
Jefe delincuenciales de Kirguistán renuncian a su ideología y su condición. Captura de pantalla del video de YouTube de Kloop na russkom. Uso justo.
El 4 de octubre, Kamchy Kolbaev, capo de la delincuencia en Kirguistán y conocido como el «cuñado ladrón», fue abatido en una operación llevada a cabo por el Comité Estatal de Seguridad Nacional (GKNB). Fue abatido a tiros en su restaurante, presuntamente tras mostrar resistencia armada. El GKNB calificó el incidente de operación especial en el marco de la investigación de causas penales contra grupos de delincuencia organizada y sus dirigentes.
Al día siguiente, 5 de octubre, el Comité de Seguridad Nacional de Kazajistán (KNB) llevó a cabo detenciones a gran escala de grupos delictivos en cooperación con el Ministerio del Interior y la Fiscalía General. Los grupos detenidos eran autores presuntos de actividades ilegales en las regiones fronterizas de Kazajistán con Kirguistán, China y Uzbekistán.
Dos meses después, a principios de diciembre, el Ministerio del Interior uzbeko llevó a cabo redadas contra bandas callejeras y grupos delictivos en varias ciudades, y detuvieron a 103 personas en total. El detenido más notable fue Salim Abduvaliev, hombre de negocios vinculado al mundo criminal y que parecía intocable.
Estas detenciones causaron conmoción en toda Asia Central, y plantearon interrogantes sobre el futuro de los grupos de delincuencia organizada en la región. La influencia de Kolbaev se extendía mucho más allá de Kirguistán, y las detenciones de delincuentes en los países vecinos tras su muerte así lo indican. Los grupos de delincuencia organizada de la región se están retirando, pero aún existen dudas sobre si la embestida gubernamental logrará eliminar su influencia.
Destacado, rico e influyente
Kolbaev no era un delincuente corriente. Fue el primer y único cuñado ladrón kirguiso, título especial otorgado a la élite criminal. La historia de los cuñados ladrones se remonta a la década de 1930, cuando las autoridades soviéticas crearon un sistema especial de castas carcelarias para controlar la enorme población recluida de la Unión Soviética. Los cuñados ladrones originales seguían un código de honor específico, que les prohibía cooperar con las autoridades, tener familia y dirigir un negocio. Su trabajo consistía en mantener las tradiciones del mundo criminal. Uno se convertía en cuñado ladrón a través del proceso de «coronación» por parte de otros miembros.
Kolbaev fue uno de los jefes del crimen más destacados de Kirguistán y Asia Central. Su grupo de delincuencia organizada estaba formado por 424 participantes. Su «coronación» fue en Moscú en 2008. En 2012, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, incluyó a Kolbaev en la lista negra de los mayores capos de la droga. En 2017, el Departamento del Tesoro estadounidense lo incluyó en su lista negra, afirmó que Kolbaev formaba parte del grupo criminal internacional «Bratskii Krug» (círculo fraternal), formado por jefes de la delincuencia de países postsoviéticos. Las autoridades estadounidenses prometieron una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que permitiera condenar a Kolbaev o destruir sus planes delictivos.
Este video de YouTube muestra la trayectoria de Kolbaev en el mundo criminal.
Kolbaev ya ha sido detenido en varias ocasiones. Sin embargo, a mediados de agosto de 2023, su antiguo abogado informó que no había causas penales en su contra. La influencia de Kolbaev se extendía más allá del mundo criminal. Al parecer, también tuvo una gran influencia en la vida política de Kirguistán, ya que negoció la renuncia del anterior presidente, Sooronbai Jeenbekov, y respaldó la candidatura del actual presidente, Sadyr Japarov, en octubre de 2020, durante la agitación política del país.
Según el GKNB, Kolbaev y sus familiares y asociados tenían activos financieros ilegales en los sectores de turismo, construcción, comercio y restaurantes. Su grupo de delincuencia organizada estaba implicado en contrabando, tráfico internacional de drogas, robos y secuestros. El GKNB estimó sus activos en unos mil millones de dólares.
Este video de YouTube muestra las propiedades confiscadas a Kolbaev.
Los líderes del crimen organizado detenidos en el vecino Uzbekistán a principios de diciembre no son menos notorios, ricos o influyentes. Uno es Bakhtiyar Kudratillayev, ampliamente conocido por su apodo Bakhti Tashkentskiy. Es costumbre que los ladrones cuñados tengan apodos, el de Kolbaev era Kolya-Kirgiz. Kudratillayev es el único cuñado ladrón de Uzbekistán, fue coronado en 1997 a la edad de 26 años.
Una figura aún mayor es Abduvaliev, ampliamente conocido como Salimboy y Salim Boyvacha (Salim el Rico), que aluden a su inmensa riqueza. Abduvaliev es una de las figuras más ricas e influyentes de Uzbekistán. Junto con su colega Gafur Rakhimov, Abduvaliev supervisa el tráfico de drogas de Afganistán a Rusia a través de la Ruta del Norte, que pasa por Uzbekistán. El exembajador estadounidense en Uzbekistán lo ha llamado «el jefe de la mafia uzbeka». También se dice que Abduvaliev vende puestos en el Gobierno y facilita grandes licitaciones.
Este video de YouTube es sobre Abduvaliev.
La verdadera pasión de Abduvaliev son los deportes. Ha sido cinco veces campeón nacional de lucha libre. Desde 2017, Abduvaliev es jefe adjunto del Comité Olímpico Nacional de Uzbekistán y director de la Asociación de Lucha. En 2021, recibió el título de «Entrenador deportivo de honor».
Este video de YouTube es de una entrevista con Abduvaliev en su casa.
Muerto o detenido
Tras la muerte de Kolbaev, decenas de trabajadores estatales y empresarios fueron detenidos en relación con sus presuntos vínculos con los grupos delictivos dirigidos por Kolbaev. El jefe del GKNB, Kamchybek Tashiyev, declaró que «ya no habrá mafia» relacionada con Kolbaev y Raimbek Matraimov, exfuncionario de aduanas implicado en tramas de corrupción transnacional. Con sus activos multimillonarios transferidos ahora al Estado, el imperio criminal de Kolbaev parece borrado.
En cuanto al resto de los grupos delictivos activos en Kirguistán, la muerte de Kolbaev les ha enviado una señal clara de que las autoridades tomarán las medidas más severas en su contra. Destacadas figuras delictivas afiliadas a Kolbaev han publicado videos en los que renuncian a la ideología criminal y prometen vivir conforme a la ley.
En este video de YouTube, figuras de la delincuencia de Kirguistán renuncian a su ideología criminal y a su condición de delincuentes.
A Kudratillayev y Abduvaliev, actualmente detenidos, parece aguardarles un destino mucho mejor, pero aún trágico. Kudratillayev es sospechoso de extorsión, que se castiga con penas de prisión de 10 a 15 años, y de fabricación, adquisición, almacenamiento y otras acciones ilegales con estupefacientes, sus análogos o sustancias psicotrópicas.
La causa penal contra Abduvaliev se inició en virtud del artículo 248 del Código Penal de Uzbekistán, que se refiere a adquirir, almacenar, portar, transportar, enviar y usar armas de fuego, municiones, explosivos y medios de voladura o artefactos explosivos sin las licencias o permisos correspondientes. Enfrenta una pena de prisión de entre cinco y diez años.
Las élites criminales modernas de Asia Central, como Kolbaev y Abduvaliev, son diferentes de los ladrones políticos originales. Tienen familia, dirigen empresas, ocupan cargos oficiales y financian campañas. Su influencia se ha extendido desde hace tiempo del mundo criminal a la vida política y económica de sus países. Los Gobiernos de Asia Central, que son autoritarios y populistas, se están moviendo sobre los grupos de delincuencia organizada para consolidar el poder y atender a la demanda pública de reducir la delincuencia. Puede que los grupos de delincuencia organizada sobrevivan la represión actual, pero ya no ejercerán la misma influencia sobre la región.