
Imagen vía Canva Pro.
En general, a los himnos nacionales se les ve como la tarjeta de presentación de un país, e infunden a sus ciudadanos un sentido de patriotismo y de orgullo de los valores que sostiene la nación, proclaman al mundo dónde se originan y qué significan.
A los himnos se les trata con respeto, y suele haber serias consecuencias si no se observan ciertos protocolos, sin importar que sea por motivos humanitarios. Fue lo que sucedió cuando el jugador de fútbol americano Colin Kaepernick aprovechó su fama como deportista para llamar la atención sobre la opresión que sufren los negros en Estados Unidos.
Sin embargo, el revuelo generado en Trinidad y Tobago alrededor de himno nacional tiene menos que ver con «hincar la rodilla» y más con «taking a wine». El wine es un baile de movimientos de cadera y giros sugerentes, la marca registrada del carnaval, fiesta nacional del país, mientras que la vibrante música soca aporta su sonido a la fiesta.
Cuando los artistas de música soca comenzaron a presentar sus canciones para el carnaval 2024, Iwer George, popular músico que también es propietario de una estación de radio, estrenó una canción llamada Happy People (Gente feliz). Pero la incorporación del himno nacional de Trinidad y Tobago al inicio del tema no fue del agrado de muchos de sus compatriotas.
Usar el himno crea preocupación sobre la posible violación de los derechos de autor. Curtis Jordan, presidente de la Organización de los Derechos de Autor de Música de Trinidad y Tobago, dijo que solo el Estado puede ser el dueño y comisionario de la obra, mientras que el ministro de Cultura, Randall Mitchell, agregó que el himno es «una fuente de orgullo patriótico», que «debería ser sagrado», y que en lo personal siente que «la canción rompe con un protocolo establecido» y que es «de mal gusto, por lo que no puede excusarse como una licencia creativa».
En redes sociales, el usuario Dane S G Wilson se mostró de acuerdo, y señala que la creación de Iwer es «una falta de respeto del máximo orden hacia Trinidad y Tobago», y sugiere que su reproducción debería estar prohibida.
Por otro lado, una petición en línea de protesta por el uso del himno en la canción ha estado recorriendo internet. El autor es Joel Castagne, descendiente del fallecido Patrick Castagne, autor del himno, y la petición documenta cómo y cuánto dura el himno que se utilizó en la canción:
The beginning of the song is essentially the National Anthem of Trinidad and Tobago, set to a soca beat and compressed into 43 seconds, with the only addition being interjections of the word ‘well’ at various intervals. The Anthem is copied in its entirety within the song, including its lyrics and melody. The copied work comprises the first 21% or just over 1/5th of the entire song, which is 3 minutes 16 seconds long.
El inicio de la canción es, esencialmente, el Himno Nacional de Trinidad y Tobago interpretado en ritmo soca y condensado en 43 segundos, con solo el agregado de interjecciones de la palabra well (bueno) en diversos intervalos. El himno ha sido copiado en su totalidad dentro la canción, incluida su letra y melodía. La copia constituye el 21% de la canción, casi una quinta parte, que en su totalidad dura 3'16».
La petición cita cuestiones relacionadas con derechos de autor, derechos morales, el orgullo nacional, y expresa que «el himno pertenece a [todos] los ciudadanos de Trinidad y Tobago» y que «nadie debería decidir su utilización unilateralmente, lo que contraviene los deseos de muchas otras, que sacrifica valores de tolerancia y respeto en busca de su propia fama».
El primer ministro Keith Rowley dijo que no estaba de acuerdo con que se use así el himno, que «tiene un perfil y un significado que ninguna otra canción tiene». Con estas declaraciones, la controversia llegó a su punto máximo y las redes locales se polarizaron.
En TikTok, un usuario decidió mostrar el problema de la canción con un video que generó muchas carcajadas:
@originalmedusa.ttIwer again 🤦🏿♀️🤦🏿♀️🤦🏿♀️🤣🤣🤣😒♬ original sound – flavoured tv
Otra vez, Iwer.
🤦🏿♀️🤦🏿♀️🤦🏿♀️🤣🤣🤣😒
Otro relacionó una historia de escolares de primaria que cantaron el himno en una asamblea escolar e incluyeron la pegadiza frase «Well, well, well» (Bueno, bueno, bueno) que Iwer intercaló en el himno original.
A favor de Iwer hay usuarios de Facebook, como Nigel Jayt Maloney, que planteó que otros artistas han interpretado canciones patrióticas similares, que «nadie es más patriota que Neil Iwer George«, y agregó: «si sientes odio, ve a nadar un rato y no vuelvas».
Ian Socapro Henry intervino: «🇹🇹🎶 No tiene absolutamente nada de malo la canción patriótica del nuevo poder soca de Neil Iwer George! 🥳 El primer ministro de Trinidad y Tobago necesita tomar un poco de agua y ocuparse de sus asuntos».
El 22 de noviembre, Iwer emitió una declaración pública sobre la controversia, en la que expresó que la perspectiva del primer ministro lo hizo reconsiderar usar el himno en su canción, y prometió estrenar una nueva versión, sin el himno, para el 24 de noviembre. También pidió que la versión inicial no toque más.
Esta táctica llevó a algunos usuarios de las redes a comentar la estrategia de mercado de Iwen. En Facebook, Gerrard Small bromeó: «Estrena ahora tu canción para el Road March, Neil Iwer George, ya los tienes a todos esperando».
Road March es un prestigioso y lucrativo premio que se otorga a la canción soca que tenga más reproducciones el lunes de carnaval y el desfile callejero del martes.
Mientras tanto, Ian Socapro Henry, que no tiene problemas con la canción, admitió que Iwer es «un hombre de negocios muy astuto. ¡Esto se llama marketing viral básico! 😎».
Una vez que la nueva canción se vuelva a presentar, muchos se sentirán decepcionados, aunque no completamente sorprendidos, al encontrar que el nuevo tema no contiene comentarios sobre la controversia, ni ofrece explicaciones sobre los motivos que tuvo Iwer para incorporar el himno a la canción original. En cambio, el artista simplemente recurrió a su pegadiza frase original: well, well, well.