Yulia Navalnaya contra Vladimir Putin

Alexéi Navalny y Yulia Navalnaya se abrazan tras haber sido liberado, después de un recurso de la fiscalía. 19 de julio de 2013. Fotografía de Evgenii Feldman, diario Novaya Gazeta (CC BY-SA 3.0).

Millones de personas en Rusia y en el extranjero sintieron la conmoción por la muerte de Alexéi Navalny en la colonia penal IK-3 el 16 de febrero de 2024. El líder de la oposición al gobierno de Vladimir Putin se mostraba optimista sobre su futuro y el de Rusia, incluso después de tres años de prisión y 300 días en un régimen de aislamiento insoportable.

Asentamiento urbano de Kharp. Fotografía de ValeryZatolochny (CC BY 3.0).

Su muerte trajo una sensación de desesperanza abrumadora, como lo atestiguan los comentarios de personas con opiniones contrarias en las redes sociales y quienes lloraron su muerte en el funeral.

No obstante, el 19 de febrero, a tres días de la muerte de su esposo, Yulia Navalnaya hizo una intervención. Publicó un video en la cuenta de X de su esposo y en la suya, y otro en YouTube, en el que decía:

Привет, это Юлия Навальная. Cегодня в первый раз на этом канале. Я хочу обратиться к вам. Меня не должно было быть на этом месте, я не должна была записывать это видео. На моём месте должен быть другой человек, но этого человека убил Владимир Путин. 3 дня назад Владимир Путин убил моего мужа Алексея Навального. Путин убил отца моих детей. Отнял самое дорогое, что у меня было. Самого близкого и самого любимого человека. Но ещё Путин отнял Навального у вас. Где-то в колонии на Крайнем Севере, за полярным кругом, в вечной зиме Путин убил не просто человека Алексея Навального. Он вместе с ним захотел убить наши надежды, нашу свободу, наше будущее. Все эти годы я была рядом с Алексеем. Я была счастлива быть рядом с ним и поддерживать его. Но сегодня я хочу быть рядом с Вами потому что я знаю, что вы потеряли не меньше, чем я. Алексей больше всего на свете любил Россию, любил нашу страну и вас. Он верил в нас, в нашу силу, в наше будущее, в то, что мы достойны лучшего. Не на словах верил, а на деле, настолько глубоко и искренне, что был готов отдать за это свою жизнь. И его огромной любви нам хватит, чтобы продолжить его дело настолько долго, насколько понадобится. Убив Алексея, Путин убил половину меня, половину моего сердца, и половину моей души. Но у меня осталась вторая половина, и она подсказывает мне, что я не имею права сдаваться, я буду продолжать дело Алексея Навального, продолжать бороться за нашу с вами страну. И Я призываю вас встать рядом со мной, разделить не только горе и бесконечную боль, которая окутала нас и не отпускает. Я прошу вас разделить со мной Ярость. Ярость, злость, ненависть к тем, кто посмел убить наше будущее. Я обращаюсь к вам словами Алексея, в которые очень верю. Не стыдно сделать мало, стыдно не сделать ничего. Россия – свободная, мирная, счастливая, прекрасная Россия будущего, о которой так мечтал мой муж. Вот что нам нужно. Я хочу жить в такой России. Я хочу, чтобы в ней жили наши с Алексеем дети, Я хочу вместе с вами её построить именно такую, какой ее представлял Алексей Навальный: полную достоинства, справедливости и любви.

Hola, soy Yulia Navalnaya. Hoy, por primera vez en este canal, quiero dirigirme a ustedes. No debería encontrarme en esta situación ni debería estar grabando este video. Otra persona debería estar ocupando mi lugar, pero Vladimir Putin la mató hace tres días. Vladimir Putin mató a mi marido, Alexéi Navalny. Mató al padre de mis hijos, lo más preciado que tenía; la persona más cercana a mí y a la que más quería. Putin también alejó a Navalny de ustedes, hacia alguna colonia en el lejano Norte, más allá del Círculo Polar Ártico, en el eterno invierno. No solo mató a una persona, Alexéi Navalny, sino también nuestra esperanza, nuestra libertad y nuestro futuro. Todos estos años estuve al lado de Alexéi; estaba feliz de acompañarlo y apoyarlo, pero hoy quiero estar con ustedes porque sé que no han perdido ni más ni menos que yo. Alexéi amaba Rusia más que a nada; amaba a nuestro país. Creyó en ustedes, en nosotros, en nuestra fuerza, en nuestro futuro; en el hecho de que nos merecemos lo mejor. Creía en las palabras, pero también en los hechos, tan profunda y sinceramente que estaba dispuesto a dar su vida por eso. El amor inmenso que les tenía es suficiente para continuar con su trabajo el tiempo que haga falta. Al matar a Alexéi, Putin mató una parte de mí, de mi corazón y de mi alma, pero la mitad que me queda dice que no tengo derecho a rendirme. Continuaré con su trabajo, continuaré luchando por nuestro país y los llamo a estar a mi lado. Compartamos la tristeza y el dolor eterno que nos envuelve y no nos suelta. Les pido que compartan mi rabia, la ira y el enojo hacia quienes se atrevieron a matar nuestro futuro. Me dirijo a ustedes con las palabras de Alexéi, en las que creo con fuerza: “hacer poco es mejor que hacer nada”. Necesitamos que la Rusia del futuro sea libre, pacífica, feliz y bella, como la soñó mi marido. Quiero vivir en esa Rusia; quiero que mis hijos vivan ahí. Quiero que la construyamos juntos, tal como Alexéi la imaginaba: digna, justa y llena de amor.

Este comunicado le devolvió la esperanza a muchas personas.

Desde entonces, Navalnaya ha dado un discurso en el Parlamento Europeo y ha tenido una reunión con el presidente estadounidense Joe Biden y los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea. Además, pidió a los rusos que se manifiesten para demostrar cuántas personas votarían contra Putin.

Dado que en Rusia todo desacuerdo, incluidas las asambleas pacíficas, son condenados con penas de prisión y multas costosas, la única manera de protestar en masa es a través de medios “legales”. Algunos ejemplos de los últimos meses fueron reunir de firmas para el candidato contra la guerra, que fue eliminado de la votación, y la participación en el funeral de Alexéi Navalny, al que asistieron decenas de miles de personas y hubo cien detenidos. El siguiente paso será acudir a los centros electorales entre el 15 y 17 de marzo, días en los que se espera que gane Putin.

Pero ¿quién es Yulia Navalnaya?

La esposa de Alexéi tiene un rostro familiar. Ha participado en muchos de sus actos electorales; aparecen juntos en varias imágenes. Formó parte de varias entrevistas y estaba a su lado cuando lo envenenaron. Fue ella quien le pidió a Putin que lo atendieran en Alemania. Sin embargo, pocas veces había dado su opinión política o hablado en público antes de la muerte de su marido. En el buscador de Google se la define como “la esposa de Alexéi Navalny” y ciertamente, ese ha sido su rol por varios años.

Yulia Navalny, Alexéi Navalny e Ilya Yashin en el mitin de Moscú el 12 de junio de 2013. Fotografía de Bogomolov.PL (CC BY-SA 3.0).

Yulia Abrosimova (nombre de soltera), es hija de un científico y una funcionaria del Estado, y nació el 14 de julio de 1976 en Moscú. Se graduó del Departamento de Economía y Relaciones Internacionales de la prestigiosa Universidad Rusa de Economía Plejánov.

Conoció a Alexéi a los 22 años y se casaron en 2000. La pareja tiene dos hijos: Daria (2001) y Zahar (2008). A principios de 2021, una popular revista rusa afirmó que ella definía su papel como “estar a cargo de las tareas cotidianas y de criar a los hijos”. La figura política de Alexéi Navalny se dio a conocer en 2007 y Navalnaya supo acompañarlo desde ese momento.

Sus videos y peticiones a los rusos dejan un fuerte mensaje. Se refiere a Putin como un asesino y al régimen ruso como Estado mafioso. En uno de los videos, lo acusa a él y a su élite de “fingir ser cristianos”. Al parecer, el propósito del video era que el gobierno de Putin le entregara el cuerpo de Alexéi a su madre. Esto funcionó puesto que su régimen estaba construido en torno a los valores “tradicionales” y ligado a la Iglesia ortodoxa rusa en búsqueda de legitimidad. No había dicho nada tan polémico desde entonces, a pesar de que algunos insinuaron que había pedido a la Unión Europea que dejara de suministrar armas a Ucrania en su discurso ante el Parlamento Europeo. No hizo esa petición.

En la actualidad, la viuda del líder opositor tiene más de un millón de seguidores en Instagram y 350 000 en X. En YouTube, habla desde la cuenta de su difunto marido. En febrero, tuvo una reunión con Svetlana Tsikhanovskaya, líder opositora bielorrusa. Está por verse si Yulia Navalnaya terminará uniéndose a la oposición rusa como lo hizo Tsikhanovskaya con su partido. Está determinada y enojada; quizás estas sean las cualidades que deban verse en un líder del país que está al mando de Vladimir Putin, el gobernante con más años de mandato después de José Stalin.

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