La victoria de Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores, PT) en las elecciones de 2022 contra el entonces presidente Jair Bolsonaro (Partido Liberal, PL) fue para muchos una señal de enfriamiento de la extrema derecha que ganaba impulso en Brasil y el mundo.
En una de las elecciones más polarizadas del país, Lula fue elegido por tercera vez contra el entonces presidente con una diferencia apretada (considerando votos válidos): 50,90% a 49,10%. El contexto político del país también siguió así, los bolsonaristas acamparon en protesta por los resultados e invadieron predios de los tres poderes una semana después de la toma de mando, el 8 de enero de 2023, en una tentativa de golpe de Estado.
Sin embargo, paso un año del gobierno de Lula, aún parece que hay mucho por hacer para recuperar la idea de Brasil plural que se destacó tanto durante la campaña y fue una promesa en su toma de mando, cuando subió la rampa presidencial rodeado de representantes de diferentes grupos de la población. Es la evaluación del antropólogo brasileño David Nemer.
En conversación con Global Voices, Nemer analiza Brasil en el nuevo gobierno de Lula –que fue presidente en 2002 y 2006– y habla sobre su último libro, Tecnologia del oprimido: desigualdad en el mundo digital en las favelas de Brasil, publicado en 2022 y disponible en portugués e inglés.
Nemer es profesor en la Universidad de Virginia e investigador asociado en Harvard, en Estados Unidos. Sus investigaciones buscan entender el papel de los medios sociales en la difusión del discurso de extrema derechas y la relación entre tecnología y sociedad.
La entrevista de Global Voices se hizo por Zoom y se editó en aras de la claridad y la precisión.
Edgar Velozo (EV): ¿Cómo evalúa el actual momento de Brasil, tras la elección de Lula?
David Nemer (DN): Passamos por quatro anos de total destruição do tecido social brasileiro. A gente começa o governo Lula tentando entender o estrago para tentar reconstruir o Brasil, dentro da pluralidade. Em que 56% da população é negra, mas ao mesmo tempo [um país que] se entende como uma população branca; um Brasil cristão, mas com várias religiões de matriz africana. Lula vem como uma aposta de diversos setores da sociedade como forma de resgatar esse Brasil plural. Tanto que ele sobe a rampa com uma pessoa indígena, uma pessoa com deficiência, uma mulher negra, tentando passar essa simbologia de Brasil para todos.
A questão é: a gente não está vendo muito isso, né? Por exemplo, todo o conflito em relação a indicar uma ministra negra ao Supremo Tribunal Federal. A gente começa a se perguntar até que ponto esse Brasil plural que trouxe gasolina para a campanha do Lula vai de fato ocupar espaços que merece.
Pensar o Brasil daqui para frente está mais complicado do que quando o Lula ganhou, porque hoje a gente tem dúvida se realmente o Lula vai acompanhar essas mudanças. É o movimento que a gente precisa para poder avançar.
David Nemer (DN): Hemos vivido cuatro años de destrucción total del tejido social brasileño. Empezamos el gobierno de Lula intentando comprender los daños para poder intentar reconstruir Brasil en el marco de la pluralidad. El 56% de la población [del país] es negra, pero al mismo tiempo [es un país que] se entiende como una población blanca; un Brasil cristiano, pero con varias religiones de origen africano. Lula llega como una apuesta de diversos sectores de la sociedad para rescatar ese Brasil plural. Tanto es así que sube la rampa con un indígena, un discapacitado, una mujer negra, para intentar transmitir este simbolismo de Brasil para todos.
La cuestión es que no estamos viendo mucho de esto, ¿verdad? Por ejemplo, todo el conflicto por el nombramiento de una ministra negra para el Tribunal Supremo. Empezamos a preguntarnos hasta qué punto este Brasil plural que avivó la campaña de Lula ocupará realmente los espacios que merece.
Pensar en Brasil a partir de ahora es más complicado que cuando ganó Lula, porque hoy dudamos de que Lula vaya a estar realmente a la altura de estos cambios. Este es el movimiento que necesitamos para avanzar.
EV: Como antropólogo, ¿cómo ve la percepción de los bolsonaristas en relación con Lula?
DN: O movimento bolsonarista, aliado ao movimento da extrema-direita, foi um movimento semi-orgânico. As desinformações aumentaram porque as pessoas estavam com uma vontade de desfazer o establishment e a esquerda, e favorecer a direita. Foi um movimento semi-orgânico porque essa vontade foi manipulada, foi extremamente planejado, financiado e executado.
A desinformação só roda quando tiver dinheiro, para você fazer essa infraestrutura rodar, você precisa pagar. O dinheiro não está ali mais, então não está tendo [articulação e movimento] como antes.
Por exemplo, tentou-se fazer uma movimentação para o 7 de setembro [dia da Independência do Brasil]. Eles não conseguiram concordar se iam para as ruas, porque se fossem para a rua eram patriotas, mas também entendiam como apoio ao Lula. Por outro lado, ficar em casa não é coisa de patriota.
Mas isso não quer dizer que não exista oposição. O movimento bolsonarista agora está mais alinhado a políticos específicos, como Nikolas Ferreira (PL). A gente vê os filhos de Bolsonaro tentando continuar o legado do bolsonarismo em si [entre três filhos do ex-presidente, um é senador, outro deputado federal e o terceiro é vereador no Rio de Janeiro].
Pós-eleição do Lula, muita gente ficou contente com a vitória dele, acabou se soltando um pouco. Tipo, ‘agora venceu, estamos seguros’.
DN: El movimiento Bolsonaro, combinado con el movimiento de extrema derecha, fue un movimiento semiorgánico. La desinformación aumentó porque la gente tenía ganas de deshacer al sistema y la izquierda, y favorecer a la derecha. Fue un movimiento semiorgánico porque esa voluntad fue manipulada, fue extremadamente planeada, financiada y ejecutada.
La desinformación solo funciona cuando hay dinero, y para que esta infraestructura funcione, hay que pagarla. Ya no hay dinero, así que no hay [articulación y movimiento] como antes.
Por ejemplo, intentaron organizar un movimiento para el 7 de septiembre [Día de la Independencia de Brasil]. No se ponían de acuerdo si iban a salir a la calle, porque si salían a la calle eran patriotas, pero también lo veían como un apoyo a Lula. Por otro lado, quedarse en casa no es patriótico.
Pero eso no significa que no haya oposición. El movimiento de Bolsonaro está ahora más alineado con políticos específicos, como Nikolas Ferreira (PL). Vemos que los hijos de Bolsonaro intentan continuar el legado del bolsonarismo [de los tres hijos del expresidente, uno es senador, otro diputado federal y el tercero es concejal de Río de Janeiro].
Después de la elección de Lula, muchos estaban contentos con su victoria, acabaron aflojando un poco. En plan, ‘ahora que ha ganado, estamos a salvo’.
EV: Actualmente, ¿cómo defines el bolsonarismo?
DN: O bolsonarismo transcende a figura singular de Jair Bolsonaro, estendendo-se para abarcar uma base de apoio política, social e ideológica que se consolidou ao longo do tempo. Este movimento se caracteriza por uma amalgama de conservadorismo moral, nacionalismo, anticomunismo, defesa do liberalismo econômico e uma postura anti-establishment. Atualmente, um dos pilares fundamentais que sustentam o bolsonarismo são as igrejas cristãs fundamentalistas.
O bolsonarismo se apoia em uma base de seguidores leais e ativos, que continuam a promover suas ideias e valores mesmo com Bolsonaro fora do poder e impedido de concorrer a novas eleições – como demonstrado na recente manifestação pró-Bolsonaro na Avenida Paulista, em 25 de fevereiro. Esta base inclui segmentos conservadores, cristãos fundamentalistas, setores das Forças Armadas e empresariado.
Além disso, o bolsonarismo mantém sua influência por meio de outros políticos, como Nikolas Ferreira, que utilizam as redes sociais como ferramenta para disseminar as ideias do movimento e mobilizar sua base de apoio.
DN: El bolsonarismo trasciende la figura singular de Jair Bolsonaro, se extiende para abarcar una base de apoyo político, social e ideológico que se ha consolidado con el tiempo. Este movimiento se caracteriza por una amalgama de conservadurismo moral, nacionalismo, anticomunismo, defensa del liberalismo económico y una postura antisistema. En la actualidad, uno de los pilares fundamentales que sostienen el bolsonarismo son las iglesias cristianas fundamentalistas.
El bolsonarismo tiene una base leal y activa de seguidores, que continúan promoviendo sus ideas y valores incluso con Bolsonaro fuera del poder y con impedimento de presentarse a nuevas elecciones, como demostró la reciente manifestación a favor de Bolsonaro en la avenida Paulista el 25 de febrero. Esta base incluye segmentos conservadores, cristianos fundamentalistas, sectores de las Fuerzas Armadas y del empresariado.
Además, el bolsonarismo mantiene su influencia a través de otros políticos, como Nikolas Ferreira, que usan las redes sociales como herramienta para difundir las ideas del movimiento y movilizar a su base de apoyo
EV: En 2021, en entrevista para Global Voices, la también antropóloga Rosana Pinheiro Machado dijo que investigadores de humanidades y ciencias sociales se volvieron enemigos de la nación. ¿Qué opina sobre eso hoy?
DN: Viramos inimigos da nação porque a gente foi para o enfrentamento ao bolsonarismo, para entender o bolsonarismo como uma sub-área dos estudos sobre extrema-direita. A gente era visto como na visão da extrema-direita? Comunistas, que estão na mamata, que não produzem nada de bom. Agora é interessante porque as críticas ao governo Lula também vem desse setor, que continua ocupando esse espaço da crítica.
DN: Nos convertimos en enemigos de la nación porque fuimos a enfrentarnos al bolsonarismo, a entender el bolsonarismo como una subárea de estudios de extrema derecha. ¿Cómo nos veían desde el punto de vista de la extrema derecha? Comunistas, que están desempleados, que no producen nada bueno. Ahora es interesante porque las críticas al gobierno de Lula también vienen de este sector, que sigue ocupando este espacio de crítica.
EV: ¿Cómo se recibió su libro Tecnología del oprimido, en Brasil y fuera?
DN: A resposta tem sido muito boa. Traz uma visão que as pessoas, quando lido com a internet e desigualdade, ninguém está 100% excluído, está todo mundo ali. O livro aborda, por exemplo, desde as questões da favela em si, da infraestrutura, da precariedade, mas também traz questão de gênero. O homem na favela está num lugar precarizado, onde sofre todos os tipos de preconceito, mas a mulher negra na favela também é oprimida por esse homem oprimido.
Também no livro trago a questão da ascensão da extrema-direita no Brasil e da desinformação. Falo que é a tecnologia do opressor, e termino com a tecnologia da esperança, baseado no livro de Paulo Freire [Pedagogia do Oprimido].
Foram 10 anos dessa pesquisa. Então, amadureceu muito, ajudou a falar do que foi junho de 2013, um movimento que a gente está até hoje querendo entender.
Antes de publicar, eu distribuí o livro para seis moradores das favelas lerem, se tinha alguma coisa que não batia com a realidade deles. Uma vez validado por eles, falei ‘ah, está apto para eu contar essa história deles’.
É um trabalho etnográfico, sobre estudar o outro não tem outra forma. Você está lá muito mais para entender, sem julgar.
DN: La respuesta ha sido muy buena. Demuestra a la gente que, cuando se trata de internet y desigualdad, nadie está excluido totalmente, todo el mundo está ahí. El libro aborda, por ejemplo, las cuestiones de la propia favela, las infraestructuras, la precariedad, pero también el género. El hombre de la favela está en un lugar precario, donde sufre todo tipo de prejuicios, pero la mujer negra de la favela también está oprimida por este hombre oprimido.
En el libro también trato el tema del auge de la extrema derecha en Brasil y la desinformación. Digo que es la tecnología del opresor, y termino con la tecnología de la esperanza, según el libro de Paulo Freire [Pedagogía del oprimido].
Han sido 10 años de investigación. Así que maduró mucho, ayudó a hablar de junio de 2013, movimiento que todavía seguimos tratando de entender.
Antes de publicarlo, distribuí el libro para que lo leyeran seis habitantes de favelas, por si había algo que no coincidía con su realidad. Una vez que lo validaron, dije ‘ah, estoy listo para contar su historia’.
Es un trabajo etnográfico, no hay otra forma de estudiar al otro. Estás ahí mucho más para comprender, sin juzgar.