
Imagen de Arzu Geybullayeva
Este artículo se publicó originalmente en OC Media. Reproducimos una versión editada bajo un acuerdo de asociación de contenido.
La 29ª sesión de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) se reanudará en 2024 en Bakú, la capital de Azerbaiyán. La decisión se tomó luego de varios meses de dudas sobre el lugar adecuado para llevar a cabo la cumbre climática insignia de Naciones Unidas. Finalmente, el 9 de diciembre se anunció que, después de Dubái, el siguiente anfitrión será otro país productor de energía: Azerbaiyán. Esto marca el tercer año consecutivo en que un país productor de petróleo y gas albergará las conversaciones sobre el clima.
La cumbre es el consejo supremo de decisiones de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), adoptada en 1992. La convención tiene 198 miembros (197 Estados y una organización de integración económica regional), y a través de la COP, tiene la tarea de revisar «las comunicaciones nacionales e inventarios de emisiones presentados por las Partes; [y] evaluar los efectos de las medidas tomadas por las Partes y el progreso realizado para lograr el objetivo final de la Convención», según el sitio web de la CMNUCC.
La CMNUCC también es la matriz de varios tratados climáticos importantes, como el Acuerdo de Paris de 2015, el Protocolo de Kioto de 1997 y el Paquete Climático de Glasgow de 2021:
The ultimate objective of all three agreements under the UNFCCC is to stabilize greenhouse gas concentrations in the atmosphere at a level that will prevent dangerous human interference with the climate system, in a time frame which allows ecosystems to adapt naturally and enables sustainable development.
El objetivo final de los tres acuerdos bajo la CMNUCC es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que evite interferencias humanas peligrosas en el sistema climático, en un marco temporal que permita la adaptación natural de los ecosistemas y favorezca el desarrollo sostenible.
Desde 1995, la COP se ha reunido una vez al año, con los países anfitriones elegidos de manera rotativa entre las cinco regiones reconocidas por Naciones Unidas: África, Asia-Pacífico, Europa del Este, América Latina y el Caribe, Europa Occidental y otros Estados. Un país de Europa del Este estaba programado para ser el anfitrión de la COP en 2024.
Todos los países de la región deben llegar a un consenso sobre el siguiente anfitrión. El estancamiento en curso se debió a la amenaza de Rusia de vetar cualquier oferta de un país de la Unión Europea, dadas las sanciones contra Moscú por la guerra en Ucrania. Azerbaiyán y Armenia también amenazaron con vetar mutuamente las ofertas de cada uno para ser anfitriones debido a las tensiones en las relaciones entre ambos países. Pero el 8 de diciembre, finalmente se logró un avance. En primer lugar, Bulgaria retiró formalmente su candidatura y luego Armenia y Azerbaiyán emitieron una declaración conjunta en la que Armenia apoyó la candidatura de Azerbaiyán para presidir la COP29.
Pero aún cuando el estancamiento puede haberse resuelto, surgen preguntas sobre el historial de derechos humanos y libertades de Azerbaiyán, así como de sus intenciones sobre el uso de combustibles fósiles y sus planes para reducir las emisiones. La economía del país depende en gran medida de la producción de petróleo y gas, que representa aproximadamente el 90% de los ingresos por exportaciones de Azerbaiyán. Aunque el país tiene dos documentos que reconocen los límites del modelo de crecimiento impulsado por hidrocarburos (Azerbaiyán 2030: Prioridades Nacionales para el Desarrollo Socioeconómico y la Estrategia Socioeconómica de la República de Azerbaiyán para 2022–2026), actualmente no está en camino de cambiar estos modelos y, por lo tanto, es probable que no cumpla con sus objetivos de emisiones netas cero o de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que las políticas e instituciones del país tampoco son adecuadas para alcanzar estos objetivos.
El panorama desde Bakú
Además de las prioridades nacionales y los documentos estratégicos mencionados anteriormente, los legisladores azerbaiyanos aprobaron dos leyes en 2021: la ley sobre el uso de fuentes de energía renovable en la producción de electricidad y la ley sobre el uso racional de los recursos energéticos y la eficiencia energética. Antes de esto, el país no tenía un marco legal para la eficiencia energética. En 2020, el Ministerio de Energía creó la Agencia de Energía Renovable.
Azerbaiyán también ha invertido en algunos proyectos de energía sustentable, como la construcción de un cable eléctrico bajo el mar Negro para transportar gas azerbaiyano desde las instalaciones eólicas del país hacia Europa. Sin embargo, no está claro cómo el país alcanzará el objetivo de cero emisiones o cómo reducirá el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y el 40% para 2050 (en comparación con el año base de 1990) según sus metas nacionales. Esto también se refleja en un informe reciente del Banco Mundial según el cual «Azerbaiyán deberá pasar de los objetivos a la implementación para lo que dedicará recursos adecuados a las instituciones respectivas y mejorará la responsabilidad por los resultados».
La compañía petrolera estatal SOCAR piensa de manera diferente. En el Foro de Inversiones Azerbaiyán-Turquía en diciembre de 2023, Rovshan Najaf, presidente de SOCAR, señaló: «Nuestro objetivo es lograr emisiones netas cero para 2050. La investigación científica actual nos permitirá alcanzar estos objetivos en poco tiempo», en el ámbito de varios proyectos de varios proyectos de energía verde actualmente implementados en Azerbaiyán.
Pero según un informe reciente del Banco Mundial, si Azerbaiyán se adhiere al escenario de «negocios como de costumbre», no se lograrán estos objetivos. «En un escenario de negocios como de costumbre, las emisiones relacionadas con la energía y los procesos industriales serían solo un 28% más bajas que los niveles de 1990 en 2030 y solo un 30% más bajas en 2050. Para alcanzar los objetivos de Contribución Nacional Determinada (NDC+), la energía renovable debería representar aproximadamente el 20% de la generación de energía para 2030 y el 40% para 2050 (en comparación con el 7% en 2022), y se deben adoptar políticas para apoyar mejoras en la eficiencia energética en todos los sectores de uso final para lograr una reducción del 5% en la demanda final de energía para 2030 y del 15% para 2050 en comparación con el caso de negocios como de costumbre».
El cable submarino del mar Negro también plantea serios desafíos. Los estudios de viabilidad realizados hasta ahora se hicieron antes de que Rusia invadiera Ucrania, lo que pone en riesgo la seguridad del transporte en el mar Negro.
Derechos humanos y libertades
Las críticas a la elección de Azerbaiyán como país anfitrión surgieron rápidamente.
Andrew Stroehlein, director de Medios y Editoriales Europeos de Human Rights Watch, condenó la decisión y afirmó que «poner a otra petroautocracia que viola derechos a cargo de negociaciones que abordan la crisis climática es simplemente vergonzoso».
La investigadora ambiental Hannah O'Sullivan dijo a OC Media que si bien los Estados dependientes de los combustibles fósiles necesitaban formar parte de las negociaciones, la COP28 demostró que pedirles que sean anfitriones «no funciona».
Afirmar que se desea un lenguaje más ambicioso en un acuerdo mientras se invita a miles de grupos de presión de combustibles fósiles a las negociaciones es incompatible con la acción climática necesaria a nivel global», dijo O'Sullivan. «Que Azerbaiyán sea el anfitrión en 2024 no brinda muchas esperanzas de que la COP29 sea diferente, especialmente con solo 11 meses para prepararse».
En un discurso en la conferencia COP28 en Dubái el 16 de diciembre, el ministro de Ecología y Recursos Naturales de Azerbaiyán, Mukhtar Babayev, dijo que Azerbaiyán estaba «comprometido a contribuir a los esfuerzos globales» para mitigar el cambio climático. Babayev también sugirió que Azerbaiyán convertiría las «zonas liberadas» en una «zona neutral en carbono» para 2050, en referencia a zonas en y alrededor de Nagorno-Karabaj.
Sugirió que esto se lograría con agricultura sostenible, transporte ecológico, ciudades y pueblos inteligentes, y reforestación.
La relación de Azerbaiyán con los manifestantes ambientales ha sido complicada en el último año.
A partir de diciembre de 2022, el Gobierno apoyó verbal y materialmente a autodenominados ecomanifestantes que bloquearon el corredor de Lachin, que conectaba Nagorno-Karabaj con Armenia, durante nueve meses. Varias organizaciones ambientales independientes de Azerbaiyán negaron cualquier conexión con las protestas.
Sin embargo, las protestas en junio contra la contaminación informada de lagos en Azerbaiyán por parte de empresas mineras fueron brutalmente reprimidas, golpearon y arrestaron a manifestantes, a los periodistas se les impidió cubrir las protestas y el pueblo de Soyudlu estuvo bajo bloqueo policial casi seis meses después.
Aunque las detenciones de manifestantes son comunes en Azerbaiyán, en los últimos meses, al menos diez periodistas independientes han sido detenidos, y algunos advirtieron de una represión a los medios independientes.
Zhala Bayramova, abogada de derechos humanos e hija del político y economista detenido Gubad Ibadoghlu, dijo a OC Media que las afirmaciones del Gobierno de Azerbaiyán sobre sus esfuerzos para combatir el cambio climático y proteger los derechos humanos eran «infundadas».
«Cuando miramos a los presos políticos y las condiciones inhumanas en las que se encuentran, es evidente que las afirmaciones de Azerbaiyán son engañosas», dijo Bayramova. «Mi padre abogaba por la gestión abierta y responsable del petróleo, el gas y los recursos minerales. Perdió su trabajo en la Universidad Estatal de Economía por eso».
Bayramova agregó que Azerbaiyán «ni siquiera permite que nadie supervise el cambio climático» ni los efectos de la extracción de petróleo, gas y minerales.
Esto se evidencia en el arresto de defensores del ambiente como Nazim Bederbeyli, en amenazas a personas con perder sus empleos como mi padre, y también en restricciones a personas que supervisan y filman perforaciones de petróleo y gas», dijo Bayramova. Añadió que el Gobierno recientemente reprimió a la sociedad civil y los periodistas, «para que sus afirmaciones falsas e imparciales no puedan ser refutadas».