La famosa escritora guadalupeña Maryse Condé, célebre por sus novelas, obras de teatro y ensayos que ahondan en las múltiples facetas, y a menudo matizadas capas de raza, colonialismo, género e identidad cultural, falleció la noche del 1 de abril en un hospital de las afueras de Marsella en Francia. Tenía 90 años.
Rest in power #MaryseCondé (here pictured by #HenryRoy in #RegardsNoirs)#RiP ✊🏼 pic.twitter.com/tWGWRURujj
— Sarah Lawan (@SarahLawan) April 2, 2024
Descansa en poder Maryse Condé (aquí fotografiada por Henry Roy en Regards Noirs).
QEPD
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Laurant Laffont, su editor de muchos años, le comentó a The Associated Press que Condé padecía de una enfermedad neurológica que afectó su visión a tal punto que tuvo que dictar su última novela El Evangelio según el Nuevo Mundo. La obra se publicó en 2021 y fue aclamada por la crítica por su hábil mezcla de folclore caribeño con eventos bíblicos, relata el recorrido de Pascal, un bebé milagroso en busca de su propósito como supuesto hijo de Dios. Financial Times interpretó la novela como «una parodia del Nuevo Testamento: [una] odisea a través del colonialismo, la religión y la raza».
Richard Philcox, marido de Condé, tradujo el libro al inglés en marzo de 2023. Poco después, quedó preseleccionado para el Premio Internacional Booker 2023. En ese momento, Condé era la autora de más edad nominada al prestigioso galardón, aunque ya había sido nominada una vez, en 2015, por su obra completa.
Condé no era ajena a los elogios literarios. Entre sus libros más destacados están Segu; Yo, Tituba: La bruja negra de Salem y Barlovento, homenaje a Cumbres borrascosas de Emily Brontë que Condé leyó de niña y a la que atribuye el mérito de haberla inspirado para convertirse en novelista. Barlovento se ambienta acertadamente en su Guadalupe natal, donde la raza y la cultura actúan como fuertes fuerzas divisorias. En 2018, ganó el premio único de la Nueva Academia de Literatura, alternativa al Nobel de ese año, que se vio plagado de escándalos, aunque (para disgusto de muchos) no fue elegida para el premio Nobel de Literatura de 2019 a pesar de su aguda y perspicaz exploración de problemáticas sociales.
Entre sus numerosas distinciones figuran el Premio Femina (1986), el Premio Liberatur por Segu (1988), el Premio a la Trayectoria del Programa de Estudios Africanos de la Universidad de Nueva York (1999), la distinción del Gobierno francés de la Orden de las Artes y las Letras (2001), la Legión de Honor de Francia (2004), el premio PEN de Traducción por Waiting for the Waters to Rise (2020) y El Evangelio según el Nuevo Mundo (2021).
Condé, cuyo nombre de soltera era Maryse Boucolon, nació el 11 de febrero de 1934 en Pointe-à-Pitre en Guadalupe, y surgió como una eminencia literaria cuyos escritos daban testimonio del legado de la esclavitud y el colonialismo en África y el Caribe. Su obra, influida por pensadores anticolonialistas, como Frantz Fanon y Aimé Césaire, trascendió fronteras al desafiar nociones preconcebidas y arrojar luz sobre las complejidades de la identidad negra.
Se crio en una familia acomodada y bien educada, y empezó a escribir a una edad temprana, y nunca paró. En la secundaria, escribió artículos para los periódicos locales y más tarde, cuando estudiaba en la Sorbona de París, publicó reseñas de libros para la revista estudiantil. Si bien recuerda el efecto que tuvo en ella de adolescente la lectura de la novela Black Shack Alley (1950) de Joseph Zobel, que le abrió los ojos al activismo político, Condé también supo de los efectos persistentes del colonialismo a través de experiencias directas de racismo en Francia.
Años más tarde, volvería a la Sorbona como profesora. En diversas etapas de su carrera, enseñó durante algunos semestres en las universidades de Columbia, Virginia y UCLA en Estados Unidos. En 2005, el entonces presidente francés Jacques Chirac la nombró directora del Comité Francés para la Memoria de la Esclavitud.
Su incomparable destreza narrativa, unida a su inquebrantable dedicación a amplificar las voces marginadas, contribuyeron a impulsarla a ser vanguardia en el mundo literario, aunque el éxito le llegó relativamente tarde. Dedicó gran parte de su juventud a criar a los cuatro hijos que tuvo con el actor guineano Mamadou Condé, de quien se divorció en 1981. Condé tenía casi 40 años cuando se publicó su primer libro, el polémico Hérémakhonon, que cuestionaba el éxito del socialismo africano. Luego, admitió que «no estaba preparada ni política ni socialmente […] para encontrarse con África». El éxito de Segu, quizá su novela más famosa, llegaría casi diez años después y su impacto solo creció.
⚫LITERATURE 📚| Death at 90 of #MaryseCondé, major Guadeloupean writer of the 20th century. The author of «Ségou», a remarkable piece of African literature, leaves behind an exceptional legacy made up of a wide selection of humanist works on colonialism, slavery and love. pic.twitter.com/lk1Z8rKWM8
— Nanana365 (@nanana365media) April 2, 2024
⚫ LITERATURA 📚| A los 90 años ha muerto Maryse Condé, importante escritora guadalupeña del siglo XX. La autora de Segu, obra notable de la literatura africana, deja un legado excepcional compuesto por una amplia selección de obras humanistas sobre el colonialismo, la esclavitud y el amor.
Como era de esperarse, los usuarios de las redes sociales de todo el mundo expresaron su dolor por la pérdida. En Facebook, el usuario Scott Alves Barton deseó que Condé «descanse en [el] poder, la belleza [y] la fuerza de [su] prosa». Por otro lado, Kavita Singh consideró «insatisfactorios» todos los obituarios:
Maryse Condé was beyond description. She has no peer. I mourn for all of us and for all the stories she would have wanted to share, yet. Because she always had so much to give, as a writer, as a friend, as a mentor, as a model for how to be a woman without fear, despite all the pain of being a Black woman, and creating all the beauty we need to feel less alone.
Maryse Condé era indescriptible. Nadie se le iguala. Estoy de luto por todos nosotros y por todas las historias que ella habría querido contar también. Porque siempre tuvo mucho que dar, como escritora, como amiga, como mentora, como modelo de cómo ser una mujer sin miedo, a pesar de todo el dolor de ser una mujer negra y crear toda la belleza que necesitamos para sentirnos menos solas.
La página de Facebook del Premio Booker presentó sus respetos a la «gran dama de la literatura caribeña», igual que su editorial, World Editions:
Condé was without a doubt one of the greatest authors of our times. Her writing was modern, witty and intelligent, as well as being daring and full of life, and her dedication to her art was second to none. She knew how to blow life into each and every of her characters. World Editions was honored to have published her last three books, and she was greatly admired as an author and human being by our team.
Sin duda, Condé fue una de las más grandes autoras de nuestro tiempo. Su escritura era moderna, ingeniosa e inteligente, además de atrevida y llena de vida, y su dedicación a su arte era insuperable. Sabía cómo inyectar vida a todos y cada uno de sus personajes. World Editions tuvo el honor de publicar sus tres últimos libros, y nuestro equipo la admiró enormemente como autora y ser humano.
Por su parte, Haitian Times honró a Condé por «su intrépida exploración del colonialismo, el racismo y la opresión» y por desatar «conversaciones globales sobre justicia social al instar a los lectores a enfrentarse a las desigualdades sociales y aspirar a un mañana más brillante».
Otros recordaron su brillantez, le agradecieron que enseñara a sus lectores a «mirar el mundo con ojos inquebrantables» y reconocieron su «legado literario que conecta el Caribe, Europa y África».
Claude Ribbe sugirió que la obra “menos conocida” de Condé aún no ha sido reconocida (al menos en Francia) de forma proporcional a «su inmenso talento». A su vez, Tasha Williams publicó en X (antes Twitter):
I learned French bc I wanted to read Condé and other francophone writers from the diaspora.#restinpower #MaryseConde https://t.co/7uHlKoWWmv
— Tasha Williams (@riseUPwoman) April 2, 2024
Es monumento de la literatura francesa el que se nos va, una mujer con un destino excepcional que supo salir de la invisibilidad de personajes habitualmente relegados a las márgenes. Deja un legado fenomenal. Una dama muy grande, que descanse en paz.
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Aprendí francés porque quería leer a Condé y a otros escritores francófonos que viven por todo el mundo.
Natasha Lightfoot, incapaz de expresar su dolor, decidió dejar que Condé tuviera la última palabra:
“I don’t know how to do anything else but write. For me, writing is to be alive. When I stop writing, I stop living.” -the late great #MaryseConde https://t.co/nbzkWfWFCL
— Natasha Lightfoot 🇦🇬 (@njlightfoot) April 2, 2024
“‘Liberación’ es una palabra clave en mi obra…” – Maryse Condé
(entrevista de English PEN y Will Forrester en 2020)
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«No sé hacer otra cosa que escribir. Para mí, escribir es estar viva. Cuando dejo de escribir, dejo de vivir». Dicho por la gran desaparecida Maryse Condé.
Sin embargo, la voz de Condé sigue viva a través de sus escritos.