Disminuye la población de peces voladores e higueras barbudas en Barbados

Imagen destacada vía Canva Pro.
Por Kyle Foster
Este artículo se publicó originalmente en la Red de Noticias Ambientales Cari-Bois como parte de un conjunto de textos periodísticos que buscan ofrecer a científicos, exploradores, ecologistas y entusiastas de la naturaleza del Caribe una plataforma para difundir información ambiental de gran relevancia de manera creativa. Global Voices reproduce una versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenido.
Los barbadenses son una sociedad muy patriótica y suelen demostrar su amor por el país en noviembre, cuando celebran el Día de la Independencia y el Día de la República y hay una mayor conciencia de las tradiciones culturales.
Desde comer cou-cou con pescado volador (plato nacional de la isla) hasta asistir al desfile anual del Día de la Independencia, el país rebosa de orgullo nacional en todo momento. Además, en estas celebraciones se integran sutilmente algunos tributos hacia el patrimonio natural de Barbados por su gran relevancia en la cultura e identidad nacional.
Es que el propio nombre de la isla está inspirado en la higuera barbuda (Ficus citrifolia) que predominaba en el paisaje local durante el período de la colonización portuguesa, desde la década de 1530 hasta 1620. Sus raíces aéreas, que cuelgan de las ramas, hacen que parezca que el árbol tiene una barba larga y tupida; de allí que los portugueses nombraran a la isla «los barbados».
No obstante, el país podría ver que estas plantas desaparezcan de los escenarios naturales por no tener ninguna medida estratégica de conservación. Hay estudios que demuestran que se han eliminado enormes extensiones de estos árboles para dar paso a las actividades agrícolas y turísticas, hasta el punto en el que se estima que solo queda el 15% del territorio original que cubrían estos ejemplares.
En una isla de solo 430 km2, los árboles restantes compiten por el espacio con muchas zonas de necesidad, como la construcción de viviendas, la agricultura y el turismo, que es el principal pilar de la economía del país.

Higuera barbuda en el Jardín Botánico de Andrómeda, Barbados. Foto tomada por Joe Ross en Flickr, (CC BY-SA 2.0 DEED).
En algún momento, Barbados podría haber sido descrita perfectamente como la «isla Pelícano» porque en sus costas hay una próspera colonia de pelícanos pardos (Pelecanus occidentalis), el ave nacional.
Sin embargo, desde la construcción del proyecto Puerto de Aguas Profundas, el avistamiento de estas aves ha disminuido y eso genera preocupación por la posibilidad de que muchos barbadenses crezcan sin la oportunidad de verlas a causa del progreso de las obras.
Lo mismo sucede con los peces voladores (Hirundichthys affinis), el pez nacional de la isla, que antes abundaban en aguas barbadenses. A pesar de ello, estudios recientes han demostrado que el número de ejemplares ha disminuido.
El pez volador tiene relevancia cultural por ser parte del plato nacional de la isla, y también tiene valor económico. Los pescadores y quienes dependen económicamente del pez, como los comerciantes que ofrecen la especialidad del país a los turistas, han sufrido los efectos de la disminución de la producción. Por consiguiente, esto ha llevado a que el producto se venda a precios más elevados de lo habitual. La directora de la Oficina de Pesca de Barbados, la doctora Shelly-Amm Cox, ha declarado públicamente que la captura de peces voladores ha disminuido en casi un 50% desde 2011.
Además de eso, los científicos han observado que, como consecuencia de las condiciones climáticas cambiantes, los bancos de peces voladores se han desplazado más hacia el sur, lo que afecta aún más su disponibilidad.
En noviembre de 2023 se llevó a cabo el evento «La parroquia de Saint Michael habla», cuya anfitriona fue la primera ministra Mia Mottley, que ha sido elogiada por ser una defensora regional importante en crisis climática, se debatió acerca de la preservación del patrimonio natural de la isla.
La ecologista barbadense Carla Daniel habló acerca de la necesidad de proteger las higueras barbudas y sugirió asignar una cantidad específica de ejemplares para la conservación de la especie como parte de un proyecto nacional. Además, solicitó que haya legislación que prohíba retirar estos árboles del entorno natural.
Tras señalar que existen varias disposiciones legales vigentes que prohíben la tala de árboles de un tamaño determinado sin la aprobación del Departamento de Planificación Urbana y Rural de la isla, Mottley también confirmó que el Ministerio de Ambiente y Embellecimiento Nacional de Barbados tiene previsto crear un registro nacional de higueras barbudas. Sumado a eso, añadió que la División de Cultura también estaría involucrada en esta iniciativa «dada la importancia emblemática de estas plantas para nuestro país».
La primera ministra indicó que los clubes ecologistas distribuidos por toda la isla ayudarían significativamente a fomentar el interés de los jóvenes en estas cuestiones urgentes, así como también a instruirlos acerca de la importancia de los temas en relación con el patrimonio natural de Barbados y de por qué habría que protegerlo.