Motos contra el hambre al este de República Democrática del Congo

Moto transportadora de plátano, foto de Umbo Salama

Este artículo se publicó originalmente en IciCongo en 2021. Global Voices reproduce una versión editada en virtud de un acuerdo para compartir contenido. Según el autor, el artículo es una interpelación a las autoridades para rehabilitar rutas en un momento en que República Democrática del Congo está renovando a los jefes de sus instituciones, porque la situación de sus rutas no ha cambiado.

Muchas rutas del este de República Democrática del Congo están en estado de deterioro muy avanzado. Solamente las motos permiten que la población pueda desplazarse en esas rutas. Los vehículos están indefensos ante el riesgo de perderlo todo: el tiempo y el motor.

En mayo y junio de 2021, no llovió mucho en República Democrática del Congo. A las motos les toma menos de cinco horas recorrer los cien kilómetros de ruta que  separan Butembo de Mangurejipa, en la provincia de Kivu del Norte, al este de República Democrática del Congo. Las agotadoras horas en esta ruta, a menudo sinuosa que serpentea a través montañas y territorios de grupos armados. La cruzan mamás con equipaje a la espalda y niños al cuello. Los motociclistas transportan enormes cargas de alimentos de la aldea a la ciudad.

Hay que ser hábil para conducir el motor, con más de 400 kg de mercadería durante más de cinco horas por rutas deterioradas y llenas de lodazales, baches y puntos en estado ruinoso. Un conductor, al ver que un compañero iba en moto con una carga de más de 300 kg exclamó:

L’homme mangera à la sueur de son front… ce travail en témoigne.

El hombre comerá del sudor de su frente… ese trabajo da fe.

Desde hace un tiempo, esas motos las que transportan gran parte de los alimentos a diversas ciudades, como Kivu del Norte, IturiTshopo en el este de República Democrática del Congo.

De harina de yuca a pescado fresco, pasando por hortalizas, aceite de palma, arroz, papa, puerro, gran parte de esos productos llegan en moto a esas ciudades. Louange Kasoki, vendedora de pescado en el mercado central de Butembo, da fe:

Si vous voulez amener du poisson frais par véhicule, vous courez à la perte car cela prendra plus d’un jour alors que la moto fait quelques heures entre le Lac Edouard (situé à 120km de la ville) et la ville.

Si quieres traer pescado fresco en vehículo, saldrás perdiendo porque tardarás más de un día, mientras que la moto solo tarda algunas horas en llegar desde el lago Eduardo (a 120 km de la ciudad).

Durante la estación seca, los motociclistas también son muy solicitados para transportar víveres. Kakule Jérôme, transportador de Sombé (hojas de yuca) en la ruta Butembo-Muhangi, de unos 40 km, explica:

Ce n’est pas facile comme on le croit mais l’important c’est d’arriver le plus vite possible, sinon toute la marchandise va pourrir.

No es tan fácil como podría pensarse, pero lo importante es llegar lo antes posible, pues de lo contrario toda la mercancía se pudrirá.

En efecto, hay que ver cómo se apresuran las señoras a rodear a los improvisados comerciantes.

A veces motociclistas y comerciantes improvisados

Muchos motociclistas que transportan víveres lo hacen a título personal de distribuidores. Compran al por mayor en los pueblos y entran a las ciudades para revender los alimentos. El conductor Ezra Sahika cuenta:

C’est plus payant que de trainer dans les rues poussiéreuses de la ville. On y gagne de loin plus et après, le soir, on peut rentrer transporter les personnes.

Se gana mucho más que dando vueltas por las polvorientas calles de la ciudad. Ganas mucho más y, por la noche, puedes volver a casa y transportar a la gente.

Otros se benefician de esta peligrosa distancia para vender motos que les sirven como medio de transporte de mercadería. Kamunyanane Fiston ha hecho un jugoso negocio, y afirma:

J’achète ici à Butembo une moto d’occasion à 300$. J’ajoute de la marchandise, jusqu’à 800kKg que je transporte sur cette même moto. Arrivé à Wamba situé dans la province de Haut Uele (à environs 800 km de Butembo), je lave la moto, je change le disque et je la revends à près de 600 $… même si je rentre à pied… Voyez le bénéfice… surtout pour le transport par kilogramme on me paie 5 ou 6 $. Alors multiplier par 800kKg. Il faut seulement de la force et de l’endurance.

Compro una moto de segunda mano aquí en Butembo por 300 dólares. Añado mercancías de hasta 800 kg, que transporto en la misma moto. Cuando llego a Wamba, en la provincia de Alto Uele (a unos 800 km de Butembo), lavo la moto, le cambio el disco y la vendo de nuevo por casi 600 dóares… aunque tenga que volver a casa andando… Fíjate en el beneficio… sobre todo por el transporte por kilo me pagan cinco o seis dólares, Así que multiplica eso por 800 k. Todo lo que necesitas es fuerza y resistencia.

Pero el viaje tiene sus peligros para estos transportistas. En su recorrido, los suelen secuestrar bandoleros o en peajes. Paluku Kisalya, transportista de víveres, lamenta:

La lourdeur des charges sur ces routes impraticables est épuisante. Mais il y a beaucoup de barrières, des tracasseries, et des militaires sur notre parcours qui grignotent sur nos gains, mais on fait avec.

El peso de la carga por estas rutas impracticables es agotador. Pero hay muchas barreras, burocracia y militares en nuestro recorrido que desgasta muestras ganancias, pero nos conformamos.

En esas rutas, es difícil y hasta inusual cruzarse con un vehículo aún en buen estado pues esas rutas destruyen la moral y el motor a la vez. Se necesita resistencia y un espíritu duro para osar enfrentar esas rutas.

Vehículos en situación límite

La Asociación de Arrendadores de Vehículos y Transportistas de Congo ( ALOVETRACO) muestra preocupación por la situación. Kavugho Mukirania, secretario permanente de la asociación, dice:

Les propriétaires des véhicules ne les accordent plus à nos membres de peur qu’ils les gardent trop longtemps.

Los propietarios de vehículos ya no se los dan a nuestros afiliados por miedo a que los conserven demasiado tiempo.

En cuanto a Kanduki Fiston, chofer de profesión, prefiere dejar su vehículo en una cochera antes que perderlo definitivamente en esas rutas intransitables, e indicó:

J’ai changé à 5 reprises les lames de mon camion avant d’arriver ici à Butembo. Pour mon collègue, c’est le châssis qui a cédé. Je ne remettrais jamais mon engin sur cette route si jamais les conditions demeurent les mêmes.

Cambié las cuchillas de mi camión cinco veces antes de llegar a Butembo. En el caso de mi colega, fue el chasís el que cedió. Nunca volvería a poner mi camión en esta carretera si las condiciones siguen siendo las mismas.

El rol de esas motos es esencial pese a los enormes riesgos. Si el transportista se resbala y cae con su moto, se necesitan al menos diez o quince personas para levantarla. En ese caso, la solidaridad se impone. Paluku Kasimba, que ayudó tras la caída de un motociclista con toda su mercadería, explica:

Si on additionne les marchandises qui sont sur cinq ou six motos, elles peuvent remplir un camion qui a la capacité de transporter 8 ou 10 tonnes. D’ailleurs je me suis toujours demandé que serait la vie actuellement dans nos villes s’il n’y avait pas ces motos. Avec ces routes très délabrées je ne vois pas quelqu’un hasardé son véhicule ici. Nous devons du respect à ces transporteurs.

Si sumamos la mercancía de cinco o seis motos, pueden llenar un camión de ocho o diez toneladas. Es más, siempre me he preguntado cómo sería la vida en nuestras ciudades hoy en día si no fuera por estas motos. Con estas carreteras tan deterioradas, no veo a nadie que se atreva a usar su vehículo aquí. Debemos respetar a estos transportistas.

Para saber más sobre el este de República Democrática del Congo, lee nuestra categoría especial:

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