Este artículo se publicó originalmente en la revista Holod. Global Voices reproduce una versión editada bajo acuerdo de intercambio de contenidos.
A mediados de enero, se informó que Antonina Babkina, chica transexual originaria de Rusia a quien se le otorgó asilo, se suicidó en Países Bajos. Es al menos el cuarto caso reportado de suicidio entre refugiados rusos en el país en el último año.
Sí importa quiénes son tus vecinos
Según Sandro Kortekaas, portavoz de la ONG holandesa LGBT Asylum Support, todos los casos de suicidio tienen algo en común: las victimas no recibieron ayuda psicológica a tiempo. Kortekaas declaró que “La mayoría de los refugiados vienen de países con numerosos problemas. Lo ideal sería que cuando lleguen a Países Bajos se les haga una evaluación médica apenas pisan Países Bajos, y otra evaluación antes de la entrevista de refugiados”.
Kortekaas señaló que la falta de atención prestada a los postulantes miembros del colectivo LGBTQ+ es por la alta afluencia de refugiados en Países Bajos. Los campamentos de refugio funcionan principalmente como dormitorios, donde los recién llegados se alojan en grupos que comparten cocina, ducha y baño. No existe un plan sistemático de reasentamiento: personas de diferentes nacionalidades, religiones y orientación sexual llegan a compartir habitaciones. La administración de los campamentos debe resolver serios problemas. Sin embargo, un informe del Departamento de Justicia encontró que los trabajadores no siempre responden apropiadamente a las quejas.
LGBT Asylum Support trabaja actualmente en crear bloques de dormitorios reservados exclusivamente para postulantes miembros del colectivo LGBTQ+ en cada campamento.
A una sociedad más conservativa
En enero de 2022, Hina Zakharova pidió asilo en Países Bajos. Vivió en un campamento ubicado en Drachten. Cabe destacar que Drachten es un pequeño pueblo al noreste del país mucho más conservador que Ámsterdam.
Hina necesitaba terapia de reemplazo hormonal, que tiene una larga lista de espera (alrededor de dos años) en Países Bajos. La carga de estas dificultades se volvió insoportable para Hina. Se suicidó. Habitantes del campamento en Drachten afirmaron que Hina pidió ayuda en charlas de refugiados, pero que no recibió ayuda alguna, “Los trabajadores respondían agresivamente o se burlaban de su deseo de recibir la eutanasia”.
La guerra te enseñará una lección
La ucraniana transgénero Anna conocía a la moldova Katya Mikhailova, que murió diez meses después que Hina, y declaró: “En el caso de Katya, todo sucedió por un funcionario en particular que tomó una decisión formal [de denegar asilo]. Vio que Moldavia estaba en la lista de países seguros y tomó la decisión de que el resto del caso de Katya era irrelevante”.
Mikhailova vivía en la pequeña ciudad de Bendery junto a su familia. Ellos no aceptaron su identidad transgénero por lo que luego de numerosas palizas, (con ayuda de la ONG GenderDoc-M) tuvo que mudarse a un albergue temporal.
Kholoc Anzhelika Frolova, dirigente de GenderDoc-M, explicó que “Moldavia es un país bastante intolerante, particularmente Transnistria, dado que el Gobierno local copia las leyes de Rusia”. En Bendery, Katya fue reclutada en el Ejército. La chica se sometió a una evaluación médica y fue diagnosticada con transexualismo.
Frolova agregó “Todo acabó cuando el funcionario militar dijo: ‘No hemos recibido ningún documento del hospital, ¡así que te llevamos!’”. Luego de esto, Mikhailova salió del país y se inició un caso criminal en su contra por evasión de servicio militar.
Katya Mikhailova pasó más de un año y medio en Países Bajos tratando de obtener la condición de refugiada. En diciembre de 2023, se confirmó que se la habían negado.
El 25 de diciembre, el cuerpo sin vida de Katya Mikhailova fue descubierto en el pasillo de un campamento de refugiados en la ciudad de Heerlen.
Tal como Global Voices informó en febrero de 2024, Moldavia denegó la condición de refugiado a cinco ciudadanos rusos parte de la comunidad LGBTQ+. La Inspección General de Migración dijo que “pertenecer a una comunidad social no es suficiente” para asegurar condición de refugiado. La institución concluyó que el país de origen no significaba una amenaza para la seguridad e integridad de los postulantes. Es evidente que estas respuestas dejan entrever ignorancia a la realidad que enfrentan los miembros de la comunidad LGBTQ+ y falta de entendimiento del contexto político.
Tras las rejas
Antonina Babkina se suicidó el 11 de enero. Era conocida por publicar en línea parte de su vida. Tras la invasión de Rusia a Ucrania, buscó asilo en Países Bajos. Al momento de su muerte, ya había recibido un permiso de residencia y estaba viviendo en un apartamento otorgado por el Estado.
Sandro Kortekaas afirmó que “Antonina había sido diagnosticada con autismo y esquizofrenia. Rogué a la Agencia Central para la Acogida de Solicitantes de Asilo (COA) y a los doctores que tomaran en cuenta su perspectiva”, también agregó “Un problema se apiló sobre otro y, como resultado, se volvió un estorbo para ellos”.
Babkina fue transferida al Centro de Ejecución y Supervisión para refugiados con conductas antisociales severas. El establecimiento del Centro está rodeado por una valla de alambre de púas, con instalaciones vigiladas y normas de convivencia más estrictas que las de un campamento normal. Quienes están alojados en el establecimiento pasan por un programa especial de modificación de conducta. Kortekaas manifestó que personas con diagnósticos como el de Antonina no deberían ser trasladadas al Centro, pues su salud mental podría empeorar.
“Las personas no entienden a dónde van”
Hasta ahora, poco se sabe sobre el suicidio del refugiado Mikhail Zubchenko, de 24 años. Según LGBT Asylum Support, Mikhail solicitó la condición de refugiado como hombre bisexual de Rusia.
Polina Grundmane, fundadora del proyecto de apoyo psicológico Sin Prejuicios, declaró a Holod que muchos refugiados necesitan ayuda psicológica pero no la obtienen a tiempo. A pesar de que hay especialistas disponibles en Holanda, hablan predominantemente en holandés mientras que los nuevos solicitantes no hablan holandés ni inglés. Grundmane explicó que, “Desafortunadamente, las personas no siempre entienden a dónde van”, agregó “Escapan de sus países con la idea de que hay algo mejor afuera. No esperen que apenas aterricen todo se alineará con sus expectativas”.
Un futuro esperanzador o no tanto
Sasha, chica transgénero y amiga de Katya Mikhailova, cree que Países Bajos es el lugar más favorable para refugiados LGBTQ+ que llegan desde Rusia en busca de asilo. Si le va bien, dos años de espera tendrán su recompensa: el postulante recibirá un apartamento para vivir, una pensión, la oportunidad de recibir una educación con préstamos favorables, y la ciudadanía luego de cinco años de residencia.
No obstante, Salim Aleulov, exvecino de Mikhail Zubchenko, tiene otra postura: potenciales refugiados pueden enfrentar problemas que se convierten en factores de suicidio, factores que pudieron evitarse.
Hay estudios que indican que existe un alto riesgo de suicidio en refugiados alojados en campamentos alrededor del mundo. Las principales razones son: desventajas socioeconómicas, experiencias traumáticas, elevados niveles de ansiedad y depresión, y limitado acceso a asistencia médica
La primera causa número de suicidio es la depresión no tratada. La depresión se puede tratar y el suicidio se puede prevenir. Puedes obtener ayuda en las líneas confidenciales de apoyo a los suicidas y aquellos con crisis emocionales.
Visita Befrienders.org para encontrar la línea de prevención del suicidio de tu país.