Undertones: Sistema de identificación electrónica de Myanmar, ¿progreso o vigilancia?

Ilustracion de Giovana Fleck utilizada con autorización.

Este artículo forma parte de Undertones, el boletín del Observatorio de Medios Cívicos de Global Voices. Subscríbete a Undertones aqupi.

En febrero de 2021, el Ejército dio un golpe de Estado en Myanmar, con el argumento «fraude electoral» por parte del partido de la Liga Nacional para la Democracia en las elecciones generales de 2020. Desde entonces, hemos estado al tanto del país y hemos registrado el aumento de las narrativas y prácticas autoritarias de las fuerzas armadas. Nuestros investigadores han estado en la primera línea para comprender el ecosistema mediático de Myanmar y de los diversos cambios en la descripción difundida por la junta militar.

Uno de nuestros investigadores quiso adentrarse más en el intento de la junta de implementar un sistema electrónico de identificación biométrica y cómo eso afectaría la situación de derechos humanos en el país. El resultado es la historia que puedes leer a continuación escrita por nuestro investigador en Myanmar, cuya identidad se mantendrá anónima por razones de seguridad.

¿Progreso o vigilancia? 

Una medianoche, cuando me quedaba dormido en un pequeño pueblo de Myanmar, un fuerte sonido golpeó mi puerta, lo que hizo que me despertara alarmado. Un poco preocupado, abrí la puerta y me encontré con el director del pabellón, la Policía y algunos soldados que examinaban los documentos de identidad y buscaban huéspedes no registrados. Parecía que habían recibido información de fuentes secretas sobre supuestos huéspedes clandestinos pertenecientes a un movimiento opositor al golpe de Estado. A la mañana siguiente, descubrí que a mi vecino, el patrón de la casa,  lo habían golpeado y llevado por alojar a huéspedes durante la noche sin informar a las autoridades.

Desde el golpe de Estado el 1 de febrero de 2021, las inspecciones que hace el gobierno militar de Myanmar a los documentos de identidad se han vuelto frecuentes en rutas, puntos de control y en inspecciones domiciliarias nocturnas. El documento de identidad cumple un rol muy importante en la vida diaria de los ciudadanos de Myanmar; hacer viajes, acceder a servicios públicos, abrir una cuenta bancaria, hacer transferencias bancarias, comprar una tarjeta SIM o solicitar un pasaporte. Sin documentos civiles, es casi imposible llevar una vida normal en Myanmar, ya que el acceso a varios servicios es limitado. 

Sin embargo, los documentos de identidad han sido controvertidos, según las discriminatorias leyes de ciudadanía se otorgaron diferentes tipos, carnet de escrutinio del ciudadano, carnet de escrutinio del ciudadano asociado, carnet de escrutinio del ciudadano naturalizado, carnet de registro nacional, certificado de inscripción del extranjero, y el último, el carnet de verificación nacional. Algunos grupos minoritarios étnicos y religiosos, especialmente los musulmanes, indios y chinos, tiene restricciones para obtener los documentos de nacionalidad completos, ya que limita su acceso a los derechos y servicios. La difícil situación de los rohinyás es particularmente devastadora, ya que resulta en que sean apátridas y en el desplazamiento forzado de millones de refugiados rohinyás. 

Actualmente, el gobierno militar intenta implementar un sistema de identificación electrónica mediante tarjetas en Myanmar, para el que deben recopilar información biométrica y biográfica de los habitantes. El sistema de identificación electrónica no es una iniciativa nueva, empezó en el gobierno del Partido Unión, Solidaridad y Desarrollo (PUSD) de U Thein Sein (2012-2015) y el gobierno del partido de la Liga Nacional por la Democracia de Aung San Suu Kyi (2016-2020), pero activistas y defensores de los derechos humanos ya advirtieron sobre los efectos potencialmente destructivos en la población. La emisión de una tarjeta de identidad inteligente se basaría en la ley de discriminación por ciudadanía de 1982 y su procedimiento. A pesar de las críticas públicas, el gobierno anterior parecía cauteloso al implementar el sistema de identificación electrónica. Para desarrollar la estructura, se recibió apoyo financiero y técnico de Gobiernos occidentales extranjeros. Sin embargo, en el contexto posterior al golpe de Estado de 2021, la junta militar retomó agresivamente el sistema de identificación electrónica, que levantó serias sospechas sobre sus motivaciones en medio del aumento de violaciones a los derechos humanos y el incremento de la vigilancia a los ciudadanos y opositores que representan una amenaza al poder.

En el contexto de la polarización entre el grupo de la oposición a la Junta que luchan por la vuelta de la democracia y los grupos de presión a favor del Ejército quienes creen en el rol importante del ejército, han surgido dos narrativas opuestas en la implementación del sistema de identificación electrónica en Myanmar.

Narrativa a favor del Ejército: «El nuevo sistema identificación electrónica de Myanmar mejorará la vida pública»

Quienes están a favor del Ejército sostiene que los documentos de identidad actuales de Myanmar están desactualizados y requieren una gran actualización para estar a la par de los países limítrofes. Según el Ministerio de Inmigración y Población bajo la administración del régimen militar, el sistema de identificación electrónica es un precursor de la emisión de una futura tarjeta de identidad inteligente. La Junta declara que el sistema de identificación electrónica no se relaciona con ser ciudadano del país; todo habitante legal en Myanmar estará incluido. A todos los habitantes legales se les dará un único número de identificación de 10 dígitos que dará información biográfica y biométrica al Ministerio de Inmigración. Basándose en este sistema de identificación electrónica,  a los ciudadanos de Myanmar se les emitirá tarjetas inteligentes a largo plazo según las leyes nacionales por medio de un estricto proceso de verificación y investigación, que garantiza la elegibilidad para las próximas tarjetas inteligentes. El sistema identificación electrónica forma parte del sistema de gestión electrónica mayor, a cargo del Gobierno, con infraestructuras como la base de datos de recursos humanos, de empresas y de activos.

Aplicar un programa de identificación electrónica, completado con un único número de identidad para cada persona, ofrecerá ventajas pues permitirá a las autoridades recuperar información con rapidez y brindar servicios mejorados para el bienestar público.

Con el número único, la gente podrá solicitar una licencia de conducir, utilizar servicios bancarios móviles, hacer transferencias bancarias, comprar tarjetas SIM y acceder a los servicios de educación y salud.

Además, el Ejército declara que las elecciones de noviembre de 2020 tuvieron fraude y muchas irregularidades, lo que llevó a que las fuerzas armadas asumieran el poder para restablecer el orden. Sostuvieron que alrededor de cinco millones de votantes no tenían documento de identidad pero votaron de todas maneras, lo que nos lleva a cuestionarnos sobre la legitimidad de las votaciones. Al principio, el régimen militar prometió realizar las elecciones nacionales en agosto de 2023, pero luego optó por aplazarlas hasta 2025, y mencionaron la necesidad de tiempo adicional para la preparación sistemática y el requisito para las medidas de seguridad por los persistentes conflictos en algunas zonas del país. Al planificar otra elección en 2025, el régimen de facto está emitiendo documentos de identidad nacional para habitantes bajo el proyecto Pan Khin, y lo relaciona con implementar el proyecto de identificación electrónica. Este programa apunta a volver a emitir los documentos de ciudadanía en papel con documentos de identidad inteligentes en el futuro. Al emitir más documentos de identidad e implementar el sistema de identificación electrónica, el Ejército tiene como objetivo asegurar la legitimidad de las elecciones futuras y evitar votantes ilegítimos. La prioridad sigue siendo la protección étnica y religiosa, con el objetivo de eliminar el voto de los inmigrantes «ilegales» y proteger a la nación budista birmana. El Ejército divulga estos mensajes a los funcionarios públicos recién contratados, y destaca sus rol principal en implementar el sistema de identificación electrónica y proteger la raza y la religión.

Luego de que el Ejército tomó el mando, grupos proclamados como terroristas como el Gobierno de Unidad Nacional de Myanmar, el Comité Representante de la Asamblea de la Unión y la Fuerza de Defensa del Pueblo han causado inestabilidad política, conflictos armados y violencia en todo el país. El gobierno militar afirma que la implementación del sistema de identificación electrónica dará mayor protección, paz y estabilidad al ayudar a identificar a quienes pueden representar un peligro para la nación.

Contranarrativa: Junta de Myanmar usará los nuevos documentos de identidad como herramienta para reprimir resistencia

Al contrario, los activistas que están en contra del golpe de Estado y los defensores de los derechos humanos critican el desarrollo del sistema de identificación electrónica del régimen militar, lo describen como una estrategia planeada para vigilar a opositores, miembros de los grupos de resistencia armados, periodistas y personas consideradas una amenaza para el gobierno militar. Por consecuencia del golpe de Estado, los esfuerzos de vigilancia digital del Ejército se han intensificado, y abarcan medidas como desconexión de internet, seguimiento de redes sociales, cierre de sitios de medios de difusión de la oposición e instalación de cámaras de vigilancia de circuito cerrado de televisión en las ciudades bajo el ambicioso proyecto de «ciudades inteligentes». 

Desde 2021, con ayuda de China, el Ejército ha estado instalando estratégicamente cámaras de circuito cerrado de televisión equipadas con sistemas de inteligencia artificial en todo el país. Estos sistemas pueden escanear e interpretar la cara de las personas y las matrícula de los autos, para alertar de inmediato a las autoridades. Los activistas digitales han condenado al régimen militar por explotar estas cámaras de circuito cerrado para localizar a los opositores, lo que llevó a varios arrestos, detenciones, encarcelamientos e inclusive ejecuciones en Myanmar.

Las fuentes de noticias han declarado que funcionarios del Ministerio de Inmigración, bajo el régimen militar, visitaron China en septiembre de 2023 para aprender sobre el sistema de identificación electrónica y colaborar con su implementación, y organizar las elecciones. Las visitas a India de julio de 2023 para explorar el sistema de identificación electrónica de Aadhaar han generado inquietudes entre los activistas digitales y los defensores de los derechos humanos. Estas interacciones sugieren un apoyo regional a las medidas del régimen militar, e intensifican las cuestiones de seguridad para los activistas democráticos y los miembros de la oposición, dado el potencial del sistema de identificación electrónica que promueve un rastreo más simple del régimen militar.

Asimismo, el sistema de identificación electrónica está preparado para excluir a una parte sustancial de la población por los conflictos activos en varias regiones, lo que impide el acceso militar. Las zonas étnicas y las regiones fronterizas, que actualmente tienen escaramuzas armadas intensificadas, hacen que implementar la identificación electrónica sea difícil. Los habitantes de estas zonas donde hay conflicto ya enfrentan discriminación en base a la ubicación de su domicilio y su situación en sus documentos de identidad existentes y se espera que el sistema de identificación electrónica afecte estas dificultades preexistentes. Además, el sistema de identificación electrónica se armará sobre las leyes discriminatorias del ciudadano de 1982 que prohibieron que el grupo étnico rohinyás se volviera ciudadano. A pesar de las negociaciones en curso para repatriar a rohinyás desplazados de Bangladesh a Myanmar, se negaron firmemente a volver sin una garantía de la nacionalidad completa. Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, la implementación del sistema de identificación electrónica parece estar listo para imponer más consecuencias desastrosas en algunos grupos étnicos y religiosos, lo que prolongaría un ciclo de exclusión y marginación.

En medio de la polarización política entre los bandos contra la Junta y a favor del Ejército, la implementación del sistema de identificación electrónica en Myanmar continuará siendo un tema polémico con consecuencias de gran alcance para los derechos y libertades de los ciudadanos. A simple vista, la implementación del plan de identificación electrónica podría parecer un progreso o un paso positivo. Sin embargo, considerando el tiempo de implementación de este sistema, los motivos del régimen militar son altamente cuestionables, ya que pareciera inclinarse a establecer un estado de vigilancia.

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