Rivière en una mañana con niebla. Como lugar de anidación para esta tortuga en peligro de extinción, la playa atrae miles de ecoturistas cada año. Foto del Instituto de Asuntos marinos, cortesía de Cari-Bois Environmental News Network, utilizada con autorización.
Con el paso del tiempo, algunos fenómenos meteorológicos han creado condiciones que resultaron en el cambio del curso del Grande Rivière y causaron movimientos de arena en la playa. En octubre de 2022, por ejemplo, se observó que el río comenzó a moverse hacia el oeste.
Este ensanchamiento de la boca del río llevó a retirar la arena de la berma y, como consecuencia, las secciones este y oeste de la playa se separaron completamente. El gran volumen de sedimento movido causó daños en la infraestructura de la costa, lo que puso en peligro la temporada de anidación en marzo de 2023.
Si bien los episodios masivos de erosión son drásticos, forman parte de un proceso cíclico natural a lo largo de la costa. Con el tiempo, la arena vuelve a recuperarse de forma natural, salvo que se haya llevado el sedimento muy lejos de la costa por turbulencias inusuales.
El extremo oeste de la playa está en un estado de equilibrio dinámico, donde no hay pérdida neta de arena, y la parte alta es más estable por los resistentes acantilados característicos de la costa norte de Trinidad. En cambio, la sección este de la playa, en especial la berma cercana a la boca del Grande Rivière, sufre cambios frecuentes en la altura de su sedimento.
La acumulación de sedimentos ocurre, en general, entre mayo y octubre, cuando la fuerza de la marea es menor. Por lo contrario, entre noviembre y mayo la fuerza de la marea es mayor y arrastra los sedimentos lejos de la costa. La temporada de anidación de las tortugas ocurre usualmente entre marzo y septiembre de cada año.
El aumento de la marea que se produce en invierno, en especial entre los meses de diciembre y febrero, crea grandes olas que pueden alcanzar hasta dos metros (6.5 pies) de altura que vuelven a depositar en la playa el sedimento que estaba lejos de la costa, como parte de un proceso cíclico natural.
La hidrología del río también influye la erosión de la playa. En época de lluvias, la descarga del río aumenta su caudal y se generan corrientes rápidas y abundantes que llevan la arena lejos de la costa y causan erosión. Recientemente, con el aumento en la frecuencia y la cantidad de lluvias, la boca del río se ha ensanchado y, como resultado, se erosionan porciones más grandes de la playa.
El manejo de la erosión de la zona costera

Signos de erosión evidente a lo largo de la zona este de la playa Grande Rivière. Foto del Instituto de Asuntos Marinos cortesía de Cari-Bois Environmental News Network, utilizadas con autorización.
El Instituto de Asuntos Marinos (IMA, por su nombre en inglés) ha dado seguimiento a la playa Grande Rivière por más de 20 años, y ha observado cómo grandes volúmenes de sedimentos, retirados de la playa y llevados fuera de la costa, regresan con la marea luego de semanas y meses, dependiendo de las condiciones marítimas y meteorológicas.
Mientras que los cambios climáticos y los aumentos de los niveles del mar generan tormentas cada vez más frecuentes e intensas, el diseño de soluciones ofrece una oportunidad real para mitigar la erosión.
Las medidas de la ingeniería tradicional para proteger la costa, como construcción de muros de contención o redireccionamiento de ríos, deberían ser evaluadas con atención, en especial en zonas de importancia ecológica como Grande Rivière.
Por ejemplo, en 2012 la división Desagües del Ministerio de Obras y Transporte construyó un dique de arena para desviar el cauce del río. Maquinarias pesadas retiraron arena de la parte oeste de la bahía y la transportaron a la zona este, donde el río había causado una erosión extensa.
Esta obra, que destruyó nidos de tortugas, con sus huevos y sus crías, puso en evidencia la necesidad de actuar con extremo cuidado al hacer esas intervenciones, y replantea los requerimientos para trabajar en zonas protegidas.
Un caso para no intervenir

En octubre de 2022, un grupo de investigadores observó cambios en el curso del Grande Rivière, que afectó la estabilidad de algunas zonas y puso en peligro la temporada 2023 de anidación de las tortugas. Foto del Instituto de Asuntos Marinos, cortesía de Cari-Bois Environmental News Network, utilizada con autorización.
Las decisiones que afecten la dinámica de la costa deben basarse en datos científicos. Considerando la importancia ecológica de la playa Grande Rivière y entendiendo cómo el ciclo natural de sedimentación ha afectado históricamente la erosión de la playa, quizás deba adoptarse un plan de no intervención: si los sedimentos vuelven naturalmente, se reduce un potencial daño al ambiente.
La base de datos histórica del IMA y el hecho de haber observado situaciones similares en Grande Riviere en 2002 y en 2012, muestran que la recuperación natural permite a la playa revertir su estado en pocos meses.
Entonces, queda demostrada la importancia de una correcta planificación de la zona costera que delimite las zonas para uso terrestre y para uso marítimo, con condiciones claras para cada una. Este enfoque puede ayudar a planificar y administrar la zona costera y sus zonas adyacentes, y a mitigar la vulnerabilidad de la costa en temas tales como el clima, la erosión y los niveles del mar.
No es recomendable utilizar obras de ingeniería estructural o de recuperación de la playa para frenar la erosión en Grande Rivière, ya que este tipo de intervención humana puede tener consecuencias negativas para un lugar con tanta importancia ecológica.
La introducción e implementación de una correcta administración y planificación costera, así como los conocimientos referidos a este tema, son fundamentales para que nuevas infraestructuras no se vean amenazadas por inminentes erosiones sedimentarias, no en Grande Rivière y en toda la costa de Trinidad y Tobago.