Este artículo se publicó originalmente en el sitio web de OC Media. Publicamos una versión editada como parte de un acuerdo de asociación de contenido.
El partido gubernamental Sueño Georgiano pone en riesgo las aspiraciones europeas del país antes de la votación parlamentaria de octubre después de proponer reformas constitucionales que prohibirían la «propaganda» queer, las manifestaciones públicas o las publicaciones que busquen «popularizar las relaciones familiares o íntimas entre personas del mismo sexo». Los cambios propuestos también prohibirían la transición de género.
Los expertos dicen que el partido gobernante está echando abajo las aspiraciones del país de unirse a la Unión Europea en favor de obtener una posible ventaja electoral.
En la presentación de las reformas el 25 de marzo, Mamuka Mdinaradze, líder del partido, dijo que el partido estaba luchando contra la propagación del «estilo de vida no tradicional» como resultado de la propaganda de la «ideología pseudo liberal». Según Mdinaradze, todas estas acusaciones estaban respaldadas por «estudios internacionales», pero omitió citarlos.
Historial de la homofobia
La homofobia ha sido parte del arsenal de Sueño Georgiano desde que el partido empezó a gobernar el país en 2012, alienta a los ciudadanos ultraconservadores y de extrema derecha a atacar a la comunidad y a sus simpatizantes.
En 2013, liderada por sacerdotes de la Iglesia ortodoxa de Georgia, una multitud que coreaba «no a los gais» atacó a un grupo de activistas por los derechos queer que celebraba el Día Internacional Contra la Homofobia en la capital, Tiflis.
En 2018, de acuerdo a los cambios a la Constitución, se prohibió el matrimonio entre personas del mismo sexo. En ese momento, Sueño Georgiano argumentó que redefinir el matrimonio como una unión heterosexual también evitaría que «algunos grupos» utilizaran la homofobia con fines políticos.
La comunidad LGBTQ+ no intentó organizar otro evento del ORGULLO hasta seis años después, en 2019, solo para cancelarlo horas antes por cuestiones de seguridad después de que el Ministerio del Interior anunció que la Policía no protegería a quienes participaran de la protesta.
Poco cambió en los años siguientes, ya que los organizadores del ORGULLO de Tiflis tuvieron que cancelar la Marcha de la Dignidad en medio de ataques violentos de manifestantes contra LGBTQ+. En 2021, al menos 50 periodistas fueron golpeados y una multitud violenta atacó y saqueó las oficinas de los organizadores de la marcha: Orgullo de Tiflis y Movimiento Vergüenza, grupo de activistas liberales en ese momento. Al menos un periodista murió como resultado de los ataques.
Aunque algunos de los responsables de tanta violencia fueron condenados, se tomaron pocas medidas contra los seguidores del discurso de odio del partido gobernante o sus miembros.
Esto último fue evidente durante el evento del ORGULLO de 2023 cuando una multitud de miles de manifestantes de extrema derecha marcharon para interrumpir el Festival del Orgullo de Tiflis en julio. Afirmaron que el evento era un «complot de Occidente» que buscaba promover la agenda LGBTQ+. Cuando la multitud se acercó al lugar del festival, los organizadores y todos los invitados fueron evacuados para evitar enfrentamientos.
Legislación contra los queer
Varios meses después de organizar un ataque violento en la marcha del Orgullo que se canceló en 2021 en Tiflis, Alt Info, grupo extremista de ultraderecha y prorruso, presentó una iniciativa para prohibir la «propaganda LGBT». En julio de 2022, la Iglesia ortodoxa georgiana apoyó la idea de manera explícita.
Según un informe de 2023 del Fondo de Desarrollo de Medios titulado «Movilización Antigénero y Anti-LBGTQ en Georgia», entre 2012 y 2023, se registraron al menos ocho reformas legislativas presentadas por varios grupos, incluido Sueño Georgiano, que tenían como objetivo restringir o limitar los derechos LBGTQ+ en Georgia. Cinco de esas reformas no recibieron apoyo alguno.
Hacia fines de febrero, el partido con el respaldo de sus seguidores, empezaron a solicitar una ley dirigida a las personas queer, con el argumento de la necesidad de contrarrestar la supuesta propaganda «pseudoliberal» promovida por grupos opositores.
Si se adoptan los cambios propuestos a la ley constitucional sobre valores familiares y protección de menores del país prohibirían toda reunión, producto o programa educativo que «promueva» «familias o relaciones íntimas entre personas del mismo sexo», la adopción de niños para personas «del mismo sexo o no heterosexuales», el cambio de género, la idea de que hay más de dos géneros y el incesto. De igual modo, las reformas impedirían cualquier asistencia médica en la transición de género o cualquier reconocimiento legal de género y, probablemente en el futuro, también la celebración de eventos del Orgullo.
El partido señaló que planeaba agregar una línea al artículo 30 de la Constitución que estableciera que la «protección de los valores familiares y de los menores están garantizados por el derecho constitucional de Georgia, que es una parte integral de la Constitución de Georgia».
Para que las reformas se aprueben, Sueño Georgiano necesitaría asegurar 113 de los 150 votos en el Parlamento, donde el partido solo tiene 82 escaños.
«El proyecto de ley aún no ve la luz del día, pero ya están aumentando los temores de que, sea cual sea el motivo político, Sueño Georgiano se está aprovechando de la homofobia y la utiliza para hacer campaña en las próximas elecciones parlamentarias, una campaña de odio que puede hacer que el período previo a las elecciones sea aún más peligroso para los queer de Georgia», escribió el periodista Gigi Kobakhidze.
Mdinaradze indicó que el partido optó por cambios constitucionales en lugar de leyes comunes porque quería «garantías sólidas» que fueran más difíciles de revertir «si algún grupo pseudo liberal llegara al poder en 10 o 15 años».
Organizaciones internacionales, así como partidos opositores y organizaciones civiles, incluidos grupos de derechos queer, han criticado las enmiendas propuestas.
En respuesta a las reformas, Denis Krivosheev, subdirector regional de Amnistía Internacional para Europa del Este y Asia Central, dijo lo siguiente:
This proposed initiative is a blatant attack on human rights in Georgia and on the rights of LGBTI people in particular. It is distressing to see the governing party pursue such a detrimental initiative in a country that is pursuing membership of the European Union, which is founded on the values of respect for human dignity, freedom and equality for all.
Esta propuesta constituye un claro ataque a los derechos humanos en Georgia y, en particular, a los derechos de las personas LGBTI. Es angustiante ver que el partido gobernante persiga una iniciativa tan perjudicial en un país que está buscando afiliarse a la Unión Europea, que se basa en valores de respeto por la dignidad humana, la libertad y la igualdad para todos.
El 3 de marzo de 2022m Georgia solicitó formalmente ser miembro de la Unión Europea. En junio de ese año, la candidatura fue rechazada; y se dio al país una lista de 12 condiciones que el país debe cumplir antes de que su solicitud pudiera ser reexaminada. Entre estas condiciones estaban reducir la polarización política, reformar el poder judicial, garantizar el funcionamiento de las instituciones estatales, fortalecer las medidas anticorrupción, incluida la «desoligarquización», entre otras. Georgia finalmente obtuvo situación de candidato en diciembre de 2023.
«Si realmente quieren promover los ‘valores familiares’, entonces trabajen en lo que a las familias les importa: detener la inflación, generar trabajos mejor remunerados, evitar que las familias se separen por la emigración masiva», dijo Alexandre Crevaux-Asatiani, vicedirector de asuntos exteriores del partido opositor Movimiento Nacional Unido, en un comunicado a Eurasianet.
En una publicación de Facebook, los organizadores del Orgullo de Tiflis calificaron las reformas propuestas de «legislación homofóbica».
La legislación contra la «propaganda» queer en otros países, incluidos los que citan la protección de los menores, fue ampliamente condenada por grupos de derechos humanos como una violación a las libertades fundamentales.
Los críticos señalaron que leyes, como la que adoptó Rusia en 2013 para «proteger a los niños de la información que aboga por una negación de los valores familiares tradicionales», ocasionó que aumentaran las agresiones motivadas por odio.
Giorgi Tabagari, fundador y exdirector de Tbilisi Pride, advirtió en un tuit: «La Rusia de Putin no se construyó en un día, empezó así», en referencia a las nuevas reformas.
El gobierno de Sueño Georgiano dio un giro con respecto a libertades y derechos humanos en octubre de 2020, con la votación parlamentaria del país el 31 de octubre y entró en una crisis política que continúa. Desde entonces, el país he tenido una violenta ola de protestas, ataques a medios independientes y una grieta cada vez mayor entre la sociedad y el liderazgo estatal.
En septiembre de 2023, los funcionarios intentaron destituir a la presidenta del país, que en los últimos años ha criticado públicamente al partido gobernante, pero no lo lograron.
Por estos factores es que, en los últimos años, el registro del país disminuyó abruptamente en lo que respecta a libertades y democracia.