El 3 de abril, Mamuka Mdinaradze, líder parlamentario del partido Sueño Georgiano, anunció la decisión de reconsiderar el proyecto de ley sobre agentes extranjeros. En 2023, cuando el Gobierno dio a conocer que se iba a aprobar la ley, se produjo una protesta masiva así como críticas internacionales, ya que proyectos de ley similares en otros países han puesto en peligro el trabajo de organizaciones no gubernamentales y agrupaciones civiles. Al final, el proyecto fue anulado, solo para resurgir antes de una votación parlamentaria prevista para octubre de 2024.
La ley rusa de agentes extranjeros
El proyecto de ley «sobre transparencia de la influencia extranjera» era similar a la polémica ley rusa de 2012 sobre «agentes extranjeros», que se ha usado para reprimir la disidencia y la oposición desde que entró en vigor. El proyecto lo propuso un grupo de parlamentarios, exmiembros del partido gobernante Sueño Georgiano, que abandonaron la agrupación en 2022 y formaron su propio partido político, Poder Popular, en agosto de ese año. De haberse aprobado, el proyecto de ley hubiera «obligado a las organizaciones no gubernamentales financiadas desde el extranjero a registrarse como agentes de influencia extranjera», informó Eurasianet.
Esta vez, el partido gobernante propuso la ley y, a diferencia de la reiteración anterior, Mdinaradze dijo que este proyecto cambiaría la forma de calificar a las ONG. Las agrupaciones locales que reciban fondos extranjeros serán calificadas como «agentes de influencia extranjera» en vez de «organizaciones que defienden los intereses de una potencia extranjera». Al anunciar esta decisión, Mdinaradze cuestionó la transparencia de las agrupaciones civiles locales y acometió contra los donantes extranjeros.
🇬🇪 @GeorgianDream41 got new instructions from their masters in the Kremlin. They are so uncreative that they reintroduced the same 🇷🇺 law that Georgian people said NO to.
This law has one goal – to sabotage Georgia's European future. To keep 🇬🇪 in the Russian swamp. Bad idea.— Viola von Cramon 🇺🇦🇪🇺🇮🇱 (@ViolavonCramon) April 3, 2024
🇬🇪 Sueño Georgiano recibió instrucciones nuevas de sus amos en el Kremlin. Son tan poco creativos que volvieron a presentar la misma ley 🇷🇺 a la que el pueblo de Georgia dijo NO.
Esta ley tiene un solo objetivo: sabotear el futuro de Georgia en Europa. Para mantener a 🇬🇪 en el pantano ruso. Mala idea.
Han circulado en línea acusaciones contra asociaciones civiles locales, mientras que el partido gobernante ha denunciado frecuentemente a los donantes extranjeros, los culpa de financiar disturbios e incitar al odio. En 2023, el presidente del Parlamento, Shalva Papuashvili, acusó a los donantes occidentales de apoyar a los radicales.
Since withdrawing the legislation, the ruling GD party has especially escalated their verbal attacks on Western donors that support and finance Georgian NGOs and media, and accused the donors and Western countries of plotting a violent government overthrow. 2/2
— Eto Buziashvili (@EtoBuziashvili) April 3, 2024
Malas noticias desde Georgia (otra vez): el partido gobernante Sueño Georgiano vuelve a copiar y pegar la ley rusa sobre agentes extranjeros que tiene el objetivo de silenciar y atacar a ONG y medios, y a los donantes occidentales después de que el intento anterior quedara frustrado por grandes protestas callejeras.
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Desde que se revocó la legislación el partido gobernante Sueño Georgiano ha intensificado sus ataques verbales a los donantes occidentales que apoyan y financian a las ONG y los medios georgianos, y ha acusado a donantes y a países occidentales de tramar un derrocamiento violento del gobierno.
Al momento de su propuesta, la premisa del Poder Popular se basaba en una teoría conspirativa: Georgia se vio arrastrada a la guerra en Ucrania como parte de un plan orquestado con la ayuda de la Unión Europea, el opositor Movimiento Unido Nacional y la sociedad civil georgiana. Esta teoría comenzó a circular cuando el gobernante Sueño Georgiano enfrentaba el «mayor desafío a sus diez años de gobierno» por no haber garantizado «la condición de candidato a la Unión Europea», informó el medio independiente georgiano OC Media. Georgia solicitó formalmente la adhesión a la Unión Europea en marzo de 2022, un día después de que Rusia invadió Ucrania, En esa ocasión, la medida del partido gobernante fue descrita como un vuelco total, ya que el líder de Sueño Georgiano había insistido en que no aceleraría el plazo inicial de solicitud de adhesión en 2024. Los expertos argumentaron que este cambio se debió en principio a la serie de protestas que hubo en el país, y también a la presión de la oposición.
En marzo de 2024, el partido reveló controvertidas reformas a la Constitución que prohibirían toda reunión, producto o programa educativo que «popularice» las «familias o relaciones íntimas homosexuales», la adopción de niños por «personas del mismo sexo o no heterosexuales», las transiciones de género, la idea de que hay más de dos géneros y el incesto. Los cambios también prohibirían cualquier asistencia médica para la transición de género o cualquier reconocimiento legal de género para las personas transgénero. También se prohibiría la celebración de actos del orgullo gay en el futuro.
En aquel momento, los expertos dijeron que el partido gobernante estaba sacrificando las aspiraciones del país de entrar a la Unión Europea por una posible ventaja electoral.
El 3 de marzo de 2022, Georgia solicitó formalmente adherirse a la Unión Europea. En junio de 2022, su candidatura había sido rechazada y se le impuso una lista de doce condiciones que el país debía cumplir antes de que se reexaminara su solicitud. Entre estas condiciones estaban reducir la polarización política, reformar el poder judicial, garantizar el funcionamiento de las instituciones estatales, reforzar las medidas anticorrupción, incluida la desoligarquización, y otras. En último término, Georgia obtuvo la posición de candidato en diciembre de 2023.
A finales de marzo, el partido gobernante también expresó su apoyo a las reformas que derogarían las cuotas de género en las elecciones parlamentarias de octubre.
La presidenta de Georgia, Salome Zourabichvili, acusó al partido gobernante de sabotear la candidatura del país a la Unión Europea. «Ahora todo está claro: Sueño Georgiano ha declarado abiertamente, ha dicho no a Europa en todas las direcciones», dijo en su discurso. En 2023, la presidenta prometió vetar la ley.
El partido gobernante piensa lo contrario. El primer ministro, Irakli Kobakhidze, sostuvo que la ley era europea y que así eran las normas de transparencia europeas. El primer ministro parece haber olvidado la declaración del alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, que dijo que el proyecto de ley era «incompatible con los valores y normas de la Unión Europea» cuando se presentó por primera vez en 2023.
Por otro lado, el 3 de abril, en una declaración publicada en Facebook, el partido gobernante afirmó que la ley «protegerá a Georgia de intentos artificiales de causar disturbios en el país».
Como era de esperar, el proyecto de ley tuvo el respaldo de Bidzina Ivanishvili, el multimillonario fundador del partido gobernante Sueño Georgiano, que regresó a la política en 2023 y fue nombrado «presidente de honor» del partido gobernante.
Ivanishvili es una figura clave en la política georgiana. Hizo su fortuna en Rusia en la era pre-Putin, y fundó el partido Sueño Georgiano en 2012. Tras un breve periodo como primer ministro entre 2012 y 2013, Ivanishvili ejerció en gran medida su poder e influencia a través de la presidencia de Sueño Georgiano. En 2021, anunció públicamente su decisión de abandonar la política, pero eso no impidió que algunos creyeran que seguía al mando tras bastidores desde su mansión de cristal en la capital, Tiflis. Su participación en la política nacional se reflejó también en una resolución del Parlamento Europeo aprobada en junio de 2022, que pedía a las autoridades georgianas que impusieran sanciones personales a Ivanishvili «por su papel en el deterioro del proceso político en Georgia».
El momento elegido por Ivanishvili para reincorporarse a la escena política llama la atención, ya que el anuncio del multimillonario se produjo apenas diez meses antes de las elecciones parlamentarias de octubre de 2024.
Poco después de su regreso, hubo una importante reorganización del gabinete.
La sociedad civil contraataca
Se preveía que hubiera protestas a inicios de abril en respuesta al nuevo proyecto de ley, según informó OC Media.
«Usaremos todos los medios disponibles para enfrentar otro grave intento de rusificar Georgia», afirmaron en una declaración conjunta.
Miembros del partido opositor pidieron a los ciudadanos que, como en 2023, muestren su apoyo y «hagan todo lo » para «no permitir que Sueño Georgiano haga retroceder a nuestro país», declaró Khatia Dekanoidze.
Otro político de la oposición, Zurab Girchi Japaridze, dijo: «Las calles y la protesta son el único camino».
El 3 de abril, varias plataformas de noticias en línea emitieron una declaración conjunta, afirmaron que el proyecto de ley era un ataque a la libertad de prensa.
«No to Russian law» – independent media held briefing denouncing bringing back foreign agent draft law, which they said will end Georgia's European future. pic.twitter.com/iSH9osw87r
— Mariam Nikuradze (@mari_nikuradze) April 3, 2024
«No a la ley rusa», dicen medios independientes tras reunión informativa en la que denuncian que se volvió a presentar proyecto de ley de agentes extranjeros, que dicen acabará con el futuro europeo de Georgia.
Tanto la Unión Europea como Estados Unidos han criticado que se haya vuelto a presentar el proyecto de ley. A juzgar por la actitud del partido gobernante, estas críticas importan poco. En entrevista con el periódico local Netgazeti, el presidente del Parlamento, Shalva Papuashvili, afirmó que el partido gobernante ya había cruzado limites, y aun así consiguió la condición de candidato a la Unión Europea. Sin embargo, el portavoz olvida que fue el compromiso del pueblo georgiano y no el Partido del Sueño Georgiano, el que consiguió la condición de candidato.