«Am Abgrund»: Historia de la influencia de Azerbaiyán en Europa

Captura de pantalla del avance de la película

Imagina una historia en la que la intriga y la política se encuentran y revelan un mundo en el que las influencias se compran y se venden a puerta cerrada. Esto no es ficción; es la saga de la vida real que narra los esfuerzos de Azerbaiyán por limpiar su imagen en el escenario europeo a pesar de sus dudosos antecedentes en materia de derechos humanos y libertades.

En el centro de esta historia están Azerbaiyán, país rico en recursos energéticos, bajo escrutinio por las prácticas autoritarias del Gobierno, y también países europeos, reconocidos como defensores de la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos, que durante mucho tiempo han sido mentores de las naciones emergentes de la era soviética. Pero aquí está el giro de la historia: en lugar de difundir estos preciados valores, parece que también son vulnerables a la corrupción.

Durante años, Bakú ha recorrido hábilmente los pasillos del poder en Europa, se ha ganado a los políticos con una combinación de viajes lujosos y pagos en efectivo. ¿El objetivo? Asegurarse de que estas voces influyentes defiendan los intereses de Azerbaiyán, en especial, en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) e incluso en el propio Bundestag alemán. Mientras tanto, los críticos acérrimos del poder de Bakú se quedaron en el país sintiéndose impotentes.

«Am Abgrund» (En el abismo) es una película innovadora de la cadena alemana ARD que saca a la luz esta intrincada red de influencias y manipulación. Si bien la película es una ficción, se basa en una serie de investigaciones denominadas «Lavandería azerbaiyana», que exponen que el Gobierno de Azerbaiyán sobornó a políticos del Consejo Europeo. Esas investigaciones, publicadas en 2017, descubrieron cómo el Gobierno de este país fue la fuerza impulsora detrás de un fondo secreto ilegal de 2900 millones de dólares que pudo haberle ayudado a sobornar a políticos europeos.

Rodada por el director y periodista de investigación Daniel Harrich, profundiza en la red de conexiones políticas y corrupción de Azerbaiyán. Está previsto complementarla con un documental que aún no se ha publicado, con el que se busca descubrir el alcance total de este caso.

La película se estrenó el 20 de febrero en un evento organizado por el Parlamento alemán. Después de la proyección, hubo un debate acerca de cómo surgió este escándalo de corrupción, qué se está haciendo para abordarlo y cómo los políticos alemanes pueden evitar que se produzcan este tipo de sucesos en el futuro.

El argumento

La película devela las severas medidas tomadas contra las voces disidentes que critican el régimen opresivo de Azerbaiyán, presenta escenas dramáticas que replican imágenes de cámaras ocultas puestas en la habitación de la reconocida periodista Khadija Ismayilova en 2012, que expusieron su vida privada. Ismayilova escribió una serie de investigaciones acerca de la corrupción gubernamental vinculada con la poderosa familia Aliyev. La filtración de las grabaciones tuvo el objetivo de manchar la reputación de la periodista. Más tarde, Ismayilova fue encarcelada, bajo cargos falsos y como resultado pasó dos años tras las rejas.

La película retrata a políticos alemanes que se hacen de la vista gorda ante estas violaciones a los derechos.

En el centro de la historia está Gerd Meineke, personaje ficticio que representa a un miembro del Bundestag alemán, y que también se desempeña en el Consejo de Europa. Meineke descubre que esta última institución, creada en 1949 para fomentar la democracia y el Estado de derecho, se ha visto comprometida y que los parlamentarios alemanes han sido cooptados por el régimen de Azerbaiyán. Así, se produce un intercambio de votos por dinero, oro, prostitutas y otros sobornos, en abierta traición a los principios de la democracia y los derechos humanos.

La corrupción se hace evidente durante una votación iniciada por Meineke destinada a condenar a Azerbaiyán por sus numerosos presos políticos. Sin embargo, la iniciativa no es aprobada gracias a los bien compensados aliados del régimen. En tono burlón, uno de ellos se mofa de Meineke y declara: «¡Este no es su Consejo de Europa, este es nuestro Consejo de Europa!», y deja al político consternado por su derrota.

En el debate que siguió a la proyección, le preguntaron al director Harrisch sobre cuál fue la motivación para hacer la película y contestó: «No puedo aceptar la corrupción y las violaciones a los derechos humanos». Agregó que el problema se extendió más allá del Gobierno de Azerbaiyán y que las prácticas corruptas alimentadas por los recursos naturales de Azerbaiyán involucran también a la sociedad y los políticos occidentales

Después, Global Voices entrevistó a Harrisch, que nos contó que, debido a la naturaleza complicada y restringida del país, él y su equipo no pudieron obtener permiso para filmar. Como resultado, muchas de las escenas se filmaron en la vecina Georgia, y no en Azerbaiyán

«(El Gobierno) simplemente no quería que nadie filmara allí», dijo Harrisch a Global Voices.

Entre los invitados a la proyección se encontraba el diputado alemán Frank Schwabe, que se hizo conocido recientemente por sus fuertes críticas al Gobierno de Azerbaiyán. Fue Schwabe quien cuestionó las credenciales de la delegación de Azerbaiyán ante la APCE durante la sesión inaugural de la Asamblea en enero de 2024.

En una entrevista dada a Global Voices, Schwabe explicó por qué sacó a relucir la situación en Azerbaiyán: «Deseo democracia en Azerbaiyán, pero siendo realistas, no puedo establecerla yo mismo. Sin embargo, lo que sí puedo hacer es contar cómo es verdaderamente la situación allí. Esto está en línea con la misión del Consejo de Europa. Si un miembro de esta organización no respeta los principios que (la organización) establece, entonces es necesario actuar».

El parlamentario alemán también mencionó la complejidad de las relaciones entre Europa y Azerbaiyán, especialmente a la luz de la creciente dependencia de la primera respecto del segundo en orden a obtener recursos energéticos alternativos tras la invasión rusa a Ucrania. Reconoció que, colaborar con regímenes autoritarios para mantener el intercambio comercial, a pesar de los antecedentes en materia de libertades y derechos humanos, es una realidad. «Es crucial que no pasemos por alto las violaciones a los derechos humanos por el bien de las relaciones comerciales. Esto es lo que espero del Gobierno alemán y del Consejo de Europa», expresó Schwabe a Global Voices.

Espera que la película incremente la visibilidad y ejerza más presión sobre las instituciones europeas para que aborden estos problemas con más fuerza.

Se estrena la película “Am Abgrund” (En el abismo) que trata sobre la corrupción organizada por Azerbaiyán en torno al Bundestag y el Consejo Europeo. La película pretende revolucionar + cambiar. Proteger los derechos humanos y evitar la corrupción.
🙏
Ojalá podamos presentarlo en las distintas las facciones.

El momento

La película se estrena justo en un momento de deterioro en relaciones entre Azerbaiyán y Occidente, particularmente después de que la APCE se negó a ratificar las credenciales de la delegación azerbaiyana el 24 de enero, como consecuencia de los antecedentes precarios en cuanto al respeto de los derechos humanos y la democracia del país.

«El momento [para el estreno de la película] no podría haber sido mejor», afirmó Gerald Knaus –presidente del centro de estudios Iniciativa Europea para la Estabilidad y voz crítica del Gobierno de Azerbaiyán–, en una entrevista con Global Voices. Ese centro acuñó el término «diplomacia caviar» en 2012 y fue el primero en documentar la influencia de ese país en el Consejo Europeo.

La película debería animar a países como Alemania y Francia, así como a otros en el Comité de Ministros, a apoyar la decisión de la APCE de despojar a la delegación azerbaiyana de sus credenciales y seguir presionando, lo que incluye la presentación a Bakú de un ultimátum: suspensión total de la institución [a menos que mejoren su trayectoria en derechos humanos]. En una entrevista con Global Voices, Knaus dio más detalles de esto último y explicó que antes de abril de 2024, mes en que se cumplen 75 años del Consejo de Europa, Azerbaiyán debe liberar a todos los prisiones políticos y que el incumplimiento puede conducir a la suspensión del país en la institución

«Ahora que el Parlamento ha girado su postura en 180 grados sobre Azerbaiyán, es hora de que el Comité de Ministros haga lo mismo. Soy optimista de que esto podría llevar a la liberación de los detenidos como alternativa a la expulsión de Azerbaiyán», señaló Knaus.

Según algunas estimaciones de iniciativas cívicas locales, en Azerbaiyán hay más de 200 presos políticos.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.