Conocí a Mohammed en 2018 mientras realizaba prácticas en un laboratorio de fabricación digital en Ammán, Jordania. Era tarde en la tarde y el laboratorio estaba casi vacío. Dos hombres jugueteaban con la cortadora láser; intentaban hacerlo su funcionar mientras se divertían.
Intrigado, me acerqué para ver si necesitaban ayuda. Parecía que se las arreglaban bien, así que comenzamos a conversar.
No pude evitar mirar un objeto de plástico naranja frente a ellos. Tenía un componente central en forma de Y con un tubo transparente y flexible que colgaba de su extremo, y una pieza circular de plástico adjunta. Me entregaron dos auriculares de goma para colocar en cada extremo de la pieza en forma de Y: era un estetoscopio, con algunas partes impresas en 3D, y otras compradas y ensambladas.
Mohammed y su amigo estaban de paso en Ammán, mientras esperaban una visa canadiense. Su equipo fue invitado a asistir a una conferencia para mostrar su trabajo en la fabricación de hardware médico de código abierto en Gaza. Desafortunadamente, se les negó la visa, por lo que regresaron a casa.
El bloqueo de suministros médicos en Gaza
«¿Por qué no simplemente comprar estetoscopios?», pregunté.
Mohammed explicó que, en primer lugar, traer estetoscopios a Gaza a menudo era imposible porque la ocupación israelí restringe arbitrativamente la entrada de ayuda, dicen que son bienes de doble uso. En segundo lugar, comprarlos en grandes cantidades no era factible, ya que son costosos.
Para enfatizar, la ocupación israelí prohíbe muchos equipos médicos esenciales y que salvan vidas con el pretexto de bienes de doble uso. Estas restricciones comenzaron con el bloqueo terrestre-aéreo-marítimo en Gaza en 2007.
La entrada de cada átomo a Gaza se gestiona a través del Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), unidad del Ministerio de Defensa israelí que «implementa la política civil» dentro de los territorios palestinos restantes.
Mohammed y su equipo necesitaban encontrar una manera de eludir el bloqueo, así que recurrieron a la fabricación local y se centraron en la impresión 3D de código abierto.
No por casualidad, las impresoras 3D también están en la lista de artículos prohibidos para entrar a Gaza. Dado que no podía simplemente enviar impresoras, Mohammed comenzó a averiguar qué partes se necesitaban para ensamblar una impresora desde cero. Colaboró con un colega fuera de Gaza que podía traer pequeñas piezas de impresora cuando viajara hacia el lugar. Mohammed luego compró televisores, los desmontó y extrajo chips para reutilizarlos en la impresora.
Con la primera máquina completa, Mojammed necesitaba filamento de plástico, que es la tinta de impresión 3D. Compró bolitas de plástico en una fábrica local, las derritió y convirtió en filamento suave de tres milímetros con otra máquina casera.
Utilizó una impresora para imprimir otras impresoras 3D hasta que tuvo una red de máquinas que trabajaba en conjunto. Con esta red, su equipo logró imprimir un estetoscopio de tres dólares, que funcionaba casi igual que un instrumento de 200 dólares. Imprimieron miles y los distribuyeron en hospitales de Gaza.
Soluciones creativas para problemas médicos complicados
Mohammed pronto se dio cuenta de que imprimir estetoscopios no era suficiente para la escala de violencia que enfrentaban los gazatíes por la ocupación israelí.
Estudió cuidadosamente las estrategias del Ejército de ocupación, y se centró en las heridas que infligían. Notó que la ocupación israelí a menudo apuntaba y disparaba a las extremidades en lugar de disparos directos a la cabeza. Dedujo que su objetivo era dejar que alguien se desangrara lentamente y sufriera antes de exhalar su último aliento.
Cuando los servicios de emergencia podían llegar a los pacientes, usaban vendajes comunes para envolver la zona herida y apretarla tanto como se pudiera para intentar detener la hemorragia. Sin embargo, surtía efecto.
Mohammed y su equipo diseñaron un torniquete de plástico adjunta a un cinturón grueso. La pieza de plástico se usaba para asegurar el cinturón en su lugar. Imprimieron tantas como pudieron con el material limitado que tenían y las distribuyeron dentro de las ambulancias de Gaza.
En un taller en Ammán en 2018, Mohammed contó que un día, la ocupación israelí atacó a una familia de cuatro miembros. Cuando llegó la ambulancia, tenían solo dos torniquetes de plástico a mano. A pesar de tratar a los cuatro miembros de la familia, solo los dos que recibieron los torniquetes impresos en 3D sobrevivieron. Se detuvo y reflexionó: «No sabía si sentirme feliz o triste. Feliz porque las piezas que imprimimos salvaron dos vidas, pero triste porque simplemente no podíamos imprimir suficiente».
Riesgos crecientes y búsqueda de refugio
A lo largo de los días, meses y años, Mohammed y yo nos sentábamos a hablar en persona cuando podíamos y por teléfono cuando él no podía salir de Gaza. Me contaba sobre su vida en Gaza, reflexionaba acerca de su trabajo y con lo que estaba contribuyendo.
Un año antes del 7 de octubre, Mohammed me llamó para contarme de dos nuevos proyectos que estaba ansioso por lanzar. Uno era imprimir en 3D aparatos ortopédicos a medida para pacientes con problemas de espalda, y el otro era volver a fabricar gasas médicas en Gaza.
En nuestra conversación, contó un dato intrigante: algunos lingüistas creen que la palabra «gasa» puede haberse originado a partir del nombre «Gaza». Esta revelación impactó a Mohammed, ya que se había conectado con los descendientes de la primera fábrica de gasas de Gaza. Sentía que sus proyectos eran una forma de preservar el patrimonio de ingenio médico de Gaza, lo que podría contribuir a resistir el bloqueo.
Hoy en día, no hay infraestructura médica funcional que mencionar en Gaza. La ocupación israelí ha atacado hospitales, ambulancias y caminos en su campaña genocida en Gaza, y ha devastado el sistema de salud.
A mediados de marzo, Mohammed me escribió que uno de sus amigos murió en un ataque aéreo israelí en su hogar:
We had last met 4 days ago. We celebrated our 20th anniversary of friendship. We talked about the situation, how we could adapt. We envisioned the future of our conflict with the occupier. My friend, having recently repaired his home and resettled, focused on fixing electrical devices and solar cells, despite knowing that this work was dangerous because such skill made him a target. He imparted the harsh reality that we must reconcile with the circumstances, as we don't have the luxury of choice.
Nos vimos por última vez hace cuatro días. Celebramos 20 años de amistad. Hablamos sobre la situación, cómo podríamos adaptarnos. Visualizamos el futuro de nuestro conflicto con el ocupante. Mi amigo había reparado recientemente su casa y reacomodado, se dedicaba a arreglar dispositivos eléctricos y células solares, a pesar de saber que este trabajo era peligroso porque esa habilidad lo convertía en un blanco. Transmitió la dura realidad de que debemos reconciliarnos con las circunstancias, ya que no tenemos el lujo de elegir.
Desde el inicio del genocidio, Mohammed ha rechazado la idea de irse de Gaza. Sus padres son refugiados de la Nakba de 1948, cuando la ocupación israelí los obligó a abandonar la aldea de Ni'ilya, que ahora es parte de la ciudad de Ascalónn, al norte de Gaza. Mohammed se negó a convertirse en refugiado nuevamente, una generación después, a manos de la misma entidad colonialista. Me dijo en octubre: «Solo tengo un deseo, que mi padre viva hasta el día de la liberación de Palestina».
Seis meses después, la vida de Mohammed corre peligro, ya que Israel está apuntado a personas con habilidades, como periodistas, médicos, y más recientemente ingenieros y expertos en tecnologías de la información . Ya no puede garantizar la seguridad de su familia. Finalmente decidió abandonar Gaza con su esposa y sus cuatro hijos con la esperanza de salvarlos y luego regresar para servir a Gaza y Palestina.
“Because of Us”
This morning I learned
The English word gauze
(finely woven medical cloth)
Comes from the Arabic word غزة Ghazza
Because Gazans have been skilled weavers for centuriesI wondered then
how many of our wounds
have been dressed
because of themand how many of theirs
have been left open
because of us.
Por Nosotros
Esta mañana aprendí.
La palabra inglesa gasa,
(tejido médico finalmente tejido)
Viene de la palabra árabe غزة Ghazza
Porque los gazatíes han sido hábiles tejedores durante siglosEntonces me pregunté
cuántas de nuestras heridas
han sido vendadas
gracias a ellosy cuántas de las suyas
han quedado abiertas
gracias a nosotros.