Este artículo fue producido por UNTOE, grupo de tres amigos que trabajaron juntos como parte del proyecto de EngageMedia Youth Advocacy y Communications for Internet Freedom. Fue publicado originalmente por EngageMedia, organización de medios, tecnología y cultura sin fines de lucro, y Global Voices reproduce versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenidos.
Publicar un mensaje o un comentario en el ámbito digital engendra múltiples fenómenos en línea. A uno de estos fenómeno se le conoce coloquialmente como «ทัวร์» o «tour» en Tailandia. El fenómeno consiste en que los internautas tailandeses emprenden un viaje virtual, parecido a un tour, a cualquier entrada, donde se publican críticas, comentarios sarcásticos o incluso malas palabras, y que ejemplifican la naturaleza dinámica del discurso en línea.
Un fenómeno intrigante es la aparición de la jerga como sustituto de groserías. Por ejemplo, utilizar el término «ค.» (C.) en lugar de la grosería más explícita «ค*ย» (joder), a menudo para mitigar las posibles consecuencias de abordar temas socialmente delicados o para eludir repercusiones legales, como demandas por difamación. En un momento en que los comentarios críticos contra el Gobierno, en línea y en persona, pueden convertirse en armas contra el público, los internautas tailandeses han recurrido a alternativas lingüísticas únicas para seguir expresándose libremente en línea.
Entender el carácter «ค.» y el fenómeno Tour
El carácter «ค.» suele aparecer como comentario cuando las publicaciones del Gobierno o de los medios informan de políticas gubernamentales poco razonables. En estos casos, en los comentarios de las publicaciones predomina el carácter «ค. En algunos casos, se usan frases más elaboradas como «ค. ความคิดดี» (F, fabuloso).
El doctor Niwes Hemvachiravarakorn, en su comentario para Bangkok Biz News, ha observado y comentado el fenómeno del Tour, que implica a muchos participantes, como los usuarios de medios digitales modernos, y en particular en plataformas como X (antes Twitter). Estas personas se dedican a lo que puede describirse como «asaltar» publicaciones, ven activamente fotos y videos, y hacen comentarios.
En un articulo de Matichon, Kla Samudavanija señaló que el «fenómeno Tour» se presenta como una herramienta o arma que emplea el común de la gente, que se une como fuerza colectiva, sin acuerdo previo, para ganar influencia y capacidad de escrutinio, resistencia y crítica de quienes ocupan puestos de autoridad gubernamental.
Además, Tour tiene el potencial de disuadir de expresiones que atentan contra los derechos de los demás o vulneran valores ampliamente aceptados por la sociedad. Esto incluye contenidos ofensivos como chistes obscenos y casos de racismo, que en ocasiones se manifiestan en forma de anuncios irreflexivos. También puede servir para controlar violaciones de derechos y abusos de poder por parte de personas en posiciones de autoridad, que antes pueden haber pasado desapercibidos. Puede tratarse de casos de sanciones severas o prácticas ilegítimas en las escuelas, así como de abuso de funciones oficiales o incumplimiento del deber por parte de funcionarios públicos. Para las personas sorprendidas en el acto y sometidas al escrutinio de Tour, garantizar un final feliz puede resultar difícil.
En el contexto del fenómeno Tour, a menudo aparecen algunas palabras claves en los comentarios, como el carácter ค. Estas palabras claves tienen implicaciones significativas dentro del grupo de comentarios, lo que refuerza aún más el carácter colectivo del fenómeno.
El término «ค.» es emblemático de la fluidez e ingenuidad inherentes al léxico tailandés de internet. Tiene diversas interpretaciones, que abarcan expresiones como «ความคิดดีมาก» (muy buena idea), «หัวคิดดีมาก» (muy pensativo) y, a veces, incluso «ค*ย» (joder/genitales masculinos). Sin embargo, se asocia más comúnmente con un término de jerga que se refiere a los genitales masculinos, cuyo uso a menudo se refrena por las preocupaciones discutidas anteriormente.
Utilizar «ค.» como defensa frente a repercusiones legales
Esta aprensión va más allá de las posibles repercusiones personales y abarca un temor más amplio a las acciones del Gobierno. Esto afecta a los ámbitos de los derechos, la libertad de expresión y la libertad de crítica. Se han dado casos de acciones legales contra personas que expresaron sus críticas, lo que subraya el problema subyacente. Weerachatpong (Doe), a pesar de tener problemas de aprendizaje, enfrentó acciones legales por parte de Apiwat Khanthong, presidente de un comité encargado de defender la reputación del ex primer ministro de Tailandia Prayut Chan-o-cha. Los cargos presentados contra Weerachatpong incluían «insultar al primer ministro», «causar daño al primer ministro» y la posibilidad de «incitar al insulto y al odio». Luego, se le impuso una multa de 2000 bahts (57,2 dólares), con lo que concluyó el caso.
Estos sucesos arrojan luz sobre la intrincada interacción entre la expresión, la crítica y las posibles consecuencias que enfrentan las personas al expresar sus opiniones, especialmente en los casos en los que está implicado el Gobierno.
La organización Thai Lawyers for Human Rights (TLHR) descubrió un patrón desconcertante. Era la cuarta vez que Apiwat acusaba a personas por criticar las responsabilidades oficiales del primer ministro, y las acusó de difamación. Esta tendencia podría contribuir a que los ciudadanos tailandeses se inclinen por emplear un lenguaje codificado como «ค.» como defensa frente a las repercusiones legales.
La utilización de «ค.» puede percibirse como una estrategia para eludir la censura o el riesgo de ser excluido de varias plataformas. Esta precaución no es infundada, dado que el término «ค*ย» (joder) puede considerarse incitación al odio según las directrices de las plataformas y las normas sociales específicas.
Surge entonces la pregunta: ¿quién tiene autoridad para calificar algunas palabras de incitación al odio, y vulnerar así el derecho fundamental a la libertad de expresión?
Buscar espacios alternativos para la libertad de expresión en línea
Como informa TIME, las plataformas de medios sociales han asumido un papel más importante en la regulación de los límites de la libertad de expresión. Estas plataformas ejercen el control, pues tamizan y filtran la información que difunden al mundo.
Esta dinámica ha impulsado a muchos a gravitar hacia plataformas que ofrecen un mayor grado de libertad, y Telegram es un ejemplo destacado. En Telegram han surgido comunidades políticas como espacios en los que las personas se reúnen para dialogar y expresar sus puntos de vista.
Telegram ofrece numerosas ventajas, como la posibilidad de unirse a grupos con facilidad y anonimato. Estos grupos pueden ampliarse sin limitaciones de miembros, y Telegram ofrece varias funciones de comunicación, que abarcan chat, archivos adjuntos y videollamadas, lo que garantiza una interacción cómoda y versátil.
Sin embargo, Telegram tiene sus inconvenientes. Algunos grupos pueden difundir información falsa o inventada, con lo que se podría perpetuar la desinformación. También es posible que las identidades personales individuales se vean comprometidas o que enfrenten acusaciones de responsabilidad. En algunos casos, Telegram puede utilizarse para propagar e incitar a la violencia.
El grupo político más destacado en Telegram en el momento de la manifestación juvenil de 2021 era «FreeYOUTH«, que reunió a más de 300 000 miembros en muy poco tiempo.
Mantener la libertad de expresión en línea
En lugar de un enfoque receptivo, el Gobierno ha optado por restringir las expresiones en línea del público, y obligado a crear palabras que protejan a las personas de posibles acciones legales. En última instancia, la resolución para preservar la libertad de expresión en línea puede implicar esfuerzos colectivos que desafíen al Gobierno, lo que incluye derogar leyes restrictivas. El Gobierno debe considerar derogar leyes que impiden la libertad de expresión, como las secciones 112, 116 y 326 a 333 del derecho penal, que engloban varias leyes penales y el Decreto de Emergencia de 2548 B.E.
El Gobierno también debe promover el respeto cultural y la libertad de expresión. Además, debe promover activamente el respeto a la diversidad cultural y la libertad de expresión mediante campañas de educación, comunicación y sensibilización.
También es importante desarrollar una supervisión neutral de los contenidos. Debe haber mecanismos de supervisión de contenidos en línea neutrales, equilibrados e independientes, para revisar y regular el contenido que pueda vulnerar los derechos y libertades de las personas.
Por último, es crucial hacer que la sociedad civil intervenga. Fomentar la participación de la sociedad civil en la supervisión y el tratamiento de las cuestiones relacionadas con la libertad en línea. La colaboración entre la sociedad civil, las entidades gubernamentales y las partes interesadas a título individual puede ser un enfoque eficaz.