
Protesta en São Paolo en honor de Julieta Hernández, 12 de enero de 2024. Foto de Rovena Rosa/Agência Brasil. Utilizada con autorización.
Aviso: Este artículo contiene menciones a asesinatos, agresiones sexuales y violencia contra las mujeres que pueden ser perturbadoras para algunos lectores.
Tras el feminicidio de la artista y ciclista venezolana Julieta Inés Hernández Martínez, de 38 años, activistas, movimientos feministas y grupos de defensa del ciclismo de toda Sudamérica resaltaron la crueldad del crimen con homenajes, protestas callejeras y marchas urbanas de ciclistas en más de 150 ciudades, especialmente en Brasil y Venezuela.
El cadáver de Hernández Martínez apareció enterrado en una zona boscosa el 5 de enero en Presidente Figueiredo, municipio del estado de Amazonas, al norte de Brasil. Sus familiares y amigos habían denunciado su desaparición el 23 de diciembre, se habían contactado con las autoridades policiales brasileñas, e iniciado una campaña en redes sociales para encontrarla.
Estaba cruzando Brasil, donde vivía hace ocho años, en bicicleta camino a Puerto Ordaz (Venezuela) para celebrar las fiestas con su familia.
Hernández Martínez se identificaba como migrante, nómada, payasa, titiritera y cicloturista, además de ser una querida artista callejera y defensora del ciclismo. Fue fundadora de la Red de Payasas Venezolanas, parte del colectivo Circo di SóLadies, grupo de teatro en el que actuaba como la payasa Jujuba, y miembro de Pé Vermêi, colectivo que reúne a artistas y ciclistas que recorren Brasil en bicicleta. Siempre estuvo cerca de una cultura que promovía la conexión con los movimientos sociales, tanto en Brasil como en Venezuela.
Según la Policía Civil de Amazonas, una pareja local confesó el crimen de la artista. Un hombre de 32 años y una mujer de 29 son los sospechosos de robar, violar y matar a Hernández Martínez y luego ocultar su cadáver. También la apuñalaron, estrangularon y prendieron fuego antes de enterrarla en el patio trasero junto con su bicicleta. Su cuerpo fue encontrado después de que un vecino vio partes de una bicicleta rota y llamó a la Policía.
Según Sophia La Roja, hermana de Hernández Martínez, en un mensaje enviado a un chat de WhatsApp de un grupo de ciclistas, Hernández Martínez pasó la noche en casa de los agresores porque se dio cuenta de que sus cinco hijos estaban mal alimentados:

Captura de pantalla del mensaje enviado por familiares y amigos de Julieta Hernández (su hermana Sophia La Roja, y sus amigas Verónica Seijas, Verónica Gabriela y Cinthia Caracciolo) en un grupo de Whatsapp de defensa del ciclismo en enero de 2024. Captura de pantalla tomada por Gabriela Mesones Rojo.
Pedalear por justicia
El 13 de enero, un grupo de ciclistas recorrió la ciudad de Caracas mientras coreaban para pedir justicia para Julieta y destacaron la violencia que sufren las mujeres ciclistas en Caracas y las viajeras en América Latina: «no estamos todas: ¡Julieta no está!», «tenemos derecho a movernos, derecho a viajar solas», «queremos a nuestras hermanas vivas».
La bicicletada fue organizada por el colectivo Ser Urbano, que promueve la buena vida pública en Caracas, y por la Asamblea del Ciclismo Urbano, que promueve el «biciactivismo».

Bicicletada en honor a Julieta Hernández Martínez en Caracas, Venezuela, uno de los muchos homenajes organizados por Ser Urbano y Asamblea de Ciclismo Urbano. 13 de enero de 2023. Foto de Gabriela Mesones Rojo. Utilizada con autorización.
Más de 150 protestas pacíficas, homenajes y actos culturales han tenido lugar en Venezuela, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile desde que se conoció la noticia del asesinato de Hernández Martínez.
En bicicleteada estatal en Brasil, cientos de actos de homenaje y paseos en bicicleta han rendido tributo a la artista, para celebrar su vida, sus valores y su legado como mujer viajera y defensora del ciclismo. El movimiento cobró impulso en redes sociales, y la etiqueta #JustiçaParaJulieta (Justicia para Julieta) se hizo viral.
En entrevista publicada en el canal de YouTube de SóLadies, Hernández Martínez habló de sus valores como viajera, ciclista y payasa:
Being a woman, a clown, and a Venezuelan migrant are three intertwined things. At the moment I am an itinerant migrant traveling by bicycle through the interior of the northeastern states of Brazil. Being a woman, a clown, and a migrant is a great responsibility because, whether we want to or not, we become references for women who travel alone, references for women who choose a profession that is generally for men. Because it is difficult for clowns to arrive in many places, and even less so for female clowns.
Ser mujer, payasa y migrante venezolana son tres cosas entrelazadas. En este momento soy una migrante itinerante que viaja en bicicleta por el interior de los estados del noreste de Brasil. Ser mujer, payasa y migrante es una gran responsabilidad porque, queramos o no, nos convertimos en referencia para las mujeres que viajan solas, referencia para las mujeres que eligen una profesión que generalmente es para hombres. Porque es difícil para los payasos llegar a muchos lugares, y más aún para las payasas.
Feminicidios en Amazonas: apremiante problema
Las estadísticas del Ministerio de Justicia de Brasil muestran que cada día mueren cuatro mujeres en feminicidios en el país, delito que la legislación brasileña considera atroz desde 2015, y significa que mujeres o niñas son asesinadas por su género.
En una encuesta de 2021, Brasil ocupaba el quinto lugar entre los países latinoamericanos con mayor índice de feminicidios. El asesinato de Hernández Martínez se ha convertido en un símbolo de esta violencia, pero también de los riesgos que afectan a las mujeres ciclistas y a las que viajan solas por todo el mundo.
Según el informe «Violencia contra niñas y mujeres en el 1º semestre de 2023«, del Foro Brasileño de Seguridad Pública, el número de feminicidios en el estado de Amazonas creció 87,5% en comparación con el mismo período de 2022. Se registraron 15 muertes en 2023, frente a las ocho del año anterior.
El silencio de las autoridades también ha sido criticado por manifestantes y defensores del ciclismo en los homenajes en honor de Hernández Martínez. Ni el Gobierno de Amazonas ni su gobernador, Wilson Lima, del partido União Brasil, se han pronunciado públicamente sobre el crimen, ni han mencionado el acuciante problema de la violencia de género en el país. El medio independiente brasileño Vocativo también destacó que los miembros de la bancada de Amazonas en la asamblea estatal también han guardado silencio ante el feminicidio.
La presidenta de la Fundación Nacional de las Artes de Brasil (Funarte), Maria Marighella, lamentó la muerte de Hernández Martínez y dijo que la fundación sigue las investigaciones junto con el Gobierno estatal de Amazonas:
Com toda alegria e irreverência, Julieta viajava com sua arte conduzindo crianças e adultos ao mundo circense e por isso, sempre será lembrada. Inquieta em relação à desigualdade de gênero, sua busca por equidade é uma inspiração pra todas nós.
Con toda alegría e irreverencia, Julieta viajó con su arte y llevó a niños y adultos al mundo del circo y, por ello se le recordará siempre. La inquietaba la desigualdad de género, su búsqueda de la igualdad es una inspiración para todos nosotros.