Ilustración de Global Voices con una captura de pantalla de Ni Ni Lin Eain, representante de Myanmar en Miss Grand International 2023. Fuente: Myanmar Beauty Pageant/YouTube, bajo uso legítimo.

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Bienvenidos de nuevo a Undertones, donde analizamos narrativas de todo el mundo. En esta ocasión, cubriremos la cultura de celebridades en Myanmar y su papel en la política. Mi nombre es Eddie Lwyn, investigador independiente birmano.

Como parte de mi investigación en el Observatorio de Medios Cívicos, me adentré en la cultura pop de Myanmar y descubrí importantes narrativas que aún no han tratado en profundidad los principales medios, quizá por la naturaleza aparentemente superficial del tema. Sin embargo, el sector del entretenimiento tiene mucho que decir sobre la situación del país.

En febrero de 2021, los militares dieron un golpe de Estado contra el gobierno civil. Siguieron protestas en todo el país, huelgas civiles en forma de movimiento de desobediencia civil, detenciones de quien se sospeche que apoya la democracia, violentas represiones militares y la posterior formación de las Fuerzas de Defensa del Pueblo, resistencia armada para luchar contra el régimen militar. Según el relator especial de Naciones Unidas sobre derechos humanos en Myanmar, «[la junta militar] ha matado a 4000 civiles, destruido 75 000 viviendas e infraestructuras civiles, desplazado a más de dos millones de personas y sumido a 15 millones en la inseguridad alimentaria» desde el golpe.

Todos los aspectos de la vida del país se vieron alterados, incluido el sector del entretenimiento. Se cerraron cines y se interrumpieron las producciones culturales. Actores y cantantes famosos que se pronunciaron contra el régimen fueron incluidos en listas de personas buscadas y detenidas. Más tarde, se les liberó para «participar en la construcción de la nación con su arte», según los medios controlados por la junta. También es una creencia común que los artistas deben firmar compromisos, prometer que se abstendrán de hablar sobre política y se les obliga a asistir a eventos públicos. Algunas celebridades tuvieron que huir del país por su seguridad.

Casi tres años después del golpe de Estado, es fascinante observar lo que queda del sector del arte y el entretenimiento, y cómo refleja la política actual. En 2024, Myanmar será el país anfitrión de Miss Grand International, concurso internacional de belleza con más de 60 participantes, por lo que los usuarios de redes sociales iniciaron una conversación sobre cómo los militares intentan normalizar su estricto régimen.

Narrativa: «El régimen militar de Myanmar utiliza la cultura de las celebridades para distraer a la población»

El sector del entretenimiento estuvo muy estancado el primer año tras el golpe. La mayoría de los famosos de primera línea pasaron desapercibidos tras ser detenidos o incluidos en listas de vigilancia militar. Esto dio la oportunidad a gente nueva (y desconocida) de llegar al público, ya que canales de entretenimiento, como «Myanmar Celebrity TV«, necesitaban una forma de generar audiencia e ingresos. A estas personalidades recién descubiertas se les dio protagonismo para las actividades más mundanas, lo que dio lugar a una broma habitual en la sección de comentarios de estos videos: «¿Hay alguien a quien Myanmar Celebrity no haya entrevistado?».

Innovadores o no, estos videos de Facebook están recibiendo cientos de miles de visitas y reacciones, y muchos sostienen que están distrayendo a la gente de la violencia militar que hay. Cada vez menos gente publica sobre política. Esto también se debe al hecho de que los militares han detenido a personas por publicaciones en las redes sociales.

Cantantes y actores no son la única rama del sector de entretenimiento que está en auge. También los concursos de belleza despiertan cada vez más interés. En octubre, la página oficial de Miss Universo Myanmar publicó un video de presentación del país, en el que se retrataba a Myanmar como un país pacífico y sereno, y se ignoraron las duras realidades que sigue enfrentando la población. Otro concurso de belleza que reúne a representantes de 69 países, Miss Grand International, también está suscitando polémica, sobre todo porque Myanmar acogerá el certamen en 2024. La gente expresó preocupación sobre las implicaciones que tendría retratar al país como normal y funcional.

Las figuras vinculadas al ámbito militar también participan directamente en la industria del entretenimiento. Un ejemplo sería 7th Sense, famosa productora cofundada en 2017 por la hija del líder golpista Min Aung Hlaing. Cuando comenzó el golpe, la gente llamó a boicotear todas las empresas afiliadas al Ejército, incluida 7th Sense. Sin embargo, la productora ha cambiado de marca al menos siete veces desde entonces, con nombres como SM Winner, V7 y W Entertainment.

Los partidarios de la democracia señalan que 7th Sense y otras iniciativas son un esfuerzo consciente del régimen y sus afiliados para mantener a la gente distraída del golpe. La página de Facebook «People's Spring», que publica opiniones de activistas a favor de la democracia, afirma que estos esfuerzos empresariales no tienen como objetivo el beneficio financiero; por ejemplo, estas empresas no aplican las leyes de derechos de autor, ya que las películas y programas se publican en las redes sociales.

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Narrativa: “El sector del entretenimiento de Myanmar está prosperando, y el país también”

El régimen militar ha intervenido el sector del entretenimiento en un intento de mostrar un estado de cosas normal pese a los constantes conflictos entre el gobierno militar y las Fuerzas de Defensa del Pueblo en todo el país, y de una asombrosa crisis económica. Para muchos, es una muestra de disonancia.

En mayo de 2023, la Organización Cinematográfica de Myanmar –que trabaja con el Ministerio de Información, bajo el gobierno de la junta– organizó la ceremonia de entrega de los premios de la Academia Cinematográfica, acontecimiento equivalente a los Óscar de Occidente. Fue el primer evento en tres años debido al golpe de estado y a la pandemia de COVID-19.

El personal militar pronunció discursos sobre el próspero sector del entretenimiento del país durante las tres horas que duró la ceremonia, mientras que celebridades aficionadas y establecidas evitaron hablar de política.

Otros eventos similares incluyen el Festival del Agua, Thingyan, que también es organizado por el régimen. Muchos creen que algunas celebridades también estaban obligadas a participar en dicho evento.

Narrativas sobre la participación política de las celebridades

En Myanmar, las celebridades y el público debaten sobre el papel de los artistas en la política y las normas a las que deben atenerse, en ese caso. Mientras que algunos afirman que las celebridades deberían utilizar su plataforma para alzar la voz contra el régimen militar, otros sostienen que la lucha por la democracia no debería depender de «figuras superficiales». Las dos narrativas opuestas aquí son: «Las celebridades de Myanmar deberían ser políticamente activas y alzar la voz contra el régimen militar» y «La población de Myanmar no debería confiar en las celebridades en la lucha por la democracia«.

¿Qué sigue?

Los artistas en el exilio siguen creando obras que reflexionan sobre la vida tras el golpe, y en su país, las celebridades tienen que adaptarse a la vida bajo la junta y autocensurarse. Lo cierto es que la cultura de las celebridades está en auge en Myanmar, con la aparición de programas de televisión (mientras las producciones cinematográficas pasan apuros), nuevos artistas, extravagantes bodas de famosos y un interés desbordante por los concursos de belleza. Es probable que haya más debates en 2024, con la celebración en Rangún del Miss Grand International.