En Paraguay aumentaron 243% las denuncias por violencia familiar entre el 2015 y el 2023

Ilustración hecha por Bianca Fernández en 2023. Usada con permiso.

Este artículo fue escrito por Noelia Díaz Esquivel y Johana Cuenca y publicado en Revista Emancipa el 10 de febrero de 2024. Una versión editada es republicada en Global Voices bajo un convenio entre los medios.

Aviso: Este artículo contiene menciones a asesinatos y violencia contra las mujeres que pueden ser perturbadoras para algunos lectores.

El Ministerio Público de Paraguay lanzó su primera plataforma de Datos Abiertos para fomentar la transparencia y la participación ciudadana a lo largo del país. La plataforma cuenta con un capítulo sobre hechos punibles de violencia contra las mujeres, en donde se observa un dato sumamente alarmante: según la evolución anual de denuncias por violencia familiar recibidas en el Ministerio Público en todo el país, entre el 2015 y el 2023 hubo un aumento de más del 243% de denuncias recibidas.

Infografía hecha por el Ministerio Público de Paraguay. Licencia abierta.

La violencia familiar también se plantea como el delito más denunciado de Paraguay durante el 2023, con 34.898 casos, una cifra que da cuenta que se atendió a un promedio de 95 víctimas por día, lo cual significa un incremento respecto al registro del año 2022, en el cual se observaron 86 casos por día.

La violencia contra las mujeres es todo acto y/o acciones sistemáticas, que pueden tener como resultado un daño psicológico, físico o un daño sexual derivados del género y los roles de género en la sociedad. Así también amenazas, coacción, o privación de libertad, u otro tipo de daño, tanto si se producen en la vida pública, laboral o en la vida privada.

El femicidio es la expresión más extrema de violencia contra la mujer, y las cifras otorgadas en la base de datos abiertos se observa que de enero a diciembre del 2023 se registran 45 víctimas de feminicidio en Paraguay. El informe también destaca que la edad de las víctimas es de entre 12 a 70 años, mientras que la edad promedio de los agresores es de entre 18 a 82 años. 

Infografía hecha a partir de datos oficiales procesados en el capítulo de violencia de la mujer del Ministerio Público de Paraguay. Licencia abierta.

El Departamento Central de Paraguay, el estado más pequeño pero con más densidad poblacional del país, es quien sigue liderando las altas cifras de violencia familiar con 14.605 casos en todo el año. Sigue Asunción, con 4.757, que también mantiene una elevada cifra al igual que Alto Paraná, con 3.546. En Caaguazú se reportaron 1.747 casos; en Itapúa, 1.549; en Cordillera, 1.483 y en San Pedro, 1.339.

A través de esta plataforma se comparten guías, análisis y materiales de apoyo que puedan complementar la información proveída. Tiene por objetivo promover y poner a disposición datos que puedan ser reutilizados en sectores estratégicos para la innovación, la generación de soluciones y diseño de políticas públicas ante problemáticas sociales y de seguridad; así como también promover la participación ciudadana y el acceso a la información pública. 

La visibilización de la violencia contra las mujeres es de suma importancia por varias razones, entre ellas promover políticas públicas, crear conciencia social, reconocimiento y validación de las experiencias de las víctimas, prevención y respuesta adecuada, acceso a justicia con atención integral, y promover cambios culturales. Sin embargo, el gobierno de Paraguay todavía tiene deudas pendientes en cuanto a sus políticas públicas enfocada en prevenir y contener la violencia de género en el país.

Un feminicidio que no se investigó

Un caso icónico de violencia familiar en Paraguay es el de Melisa Fleitas, de 18 años, quien fue denunciada como desaparecida en agosto del 2017, en la ciudad de Ypacaraí, al sur de Paraguay. Fue vista por última vez en julio de ese año en compañía de su pareja Jaime Fernández Vera. Ante la falta de respuestas y acciones de las autoridades competentes se emprendió una búsqueda a través de las redes sociales.

En julio de 2018, tras cumplirse el año de su desaparición, se organizó una marcha exigiendo que se investigue debidamente el caso; de ahí llegó a los medios de comunicación quienes iniciaron la investigación que el Ministerio Público no hizo en todo ese tiempo transcurrido.

Tras la investigación realizada por el periodista Rolando Rodi, se logró recabar datos importantes para la causa, testimonios de los vecinos que aseguraban que en la noche del viernes 21 de julio del 2017, aproximadamente a las dos de la madrugada escucharon los gritos desesperados de Fleitas implorando por su vida y ante el miedo a involucrarse decidieron encerrarse en sus hogares y guardar silencio.

Después de la publicación se logró allanar la vivienda (que supuestamente ya había sido inspeccionada), en donde se encontraron armas de fuego y recibos de dinero proveniente de los EEUU. A pesar de la evidencia encontrada la investigación no prosiguió. 

El 13 de octubre 2018 unos albañiles hallaron una fosa mientras realizaban una obra en el patio que se encuentra detrás de la casa donde vivía la pareja; se dio aviso a las autoridades pertinentes quienes respondieron que fueron a inspeccionar el lugar y que no se trataba más que una falsa alarma. Pero ante la insistencia de los colectivos feministas preocupados en la búsqueda de Fleitas, el día 16 de octubre de 2018 se presentaron en el lugar agentes de la Policía Nacional. Las autoridades confirmaron que se trataba de una fosa que contenía restos de proyectiles de arma de fuego y más al fondo restos de un cuerpo humano.

Allí estuvo Fleitas por 14 meses, y una vez más queda en evidencia la inoperancia de los entes encargados de buscar y brindar las respuestas necesarias para proteger a las mujeres de Paraguay. Llama la atención el actuar del Ministerio Público y de las autoridades locales, quienes omitieron pasos imprescindibles para la investigación. El desinterés de la fiscal Soledad González quien fuera la primera interviniente a cargo y retirada de la investigación, como así también de su sucesora Milena Basualdo, quien fue posteriormente investigada por el estado debido a negligencia en el caso, otorgaron el tiempo suficiente para lograr huir y esconderse, al principal sospechoso de su desaparición y posterior feminicidio, Jaime Fernández Vera. Lo que nos deja a pensar que la inacción se debe a la condición de la víctima: ser mujer y pobre.

A casi cinco años del asesinato de Fleitas, la causa sigue sin avanzar, no hay detenidos, ni culpables. 

 

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