
Participantes del lanzamiento de la campaña Equal Zimbabwe en una foto grupal. Foto de Sightsavers, usada con autorización.
Por Tessa Pope
En un día soleado en el centro de Harare, mientras representantes de organizaciones de personas con discapacidad de todo el país tomaban un descanso de las reuniones para relajarse en la terraza de su hotel, Loveness Sibanda descubrió que su silla de ruedas no cabía por las puertas de la terraza. El personal no ofreció ninguna salida alternativa y solo gracias a que su esposo la cargó, pudo unirse a sus colegas para disfrutar del sol.
Este incidente fue una pequeña pero clara muestra de la gran cantidad de barreras que las personas con discapacidades enfrentan todos los días en Zimbabue.
Loveness, miembro de la Organización de Apoyo a Mujeres con Discapacidades, es parte de una coalición de activistas que representan a 20 organizaciones de personas con discapacidades (OPD) que se unieron para lanzar Equal Zimbabwe. Esta campaña pide al Gobierno crear e implementar nuevas leyes que garanticen los derechos de estas personas en el país. Se estima que son más de 1.4 millones. Debido a leyes obsoletas, entornos inaccesibles y actitudes discriminatorias, muchos tienen un acceso limitado a derechos humanos básicos, como trabajo, atención médica o educación.
Como Florence Mudzingwa, directora de Hope Resurrect Trust y parte del comité directivo de la campaña, me explicó en una entrevista: «Las personas con discapacidad en Zimbabue son consideradas de segunda clase. Enfrentamos barreras en infraestructura, ambiente y transporte. Por ejemplo, muchos edificios no tienen ascensores, solo escaleras, o son difíciles de transitar. También experimentamos discriminación de actitud y física, así como opresión internalizada».
Leonard Maranga es el director nacional de la Federación de Organizaciones de Personas con Discapacidades de Zimbabue (FODPZ) y ahora también es presidente del Comité Directivo de Equal Zimbabwe. Conversé con él, y describió el papel que el estigma arraigado y la discriminación suelen desempeñar en la retención de estas personas: «Fue muy difícil crecer con mi discapacidad ya que tuve que lidiar con todas las percepciones estereotipadas negativas que existen. Mi comunidad, incluida mi familia, no apreciaba mi condición, y sentían que yo era menos que un ser humano; me trataban como subhumano. No se me daban las mismas oportunidades para participar en igualdad de condiciones con los demás. Fue muy difícil».
Estos desafíos no son únicos de Zimbabue, pero lo admirable en este momento es la disposición de tantas organizaciones de personas con discapacidad en Zimbabue, que representan a muchas personas y regiones, a unirse para pedir un cambio político importante.
La demanda principal de Equal Zimbabwe es que se derogue la obsoleta Ley de Petronas Discapacitadas de 1992 y se adopte una nueva ley de personas con discapacidad. Esta nueva ley llevaría las leyes del país alineadas con la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (UNCRPD), a la que el país se unió en 2013, y con la Política de Discapacidad de 2021. Aunque muchos activistas creen que la política es un documento relevante y útil, es solo un plan y no es posible obligar su cumplimiento. La nueva ley de personas con discapacidad debe legalmente aplicable.
La ley de personas discapacitadas actual fue creada antes de la CRPD y por lo tanto no refleja la comprensión moderna de los derechos de las personas con discapacidad. Por ejemplo, la ley se centra principalmente en el acceso físico a edificios y transporte público, pero no cubre derechos más amplios, como la necesidad de salud mental o de educación inclusiva. Se basa en un modelo médico de discapacidad, no en un enfoque basado en los derechos humanos.
Por ejemplo, la política de discapacidad incluye la necesidad de tener una política de educación inclusiva, pero actualmente no hay ninguna ley que obligue al Gobierno a esto. En la actualidad es más probable que los niños con discapacidades, especialmente las niñas, queden fuera del sistema escolar que otros niños.
Leonard agrega: «El Gobierno de Zimbabue ha logrado avances realmente dignos de elogio en materia de derechos de las personas con discapacidad, pero aún queda un largo camino por recorrer».
La campaña Equal Zimbabwe está coordinada en asociación con Sightsavers, ONG con experiencia en apoyar organizaciones de base que hacen campaña sobre derechos de discapacidad en toda África y Asia. Inicialmente, la campaña reunió a líderes discapacitados de todo Zimbabue para identificar el principal desafío que impide que las personas con discapacidades tomen conciencia de sus derechos humanos igualitarios.
Isaacs Mwale, Líder de Campaña de Sightsavers Zimbabue, explica: «Juntos llegamos a la conclusión de que la falta de una nueva ley de discapacidad actualizada ha estado afectando al sector de la discapacidad mucho tiempo. Es algo por lo que han estado abogando durante los últimos 15 años, pero estaban perdiendo la esperanza. Esta campaña está renovando esa esperanza».
Esto va de la mano con un llamado a aumentar el conocimiento sobre los derechos de las personas con discapacidad en la sociedad y desafiar la discriminación que enfrentan tantas personas.
Pedzisai Mangayi es el director de una escuela primaria rural y fundador de Hope in Motion, que forma parte de la campaña. Fice: «Además de la nueva ley de discapacidad que está en proceso, todavía necesitamos luchar por la igualdad en términos de acceso a servicios, en términos de empoderamiento de personas con discapacidad. La sociedad en la que vivimos está demasiado atrasada. Todavía necesitamos cambiar percepciones».
Florence agrega: «Creo que la campaña va a generar más conocimiento en cuanto a la discapacidad: los desafíos que las personas enfrentan en su vida diaria, en sus lugares de trabajo, en cualquier esfera o nivel de la sociedad. Y mientras trabajemos juntos con otros formuladores de políticas y organizaciones de discapacidad, juntos con una sola voz, mucho se puede lograr. Va a revitalizar la percepción de la discapacidad en nuestra nación».
Solo en sus primeros días, la campaña ya ha sido efectiva para que los derechos de las personas con discapacidad vuelvan a estar en la agenda de los políticos. El Parlamento de Zimbabue publicó el proyecto de personas con discapacidad apenas dos días después de que Equal Zimbabwe presentó la campaña. Esto significa que ha sido anunciado oficialmente y se ha hecho público, y pronto será objeto de debate, un ejemplo tangible del poder de campañas de base sólidas.
En respuesta a este éxito, Mercy Maunganidze, directora de la Asociación Albina de Zimbabue y miembro del comité directivo de Equal Zimbabwe, expresó su alegría: «Estamos en el camino correcto; vamos en la dirección correcta para ver a las personas con discapacidad vivir una vida mejor en el futuro».