Este artículo de Isabella Camargo forma parte de la campaña #MarchWithUs (Marcha con nosotros): un mes entero de historias de activistas por la justicia de género de todo el mundo. Puedes escuchar el episodio del podcast con Ilex en aquí. Global Voices publica una traducción editada en virtud de un acuerdo de asociación con medios de comunicación.
Es febrero de 2022, las calles de Colombia se inundan de verde. Tras años de lucha, el movimiento feminista, liderado por la organización Causa Justa, acaba de conseguir que la Corte Constitucional de Colombia vote a favor de la sentencia C-055, momento histórico en el que se despenaliza el aborto hasta la vigésima cuarta semana de gestación.
En América Latina y el Caribe, el aborto es aún muy restrictivo o completamente ilegal en muchos países, lo que conlleva graves riesgos para la salud y la vida de las mujeres que buscan interrumpir un embarazo no deseado. La despenalización del aborto dentro de las 24 semanas en Colombia marca un hito importante en la lucha por los derechos reproductivos de las mujeres en la región.
Ahora bien, la sentencia C-055 marca un importante avance histórico, aunque parcial, pues las medidas de política pública aún requieren mejoras sustanciales. En efecto, si bien esta sentencia ordena al Gobierno nacional desarrollar políticas que garanticen estas condiciones, organizaciones como Ilex Acción Jurídica han demostrado que, en realidad, estos derechos no se respetan en su totalidad. Hoy en día, entendemos que circunstancias históricas, culturales y estructurales generan esta brecha entre la teoría y la práctica, particularmente para algunas comunidades y grupos sociales.
Ilex se fundó en 2018, es una iniciativa liderada por seis amigos abogados afrodescendientes que buscan promover la justicia racial en Colombia tras experimentar discriminación en sus vidas. Al entender la justicia racial como la erradicación de todas las barreras sociales, políticas y económicas que históricamente han impactado la calidad de vida y la realización plena de los derechos de los afrodescendientes, Ilex se centra en tres líneas estratégicas principales: investigación socio-jurídica, movilización jurídica y sensibilización.
Dayana Blanco, una de las fundadoras de Ilex, señala que en países como Colombia el racismo se evidencia sobre todo a través de las estadísticas, pero no siempre se percibe en la vida cotidiana de las personas no racializadas, que pueden no estar al tanto de estas realidades:
The big problem with racism is that sometimes it's invisible. That's why organizations like Ilex, along with others, have been working for many years in the country and the region to make it visible.
El gran problema del racismo es que a veces es invisible. Por eso, organizaciones como Ilex y otras, han estado trabajando durante muchos años en el país y en la región para hacerlo visible.
Por ejemplo, datos del censo revelan mayores tasas de pobreza, menores niveles de acceso a la educación y menor esperanza de vida entre la población afrodescendiente en comparación con otros grupos. Además, se observa que las mujeres afrodescendientes son especialmente vulnerables, con mayores tasas de empleo informal y acceso limitado a atención médica en comparación con otros grupos demográficos. Por consiguiente, Ilex surge en un contexto de «racismo inconsciente» y estructural. Su objetivo es hacer que emerja a la superficie a través de planteamientos interseccionales, antirracistas y étnico-raciales.
Disparidad histórica en el acceso a servicios de salud básicos
Aunque la sentencia C-055 reconoce las barreras sociales existentes, persisten desigualdades en el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo por el cumplimiento inadecuado de la sentencia. Aún en la actualidad, las colombianas enfrentan dificultades para acceder a servicios de aborto seguro, a pesar de que el procedimiento está despenalizado. Estos obstáculos incluyen disponibilidad limitada de servicios en materia sexual y reproductiva, falta de conocimiento de los profesionales de la salud de técnicas más seguras de aborto y acceso restringido a centros de aborto, entre otros. Para las mujeres afrodescendientes, estos obstáculos son mayores.
Según Ilex, las afrodescendientes son más afectadas por la pobreza, con un índice de feminidad de la pobreza de 121, mientras que para las mujeres no afro es de 116,6. Además, las mujeres afro jefas de hogar tienen una tasa de pobreza de más de 10 puntos porcentuales por encima de los hogares monoparentales liderados por mujeres no afro, en la que el índice de pobreza es del 31,8%. Asimismo, la tasa de mortalidad de las mujeres afrodescendientes es 1,8 veces mayor a la de las mujeres no afro.
En 2023, el Ministerio de Salud de Colombia reconoció estas deficiencias y expidió la Resolución 051 para aplicar un enfoque diferencial. Sin embargo, esta resolución no aborda de manera adecuada las vulnerabilidades específicas de las mujeres negras.
Como respuesta a la Resolución 051 de 2023, Ilex inició una investigación en tres de los departamentos más vulnerables del país para dar a conocer y destacar las disparidades en el acceso a este servicio entre afrodescendientes y “mujeres blancas embarazadas”.
En colaboración con la asociación de matronas Asoredipar-Chocó, se documentó y evidenció que las disparidades étnico-raciales en el acceso a los servicios de salud se intensifican aún más en el acceso a procedimientos seguros para la interrupción voluntaria del embarazo.
Al describir las hipótesis que guiaron este proceso de investigación, Blanco explica:
The decriminalization of abortion alone does not automatically guarantee access for all women to this service, specifically those on the margins — impoverished, Black Afro-descendant, and Indigenous women. There are conditions of inequality that differentially impact these groups, especially when different systems of oppression such as ethnic-racial belonging and gender intersect.
La despenalización del aborto por sí sola no garantiza automáticamente el acceso de todas las mujeres a este servicio, en particular de quienes están en los márgenes: mujeres empobrecidas, negras afrodescendientes e indígenas. Existen condiciones de desigualdad que afectan de manera diferencial en estos grupos, especialmente cuando se conectan diferentes sistemas de opresión como la pertenencia étnico-racial y el género.
Tras reconocer la necesidad de políticas públicas mejor adaptadas a las realidades de algunos grupos étnicos y raciales, en 2023, Ilex presentó seis recomendaciones al Ministerio de Salud colombiano. Piden la intervención de sistemas de salud tradicionales, como matronas en algunas regiones, capacitación para reducir el estigma por las interrupciones voluntarias del embarazo, al tiempo que se respetan sus prácticas culturales. Todos, independientemente de su origen, deben disponer de información clara y útil sobre sus derechos reproductivos.
En zonas con atención médica deficiente, sobre todo donde viven comunidades afrodescendientes, se deben hacer esfuerzos por garantizar el acceso a esos servicios. Los historiales médicos deben incluir detalles acerca del origen étnico para ayudar a adaptar el apoyo. Al educar sobre los propios derechos, debemos tener en cuenta las diferentes experiencias que pueden tener las mujeres afrodescendientes, especialmente en lo que respecta al acceso a educación formal.
Mientras continúa el proceso de defensa, Ilex aún espera que se apliquen sus recomendaciones.
Las olas feministas aumentan, pero enfrentan múltiples dificultades
El logro histórico que representa la sentencia C-055 en Colombia es parte de una ola feminista que ha ido en aumento en toda la región. Desde el surgimiento del movimiento «Ni una menos» contra el femicidio en 2015, el feminismo en Argentina, por ejemplo, ha ido en aumento. En 2018, la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito inundó las calles con adolescentes y universitarias, «las pibas«, especialmente activas.
Sin embargo, la oposición al movimiento en toda la región crece con la misma rapidez, principalmente a través de las redes sociales, la llamada “machósfera”, pero también a través de figuras de la televisión y la radio. En Argentina, el presidente Javier Milei amenaza con deshacer la legalización del aborto en el país, ya que “rápidamente se convirtió en la voz de los hombres que se sienten incómodos con el movimiento feminista”. Milei ya eliminó el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y prometió prohibir la educación sexual en las escuelas.
La oposición a los derechos sexuales y reproductivos en sentido amplio se ha convertido en clave para los políticos que buscan incentivar el voto conservador. Motivados por un retorno a los «valores tradicionales», los líderes han prometido emprender reformas restrictivas y promover cosmovisiones heteropatriarcales.
El trabajo de organizaciones como Ilex no ha terminado. Constantemente destacan la importancia de visibilizar las necesidades de salud de las mujeres, mientras combaten el racismo estructural e inconsciente al promover enfoques interseccionales, antirracistas y étnico-raciales para facilitar el acceso a todas las mujeres a lo largo de Colombia y la región.