Desde 2008, cada 12 de marzo se celebra el Día Mundial Contra la Censura en Internet, jornada que Reporteros sin Fronteras estableció para defender una internet abierta y libre. El día lleva la atención a la represión digital en todo el mundo, sobre todo en aquellos países cuyos Gobiernos silencian y censuran la libertad de expresión en línea.
En tales contextos suele suceder que la represión no se limita solo a la censura en línea, sino que también hay una persecución fuera de línea. Azerbaiyán es uno de los muchos países en los que prevalecen esas medidas. Desde noviembre de 2023, el Estado ha atacado varias plataformas de medios en línea, arrestado periodistas, atacado sus redes sociales, eliminado su contenido en línea y negado que el país haya silenciado la libertad de expresión, a pesar de que Azerbaiyán ocupa el puesto 151 de 180 del Índice de Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras.
Cómo funciona el silenciamiento
El ataque más reciente a un medio en línea fue el 6 de marzo. La Policía irrumpió en las oficinas de Toplum TV, canal de noticias en línea, detuvo al personal, confiscó los equipos y precintó el edificio. El mismo día, las cuentas de YouTube e Instagram de Toplum TV fueron víctimas de ataques informáticos y los autores del ataque eliminaron contenido de varios años. A mediados de marzo, aún no se había recuperado ninguna de las cuentas ni se había podido acceder al contenido.
En 2021, la página de Facebook de Toplum TV sufrió un ataque informático mediante una intersección de SMS, medida muy común que se utiliza para atacar las cuentas de las redes sociales de activistas, periodistas, defensores de los derechos y plataformas de medios de comunicación independientes. La situación también demuestra la implicancia de las operadoras de telefonía móvil en la vigilancia y censura estatal. Dos meses antes del ataque, en septiembre de 2021, Toplum TV denunció haber perdido 16 000 seguidores en su página de Facebook. La plataforma nunca dio explicaciones sobre lo sucedido.
Desde el ataque, Mushvig Jabbarov, periodista de Toplum TV, fue condenado a cuatro meses de prisión preventiva por falsos cargos de contrabando. Alasgar Mammadli, cofundador de la plataforma y experto en derecho de los medios, también fue condenado a cuatro meses por los mismos cargos. Otros dos periodistas de Toplum TV, Farid Ismayilov y Elmir Abbasov, fueron acusados de contrabando y los arrestaron, pero luego les ordenaron arresto domiciliario.
Los cargos presentados contra Toplum TV y al menos otros cinco activistas, detenidos desde el 6 de marzo, se alinean con un patrón de censura a los medios en línea que se aceleró desde noviembre de 2023.
Ese mismo mes se allanaron las oficinas de Abzas Media, plataforma independiente de noticias en línea, y gran parte del equipo fue arrestado por los mismos cargos de contrabando. A mediados de marzo, aún había seis periodistas de Abzas Media en prisión preventiva.
Desde 2016, Abzas Media ha sido blanco de varios ataques distribuidos de denegación de servicios (ataque DDos), mediante los que se bloquea el acceso público a un sitio web. En 2017, el sitio de Abzas quedó bloqueado a nivel nacional, lo que obligó a los directivos a cambiar su extensión; mientras que en abril de 2020 sufrió un ciberataque que generó la pérdida de un mes de publicaciones, e incluso la manipulación de algunos titulares. En febrero de 2021 el sitio fue atacado nuevamente.
En noviembre de 2023, el fundador y director del canal de noticias de YouTube Kanal 13, Aziz Orujov, fue enviado a prisión preventiva. En primera instancia, a Orujov se lo acusó de construcción ilegal, pero al poco tiempo de la detención también se le imputaron cargos por contrabando. Al menos otros dos periodistas asociados a Kanal 13 enfrentaron medidas legales: Shamo Eminov, sentenciado a tres meses de prisión preventiva por contrabando; y Rufat Muradli, presentador del canal, que recibió 30 días de detención administrativa por cargos de vandalismo.
El Ministerio del Interior también solicitó que el Ministerio de Desarrollo Digital y Transporte bloqueara a Kanal 13 por haber infringido la ley de medios (específicamente, por no estar inscrito en el Registro Estatal de Medios) y por difundir información falsa. El Ministerio elevó el pedido al tribunal. Según informa Meydan TV, “el juicio procedió sin la presencia ni representación de Orujov ni de ningún integrante del medio. El tribunal ratificó el pedido y bloqueó el medio”. El sitio web de Kanal 13 fue bloqueado en 2017, en medio de una ola de bloqueos que apuntó a los sitios web de varios medios independientes y opositores.
El bloqueo de contenido en línea no es una medida nueva. Desde 2017, medios independientes y de la oposición han sido censurados con pretextos que van desde publicar o aludir a llamados para cambiar de manera forzosa el orden constitucional, organización de revueltas masivas y otras actividades ilegales. Nunca se presentaron pruebas sustentatorias.
Otro grupo de editores y periodistas de medios independientes en línea fue detenido en diciembre. Enfrentan cargos por extorsión y se encuentran en prisión preventiva.
En enero de 2024 se tomaron medidas similares contra blogueros.
En febrero, Avaz Zeynalli, editor del sitio web de noticias Khural, en prisión preventiva desde septiembre de 2022, fue condenado a nueve años por falsos cargos de extorsión. Junto con Zeynalli, Elnur Shukurov, otro periodista y director del canal de YouTube Seda TV, fue condenado a cuatro años por los mismos cargos de extorsión.
Medidas severas contra los civiles
Las autoridades de Azerbaiyán suelen apuntar a los activistas cívicos por dar su visión crítica en las plataformas de los medios. Ese ha sido el caso de Afiaddin Mammadov, que permanece en prisión preventiva desde septiembre de 2023. En enero de 2024, Ruslan Vahabov fue condenado a cuatro años por posesión de drogas.
En 2023, las autoridades también persiguieron a reconocidos políticos opositores. En julio de 2023, Azerbaiyán arrestó al destacado economista político y activista Gubad Ibadoghlu, que está en prisión preventiva y enfrenta cargos por adquisición y venta de dinero falso por medio de un grupo organizado. En diciembre de 2023, Tofig Yagublu fue enviado a prisión preventiva por falsos cargos de falsificación y fraude.
Cacería de brujas en línea y fuera de línea
Antes de la redada en Toplum TV, el medio fue atacado constantemente por un sitio progubernamental de noticias en línea, que afirmó que Toplum TV, Abzas y otros medios eran financiados por Gobiernos occidentales, específicamente Estados Unidos, para difundir noticias contra Azerbaiyán. En otra oportunidad, el mismo medio aseguró que los medios regionales independientes se dedicaban a difundir “maldades” y “calumnias” sobre Azerbaiyán. En 2023, otro medio progubernamental acusó a Estados Unidos de crear una red de espías. En 2024, las autoridades azerbaiyanas aseguraron haber descubierto otra red de espías extranjeros en el país, esta vez operada por agencias de inteligencia francesas. Ninguna de las acusaciones fue respaldada con evidencia.
Esta narrativa también está muy presente en los discursos de los parlamentarios. El 11 de marzo de 2024, el parlamentario Azar Badamov dijo que las fundaciones del Occidente “financian a las agencias de prensa, ONG y ejecutan sus planes con fondos asignados de forma secreta. Quienes no pueden evitar estos sucios planes de Occidente consiguen organizar revoluciones de colores en los países y poner al pueblo en contra del Estado. Luego traen a su gente para gobernar y convertir la vida de personas prósperas en un infierno”.
Otro parlamentario, Javid Osmanov, dijo que Toplum TV, Abzas Media y otras plataformas cívicas financiadas a través de la agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la fundación Open Society (Soros) y otros inversionistas occidentales interesados solo tienen el propósito de “poner a la gente en contra del Gobierno”.
A pesar de estas declaraciones y de las investigaciones de la Policía, el Gobierno aún no tiene pruebas que sustenten los supuestos delitos. Estas acusaciones y pensamientos antioccidentales no son nuevos, y tampoco lo son los intentos del Gobierno por silenciar a los críticos.