Las palabras tienen algo que decir: Episodio 9

Captura de pantalla de un documental sobre los enrutadores en Costa de Marfil en YouTube.

Las diferentes versiones de la lengua francesa que se hablan en los cuatro rincones del mundo no siempre se parecen. En nuestra sección “Las palabras tienen algo que decir”, rendimos homenaje a las palabras o expresiones que son específicas a una región, un país y una comunidad, y también las intraducibles que hay en francés y que se traducen a medias, y palabras francesas que pasan de otros idiomas y no se traducen, y que a veces hasta toman un nuevo sentido.

Puedes recuperar nuestros episodios anteriores en la sección: Las palabras tienen algo que decir.

En esa ocasión hemos elegido estos tres términos y expresiones:

Mandarin (mandarín): este término se deriva de la palabra portuguesa «mandarim«, que viene del verbo portugués «mandar», que significa comandar, ordenar. También está influenciada por la palabra malasia “menteri” en referencia al título de consejero del rey o al ministro. Al comienzo, el término mandarín lo usaban los portugueses para designar a un alto funcionario o alguien de influencia, en China (官僚) y en Malasia a partir del siglo XVI.

Ahora, el término hace referencia, de una parte, a un erudito consagrado, y de otra parte una lengua china con calidad de oficial en China y Taiwán.

El término también aparece en literatura, como en el título de la novela de culto “Les Mandarins” (Los mandarines, 1954) de Simone de Beauvoir, u “O Mandarim” (El mandarín, 1880) del escritor portugués Eça de Queirós.

Angažmá: en checo, esta palabra significa contrato de artista, pero su origen es la palabra francesa engagement (compromiso). Ese galicismo viene de la expresión “comprometer a un artista”, lo que explica su sentido en checo moderno de contrato que detalla las condiciones de la contratación que hace una institución cultural, o deportiva.

Este archivo muestras un extracto de la emisión de 1972 de la televisión checoslovaca con la actriz de culto Jiřina Bohdalová, que pasa una prueba para que la contraten. De ahí el título “Haló, tady Jiřina: Zkouška na angažmá.”, es decir “Buenos días, acá Jiřina. Sesión audición».

Con el paso del tiempo, el término tomó un nuevo sentido más general de participación en un proyecto.

Según Wiktionary, el checo tiene hoy más de 3500 galicismos.

Brouteur: esta palabra nouchi se usa en Costa de Marfil para referirse a los estafadores. El nouchi es una lengua creada sobre la base del francés y varias lenguas africanas.

El término brouteur apareció a inicio de 2000, cuando varios jóvenes marfileños vieron en internet un medio para estafar a personas afortunadas. Con la imagen de ovejas que comen hierba sin mayor esfuerzo, el término se aplica a esos jóvenes que se enriquecen fácilmente usando redes sociales como medio de debate para acercarse a algunas personas, fidelizarlas y explotar su credulidad. Se usan varias técnicas: crear cuentas falsas con fotos de artistas y personalidades en el perfil para conversar con las víctimas, chantaje sexual; fraude sentimental y hasta maleficios.

Esta práctica la han tomado jóvenes de otros países del continente, como Ghana, Benín, Camerún y Nigeria. En Burundi y en Camerún, a los brouteurs también se les llama raspadores. Este video contiene una encuesta al respecto en Costa de Marfil.

Si tienes alguna palabra o expresión que se pueda incluir en nuestra sección «Las palabras tienen algo que decir», ponte en contacto con nosotros: filip.noubel@globalvoices.org

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