
El querido vendedor de frutos secos trinbagoense Keith ‘Jumbo’ Martin, en la plaza Woodford de Puerto España, 11 de agosto de 2023.. Foto de Maria Nunes, usada con autorización.
Si eres fanático del críquet y has visto un partido en el Caribe, el nombre Keith «Jumbo» Martin y su rostro probablemente te resulten familiares. Mientras las cámaras recorrían las tribunas durante los momentos lentos del partido, los comentaristas internaciones en algunas ocasiones hablaban de Jumbo mientras este revoleaba sus paquetes de nueces tibias (solas, con sal o tostadas con miel) hacia los puestos con una precisión milimétrica.
Su carisma natural sumaba tanto color local y calidez trinitense a cualquier evento deportivo que se convirtió rápidamente en parte del paisaje. No era raro verlo bailar, saludar la bandera nacional o meterse en una rivalidad amistosa con sus otros vendedores de nueces, todo con su genial vibra rastafari, gran estilo y una gran sonrisa. Entonces, cuando Jumbo falleció luego de una breve enfermedad el 13 de marzo, a casi un mes de cumplir 66 años, muchos ciudadanos sintieron que habían perdido a un miembro de su familia.
En Facebook, Anil A Bridglal, recordó a Jumbo como «un hincha siempre presente y una figura del deporte nacional y de los eventos culturales»; Anthony Petit quiso que el Queen's Park Oval (lugar de trabajo de Jumbo) lo homenajeara de alguna manera tangible por toda la alegría que brindaba. Brendan Bartholomew pidió que le se otorgara un premio nacional, y Paul-Daniel Nahous sugirió que tenía haber –al menos– un funeral «casi como de Estado» para un el «ícono local Jumbo, cuyo nombre es sinónimo de arrojar con puntería en Trinidad y Tobago, y llevó a las audiencias internacionales a un profesional de las nueces al estilo trinitense».
Antes de que Jumbo se volviese un fenómeno global, tuvo que dejar su marca en en público local, algo que le fue muy fácil. Era amable por naturaleza, una persona genuina que adoraba a la gente, le encantaban los deportes y estaba orgulloso de su país. Su habilidad de estar completamente cómodo con quien era hacía sonreír; para muchos, personificaba al «verdadero trinitense»; con los pies en la tierra, sociable, con la dosis justa de desfachatez.
Según dicen, se inventó su sobrenombre en 1976 luego que el velocista trinitense Hasely Crawford ganara los medalla de oro olímpica por los cien metros en Montreal; la primera de la historia para el país. Luego del retorno triunfal de Crawford, el Gobierno nombró un avión en su honor. A partir de las comparaciones obvias con su propia habilidad para hacer volar (y aterrizar) las nueces con una puntería remarcable, Jumbo tomó el nombre del jet y así nació la estrella.
Fue una figura permanente en el ambiente de críquet regional desde 1971, y para la década de 1990 era tan conocido que el proveedor estatal de telecomunicaciones de Trinidad y Tobago lo hizo protagonizar una publicidad para la televisión de su nuevo servicio de celulares.
El abanderado Joey Richardson, otra figura importante en los eventos deportivos que corría alrededor del campo de juego sosteniendo una gran bandera nacional antes de los partidos, recordó con mucho cariño la afición de su compatriota por levantarle el ánimo a los otros, ya sea con algún consejo a los jugadores desde los laterales o contratando a jóvenes que necesitaban trabajo. Se veía a los ayudantes de Jumbo subir y bajar cansados, pero con alegría, los escalones del Queen's Park Oval para recibir el dinero de los hambrientos clientes.
En diálogo con Global Voices a través de WhatsApp, el actual presidente del Queen's Park Cricket Club (QPCC), doctor Nigel Camacho, dijo: «¡Jumbo era algo que había que ver! Tomaba los pedidos, y como tenía ayudantes, movía su mercancía cinco veces más rápido que los otros vendedores; ¡además su puntería era muy precisa!».
Jumbo tenía un sentido del humor ingenioso y mantenía una rivalidad amistosa con sus competidores. Uno en particular, Nuts Landing, decía en broma que sus nueces siempre aterrizaban bien, mientras que las de Jumbo se estrellaban como un jet Jumbo. En realidad, la precisión del brazo de Jumbo falló muy pocas veces a lo largo de los años. En 2023 celebró 50 años como vendedor de nueces.
El ejecutivo de publicidad Dennis Ramdeen felicitó a Jumbo por su genialidad para el marketing: «Sus paquetes de nueces eran los mejores de cualquier partido de fútbol». El precio era más alto, (sin embargo) lo lograba porque la gente veía el valor que venía no solo de las nueces, sino también de la Experiencia Jumbo. Un hombre de rastas seguro de sí mismo que hizo de un viejo negocio un nuevo arte. Pura poesía. (…) Enviaba a sus recolectores a los puestos mientras él arrojaba el producto a los fanáticos del fútbol que lo esperaban, hacía de Amazon antes que el propio Amazon.
En septiembre de 2019, Sunshine Snacks, auspiciador del popular torneo corto de críquet Caribbean Premier League (CPL) determinó que los vendedores independientes no podían hacer su trabajo habitual durante los partidos porque infringían los derechos de exclusividad. La forma en que Jumbo se defendió y defendió a sus pares hizo que fuera más admirado y respetado aún.
Eventualmente, el auspiciador se retractó y dijo que «cuando los fanáticos del críquet alzaron su voz a favor de los vendedores como una parte crítica de la cultura del Oval Cricket y de la experiencia del juego… simplemente decidimos poner nuestros corazones antes de nuestros derechos de auspicio estrictos».
El fotógrafo David Wears recordó su conversación con Jumbo al respecto: «Cuando llamaron para decirme que iría al Oval de nuevo a vender, le pregunté por los otros vendedores de nueces», dijo, «Después de nuestra conversación, dijeron que todos podían volver. No puedo ir al Oval yo solo cuando ellos están afuera, ¿cómo sería eso?». Para Jumbo, el negocio de las nueces era una parte intrínseca del legado de Trinidad y Tobago.
La cuenta de X (anties Twitter) del West Indies Cricket presentó sus respectos en una conmovedora publicación:
West Indies cricket extends condolences to the family of our «12th man» Keith Martin, better known as «Jumbo the nuts man».
The perfect line and length when throwing a pack of nuts into the stands, Jumbo was the Rallying voice at the Queen's Park Oval for several decades. pic.twitter.com/hxgSSJYrrJ
— Windies Cricket (@windiescricket) March 14, 2024
West Indies Cricket hace llegar sus condolencias a la familia de nuestro «hombre número 12″, Keith Martin, más conocido como «Jumbo, el hombre de las nueces».
Jumbo tenía dirección y longitud perfectas cuando lanzaba sus paquetes de nueces a los puestos, y era la voz que unificó Queen's Park Oval por muchas décadas.
Sin duda, Jumbo era parte de la familia de críquet. En 2023, el excapitán de equipo de India Sunil Gavaskar fue homenajeado en el Queen’s Park Cricket Club (QPCC) de Trinidad por ser el jugador con mayores marcas (220 carreras) en el terreno. En esa ocasión se reunió con Jumbo, que cantó unas estrofas del calipso “Gavaskar” de de Lord Relator.
Según Camacho, que participó del intercambio, Jumbo le dijo a Gavaskar que las series de 1971 fueron el comienzo de su carrera como vendedor de nueces. Confirmó que Gavaskar recibió la noticia de la muerte de Jumbo y que le entristecía la pérdida.
Aunque el críquet puede haber ayudado a catapultar la carrera de Jumbo, Camacho dice que el ascenso de Jumbo como personalidad en verdad comenzó con el fútbol, específicamente, con el intento de la selección de Trinidad y Tobago de clasificar para la Copa Mundial de 1990 de Italia. Su entusiasmo y apoyo patriótico al «Strike Squad», se unió a su forma única de hacer que todos se sintieran parte de algo más grande. Esto hizo que se comenzara a perfilar como la popular figura querida en la que luego se convirtió. Jumbo destacó más en la década de 1990, cuando la estrella local de críquet Brian Lara alcanzó mayor popularidad.
En una referencia a CLR James, autor de Beyond a Boundary, que habla del críquet como una forma de arte, Camacho reflexiona: «Jumbo era uno de esos. Hacía su negocio pero también estaba completamente involucrado y comprometido. Hablaba del deporte desde una posición de conocimiento y ayudó a que la experiencia fuera divertida con bromas buenas, honestas y limpias desde la línea. Nunca se sobrepasaba; todos disfrutaban su presencia y les encantaba tenerlo cerca. Era un hombre humilde, un buen hombre. Lamento mucho su partida».
Al final, los amigos y fanáticos lo recordaron por lo que era principalmente; un patriota. Como dijo Joanne Viechweg en Facebook: «¡Jumbo! ¡Hizo lo suyo». Tal vez, la fotógrafa Maria Nunes fue quien mejor expresó la sensación pérdida: «Sus nueces venían con su corazón y alma».