
Imagen de Arzu Geybullayeva
En la primera mitad de noviembre de 2023, la Comisión Europea recomendó que la Unión Europea otorgara a Georgia condición de candidato, lo que finalmente sucedió en la reunión del Consejo de la Unión Europea el 14 de diciembre. El Consejo, compuesto por los líderes de los Estados miembros de la Unión Europea, anunció la decisión la noche del 21 de diciembre. También informó que la Unión Europea abrirá negociaciones para la adhesión de los miembros de la Asociación Oriental, Ucrania y Moldavia, con lo que están un paso más adelante de Georgia para su ingreso al bloque.
Miles de georgianos salieron a las calles para celebrar la decisión.
Georgia celebrated after the EU granted it candidate status — putting the country on the path to join the 27-nation bloc. pic.twitter.com/gf0sSbJQKy
— DW News (@dwnews) December 18, 2023
Georgia celebró después de que la Unión Europea le otorgó condición de candidato; así el país se ubica en el camino para unirse al bloque de 27 naciones.
El primer ministro georgiano, Irakli Gharibashvili, felicitó a los ciudadanos por el logro, mientras que la presidenta georgiana, Salome Zurabishvili, calificó la decisión de la Unión Europea como «un hito monumental para Georgia y para nuestra familia europea».
Georgia presentó formalmente su solicitud de membresía a la Unión Europea el 3 de marzo de 2022, situación que el primer ministro Irakli Garabishvili calificó como «otro hito en el camino de la integración europea de Georgia».
En una declaración publicada en el sitio web del Gobierno ese mismo día, Garabishvili dijo: «Es una etapa que abre una nueva página en nuestra historia y continúa el esfuerzo de nuestros antepasados, que tiene como objetivo la adhesión de Georgia a una familia europea común».
Después de que Ucrania tomó la decisión de presentar su solicitud de membresía en la Unión Europea el 28 de febrero de 2022, en medio de la invasión rusa a su país, el Gobierno georgiano anunció la intención de presentar su propia solicitud el 2 de marzo.
El hecho representó un giro para el partido gobernante Sueño Georgiano, que hasta hace poco insistió en que no aceleraría su plan inicial de presentar la solicitud en 2024.
El cambio fue impulsado en gran medida por la creciente presión de la oposición interna, y de miles de manifestantes que salieron a las calles en la Marcha por Europa, organizada por el grupo activista liberal de Georgia, el movimiento Shame y otros grupos a favor de la democracia en un intento por «demostrar el compromiso del pueblo georgiano con la elección europea y los valores occidentales».
En junio de 2022, se rechazó la situación de candidato de Georgia y se le dio al país una lista de 12 condiciones que debía cumplir antes de que la solicitud volviera a evaluarse.
La decisión del 14 de diciembre llega en medio de una creciente brecha entre el Gobierno de Georgia y los aliados occidentales, así como de los grupos civiles locales que insisten en que el Gobierno no ha cumplido con las 12 condiciones prioritarias.
Entre esas condiciones están la reducción de la polarización política, la reforma judicial, el aseguramiento de instituciones estatales funcionales y el fortalecimiento de medidas anticorrupción, incluida la desoligarquización, entre otras.
El 8 de noviembre, en una conferencia de prensa, el representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo que Georgia había cumplido solo tres de las doce «prioridades» para ser considerado candidato: igualdad de género y lucha contra la violencia hacia la mujer, juicios de derechos humanos en las deliberaciones judiciales y el nombramiento de un defensor del pueblo a través de un proceso transparente. Borrell señaló: «Primero se debe trabajar en la despolitización de la vida política, la desoligarquización de la vida económica, política y social, en la reforma judicial, en la reforma electoral, en el pluralismo mediático y en los derechos humanos. No hay atajos».
Estas y otras preocupaciones también se detallaron en el primer informe anual de ampliación de la Comisión sobre Georgia, que se publicó el 8 de noviembre.
Gharibashvili, primer ministro de Georgia, y los principales miembros del partido gobernante Sueño Georgiano insisten en que el Estado ha cumplido con todos los requisitos necesarios.
Los expertos dicen que la decisión es tan buena como mala. Buena porque refleja un apoyo abrumador entre los georgianos a la membresía del país, pero mala ya que también «puede ayudar al partido gobernante, que tiene menos entusiasmo por Europa, en las elecciones parlamentarias de 2024″, escribió Emil Avdaliani, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Europea de Tiflis, Georgia, y estudioso de las rutas de la seda.
En una entrevista con Euronews, Natia Seskuria, directora del Instituto Regional de Estudios de Seguridad en Tiflis, dijo que la decisión tenía «mucho simbolismo«, aunque pasen años antes de que Georgia se convierta en miembro de pleno derecho. El simbolismo hace referencia a la influencia de Rusia en el país y en la región. Seskuria dijo a Euronews que la decisión de la Unión Europea de abrir negociaciones de membresía con Ucrania y Moldavia y ofrecer a Georgia situación candidato era «un mensaje muy importante para Rusia».
Un funcionario de la Unión Europea que habló con Reuters después de la decisión del 14 de diciembre, confirmó que el mensaje estaba destinado a Rusia. «El próximo movimiento de la Unión Europea trata de encontrar un equilibrio», ya que intenta evitar que el país caiga bajo la influencia de Moscú, explicó el funcionario.
Rusia no tomó bien la decisión. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, dijo que la medida era «politizada» y tenía como objetivo «molestar aún más a Rusia y enfrentar a estos países contra Rusia».
Otros, como Kornely Kakachia, director del Instituto Georgiano de Política, no descartan la posibilidad de que las negociaciones de membresía de Georgia se asemejen a las de Turquía. Esta última recibió la calificación de candidato en 1999 pero no ha logrado la membresía desde entonces. «Creo que existe ese riesgo, especialmente si Georgia continúa retrocediendo en términos de democracia y no hay cambios en aspectos políticos o de orientación de la política exterior», dijo Kakachia a Reuters.
El Gobierno dio un giro con respecto a libertades y derechos humanos desde octubre de 2020, cuando el país celebró elecciones parlamentarias muy disputadas el 31 de octubre y entró en una crisis política que aún continúa. Desde entonces, en el país ha habido protestas violentas, ataques a los medios independientes y una creciente brecha entre la sociedad y la dirigencia estatal.
En septiembre de 2023, el partido gobernante intentó destituir al presidente del país, pero no tuvo éxito.
El historial del país en términos de libertades y democracia ha ido deteriorándose. Y el partido gobernante, Sueño Georgiano, ha enfrentado críticas por su postura anti-LGBTQ+, mientras se acerca a Rusia desde que invadió Ucrania.
Para el pueblo de Georgia, sin embargo, la decisión del 14 de diciembre es un sueño que quizás algún día se haga realidad. Como dijo a Reuters un manifestante en la capital, Tiflis, el 14 de diciembre: «Probablemente ese sea mi sueño, ver que Georgia forme parte de la familia europea».