
Foto del grupo Jashnan, usada con su permiso.
En el Valle de Sibundoy, una zona montañosa del departamento del Putumayo en el suroeste colombiano, Jashnan, un grupo musical compuesto de mujeres indígenas del pueblo Kamëntšá, utiliza la música como una forma de recuperar la cultura ancestral y fortalecer el idioma Kamëntšá, lenguaje único en el mundo, sin relación comprobada con ningún otro.
Los Kamëntšá son los habitantes ancestrales del Valle de Sibundoy, lugar que llaman Tabanok, lo cual significa “sagrado lugar de origen.” Desde tiempos inmemoriales, Tabanok ha sido un lugar de intercambio y contacto intercultural entre las tierras altas andinas, al oeste, y las tierras bajas amazónicas, al este. Esto ha dado lugar a la cultura altamente sincrética y única de los Kamëntšá, que presenta raíces andinas y amazónicas, así como elementos locales muy singulares. Tal vez sea esta la causa del alto grado de conservación y supervivencia cultural de los Kamëntšá en comparación con otros pueblos indígenas. Incluso después de 70 años de adoctrinamiento y mal gobierno de los misioneros capuchinos, la cultura Kamëntšá sigue vibrante hoy en día. Sin embargo, la comunidad sigue enfrentándose a amenazas culturales, políticas y ecológicas en múltiples frentes, como la construcción de carreteras e infraestructuras extractivas en el territorio ancestral de la comunidad.
Una de las formas en que la comunidad ha resistido a las amenazas exteriores y ha reafirmado su derecho a la autonomía cultural y a la diferencia es a través de su colorida tradición musical, que hace parte del género andino-amazónico que conjuga melodías y sonidos propios del territorio.
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En esta entrevista, las músicas Kamëntšá Natalia Jacanamijoy y Angela Jhoana Jacanamejoy comparten la historia y la importancia cultural del grupo Jashnan—palabra Kamëntšá que quiere decir “para sanar”—en el contexto de la supervivencia cultural Kamëntšá, el papel de la mujer en la sociedad Kamëntšá, y la revalorización de la sabiduría ancestral.
Rowan Glass: ¿Cuándo y con qué motivo se formó el grupo Jashnan? ¿Cómo ha sido el transcurso del desarrollo del grupo?
Jashnan: Este proceso nace en el seno del territorio ancestral Tabanok (Sagrado Lugar de Origen del pueblo Kamëntšá). Empieza en el año 2021 y se formaliza a principios del 2022. El grupo se formó con varios propósitos: como una herramienta para fortalecer la unidad al interior las familias y de nuestro pueblo Kamëntšá; y como instrumento para el fortalecimiento de nuestros saberes ancestrales, entre ellos la música. Somos mujeres Kamëntšá, de diferentes edades, con diferentes recorridos, este tejido (proceso) nos ha permitido reconocer nuestra esencia como mujeres Kamëntšá, herederas de un gran legado, que nos habla del cuidado a nosotras mismas, al territorio que es la vida misma. Nos hemos sumado en el camino. Ahora somos siete mujeres quienes estamos integrando el grupo musical Jashnan.
RG: ¿Cuál es la importancia de la música dentro de la cultura Kamëntšá?
J: Los pueblos originarios tienen su propio sonido, y la música está en todo momento, está en los espacios que habitamos, hasta en el mismo sonido de nuestros pasos, en el latir del corazón, esa sensibilidad nos hace seres musicales.
El Pueblo Kamëntšá es sonoro y colorido, la música está presente en la cotidianidad, en la ritualidad, en el territorio, en la chagra [jardín], en el canto de las aves, el sonido propio de los animales, el viento, la lluvia.
Es importante porque hace parte de nosotros mismos, nos permite conectarnos con nuestro corazón, nuestro cuerpo, desde temprana edad hemos estado relacionados con la música, en el vientre escuchando el latido del corazón de nuestra madre, con los sonidos del territorio en los recorridos que nuestra madre hacía por la chagra, escuchando su canto en el Día Grande Bëtsknaté [fiesta Kamëntšá que se celebra el lunes anterior al Miércoles de Ceniza], Uacjnaté [fiesta Kamëntšá relacionada con el Día de Todos los Santos y el Día de Difuntos]. Lo experimentamos posteriormente en los cantos de curación de las abuelas. Es decir, la música ha estado presente siempre y es importante para conectarnos con lo que somos, un pueblo sonoro.

Foto del grupo Jashnan, usada con su permiso.
RG: ¿Puede ser la música una forma de fortalecer y recuperar la cultura y lengua Kamëntšá?
J: Los conocimientos ancestrales han sido transmitidos desde la oralidad y han sido compartidos de generación en generación. La música y el canto son puentes de la oralidad que sabiamente nos permiten fortalecer y recuperar el legado ancestral del Pueblo Kamëntšá; la memoria, la palabra, el tejido, las vivencias, los sentires, los rituales, los lugares sagrados.
RG: Jashnan se compuesta solamente de mujeres. ¿Por qué es importante hacer música desde la perspectiva de la mujer Kamëntšá?
J: El liderazgo ha estado más asociado a la figura masculina, con la participación de la mujer se empieza a avivar el amor por lo que nos gusta hacer, como mujeres estamos en diferentes roles, en el cuidado del hogar, de la chagra, en el tejido, en lo comunitario y en todos estos espacios no se dispone para poder reivindicar nuestra voz, es importante escucharnos y cantar esto que llevamos por dentro, es una forma de apoyarnos entre todas para romper esquemas y habitar los diferentes espacios.
RG: Jashnan canta a veces en español y a veces en Kamëntšá, y las letras a menudo representan la cosmovisión Kamëntšá. ¿Cuál es su vínculo con la música?
J: La música es parte fundamental de la ancestralidad, en ella está la identidad del pueblo. Hay letras en español porque no se puede negar un sentir si está en uno u otro idioma, para nosotras es importante la expresión. También cantamos en nuestro idioma como forma de revitalizar la lengua Kamëntšá. También se trabaja de manera comunitaria entre nosotras aprendemos y compartimos esos saberes con otras personas, con más mujeres y niñas de nuestro pueblo.
RG: Hoy hay muchos grupos en la comunidad Kamëntšá que usan la música como una forma de fortalecimiento y recuperación cultural y lingüística. ¿A qué se debe este movimiento?
J: No es para nada desconocido las luchas que hemos debido afrontar los diferentes pueblos indígenas en diferentes momentos de nuestra historia. Desde la colonización se ocasionó una ruptura territorial, espiritual y cultural, son historias de despojo y violencia. Ha sido muy importante lograr que las generaciones presentes en medio de tanta información y factores externos puedan y tengan la oportunidad de conocer y fortalecer el legado Kamëntšá.
Jashnan hace parte de esa nueva apuesta musical en agradecimiento y humildad por las bondades recibidas, muchos de nuestros hermanos y hermanas indígenas están buscando ese mismo propósito y lo están impulsando a través de la música.
“Jashnan” es una palabra que está en lengua Kamëntšá para armonizar, es el camino de conexión con el espíritu, desde que se llega al territorio Tabanok, se siente el espíritu del territorio, que lo conjugan las montañas, los animales, los ríos, quebradas, las plantas y las memoria ancestral del pueblo Kamëntšá e Inga quienes han habitado milenariamente.
RG: ¿Qué quieres que la gente que no conozca la comunidad Kamëntšá sepa de ella? ¿Qué impresión de ella quieres dar a través de tu música?
J: Como mujeres del pueblo Kamëntšá sentimos que lo más importante es reconocernos como hijos de la madre tierra, ella es nuestra fuente principal que nos da la vida, y que somos seres en constante cambio y conexión con el espíritu.
Nuestra propuesta nace en el territorio Tamabioy, en sus letras y cantos lleva la esencia de la mujer, del tejido, el cuidado de las plantas y semillas, el cuidado del territorio y el trabajo comunitario.
Nos gustaría que el mundo entero conozca nuestra sonoridad, nuestro color, nuestro tejido, nuestro territorio.
La primera grabación de estudio de Jashnan se ha publicado recientemente en YouTube; escúchela aquí.