‘Tek sleep and mark death': derrame de petróleo en Tobago es un cuento con moraleja

Imagen de Canva Pro.
Por Theresa Rodriguez-Moodie
Este artículo fue publicado en el Jamaica Gleaner y se reproduce a continuación con autorización.
El 7 de febrero, una embarcación volcada frente a las costas del sur de Tobago causó un derrame catastrófico de una sustancia similar al petróleo, lo que llevó al primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, a declarar emergencia nacional.
Impactantes fotografías muestran un espeso lodo negro en las aguas costeras de la isla que cubren vastas extensiones de playa y manglares. Se han emitido llamados urgentes para convocar voluntarios que ayuden con los grandes esfuerzos de limpieza, mientras los países vecinos se preparan para posibles mareas negras que podrían desplazarse más allá de las costas de Tobago.
Es importante señalar que Trinidad y Tobago tiene un plan nacional de contingencia ante derrames de petróleo, y más de cien años de experiencia en la industria petrolera y gasífera.
Mientras tanto, bajo las aguas costeras de Guyana, un consorcio liderado por ExxonMobil descubrió sustanciales reservas de petróleo y gas. Las previsiones indican que el país podría producir 1.2 millones de barriles por día para 2027 o 2028. Sin embargo, evaluaciones de impacto ambiental (EIA) indican que en caso de derrame o de explosión de pozos, las consecuencias podrían ser devastadoras para grandes zonas del Caribe, desde Trinidad, pasando por las Antillas Menores, hasta Jamaica y República Dominicana.
Esto devastaría los ecosistemas costeros, la infraestructura, el turismo, la pesca, la navegación y otras actividades económicas vitales, y pondría a muchas naciones insulares en peligro económico.
Los pozos activos de ExxonMobil en Guyana son pozos profundos, entre 1500 y 1900 metros dentro del bloque Stabroek. Esos pozos llevan riesgos ambientales elevados, como lo ejemplifica el desastre de BP Macondo de 2010, que derramó casi cinco millones de barriles de petróleo crudo y gas en el Golfo de México durante 87 días.
El Fondo Ambiental de Jamaica (JET) ha enviado estas preocupaciones al primer ministro, Andrew Holness, que preside el Mecanismo Nacional de Respuesta a Desastres (NDRM) de Jamaica. Hasta fines de febrero, no había respuesta.
Considerando estos riesgos, es imperativo informar al público sobre el Plan Nacional de Derrames de Petróleo de Jamaica, aprobado en 2014 y que abarca las aguas costeras y la costa de Jamaica (Zona Contigua y Zona Económica Exclusiva).
El plan también contempla derrames de petróleo en tierra, incluido cualquier cuerpo de agua que pueda migrar o fluir hacia aguas costeras.
Surgen preguntas clave: ¿Jamaica tiene los equipos adecuados para mitigar los impactos de un derrame de petróleo? ¿Jamaica ha coordinado su plan de respuesta con el de Guyana, considerando las posibles implicaciones transfronterizas? ¿Cuándo fue el último entrenamiento para el personal clave que estaría involucrado en la respuesta?
El Plan Nacional establece que se deben realizar ejercicios de simulación y entrenamientos nacionales regularmente (mínimo una vez cada dos años). Dado que el plan tiene 10 años y los riesgos de un derrame de petróleo son ahora mucho mayores, ¿se planea revisar el plan de acuerdo con la evaluación de los ejercicios de simulación y entrenamientos (es decir, cada dos años) o en respuesta a cualquier incidente que exceda su alcance?
El desastre en Tobago es un cuento con moraleja. Reconozcamos los riesgos graves y tomemos medidas proactivas para proteger el ambiente y la economía.
Theresa Rodriguez-Moodie es la directora ejecutiva del Fondo Ambiental de Jamaica. «Tek sleep and mark death» es un proverbio jamaicano para una señal de alerta: Estate alerta y toma nota de las señales de advertencia que indican que algo grave está por venir.
Este articulo es parte de The Bridge (El puente), presentacion con opiniones, comentario e investigacion desde la perspectiva singular de la Comunidad de Global Voices. · Todos los articulos