Este artículo es de Elfredah Kevin-Alerechi, Cindy Sipula, y Martin Vrba, y se publicó originalmente en The Colonist Report Africa. Global Voices reproduce una versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenido.
Seis años atrás, la prueba de envenenamiento por plomo de las mellizas de Mumbi Derrick dio positivo. La noticia lo devastó, pero dijo que la única ayuda que recibió fue apoyo psicológico del Gobierno. Mumbi comentó que las niñas, ahora de 12 años que cursan el sétimo grado, aún sufren las consecuencias del envenenamiento.
En una entrevista con Global Voices, Derrick dijo: “El Gobierno no hizo nada, todo lo que oímos en los medios es lo que están haciendo para contener el envenenamiento por plomo, pero no vemos ningún resultado. Hasta el día de hoy, no se ha hecho nada positivo en medidas reparadoras que aborden el envenenamiento por plomo en Kabwe”.
Mientras tanto, en 2017, para ayudar a mitigar la contaminación por plomo, el Banco Mundial aprobó 65,5 millones de dólares para apoyar un proyecto de cinco años para el Gobierno de Zambia, dirigido a zonas mineras con altos niveles de contaminación de los municipios de Chingola, Kabwe, Kitwe y Mufulira.
La futura madre Precious Mwamba también nos dijo: “La mayor parte del tiempo, la gente de la comunidad, incluida yo, tenemos gripe con tos y tendencia a los problemas respiratorios por inhalar emisiones de plomo”.
Según Mwamba, vendedora de verduras, los productos contaminados con plomo se suelen transportar de manera ilegal, y las verduras siguen contaminadas aun después de lavarlas.
Damas Semechi se mudó a Kabwe a los 21 años y dijo que la comunidad era un buen lugar para vivir en aquel entonces. Semechi, que ahora es presidente del Comité de Desarrollo de Waya Ward, Kabwe, nos dijo que el agua que los lugareños consumen y todo con lo que entran en contacto está contaminado con plomo.
Además, agregó: “Los jardines están todos contaminados con plomo, y los niños también juegan dentro y alrededor del espacio contaminado por plomo”.
De acuerdo con Semechi, además de la contaminación por plomo, los camiones levantan polvo de las carreteras sin pavimentar, lo que causa un daño adicional a las personas que viven cerca de las minas. Explicó que la única ruta que se usa para transportar los depósitos atraviesa el pueblo, por lo que los lugareños deben cerrar las ventanas constantemente para reducir la cantidad de polvo y emisiones que ingresan a sus casas.
Instó al Gobierno a brindar asistencia y ofrecer soluciones a largo plazo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no hay niveles seguros de exposición al plomo; cualquier cantidad puede tener efectos nocivos. Los niños pequeños pueden sufrir efectos adversos profundos y permanentes o discapacidades, sobre todo en el desarrollo del cerebro y sistema nervioso. Las embarazadas expuestas al plomo pueden sufrir abortos espontáneos, mortinatos, partos prematuros y bebés que nacen con bajo peso.
Historia del envenenamiento por plomo y la lucha por la justicia
En 1925, la minera multinacional Anglo American PLC invirtió en una mina de plomo y zinc antes conocida como la mina Broken Hill en Kabwe, Zambia. Los informes afirman que la empresa tuvo un rol fundamental en controlar y gestionar la mina hasta 1974, cuando se nacionalizó la industria minera de Zambia y, la mina finalmente cerrada en 1994. Varios años después, cuando salieron a la luz las noticias sobre la contaminación por plomo, se dijo que la había causado la mina Broken Hill. En Kabwe (Zambia), decenas de miles de niños y mujeres en edad fértil fueron envenenados por el polvo con plomo, según señaló el Banco Mundial.
En 2003, a los abogados Richard Meeran y Mbuyisa Moleele los contactó por primera vez una organización ecologista de Zambia para tratar el envenenamiento por plomo en Kabwe. El proceso judicial fue contra Anglo American South African Limited, antigua sede central y sociedad matriz del grupo en la época en que Anglo American PLC estuvo involucrada con la minería en Kabwe. En 1999, Anglo American PLC movió sus oficinas centrales a Reino Unido, y como resultado, la compañía londinense no era responsable y tampoco se la podía responsabilizar por la supuesta contaminación ambiental extendida por plomo que había ocurrido en Zambia.
El bufete de abogados Leigh Day y Mbuyisa Moleele presentó una demanda colectiva el 20 de octubre de 2020 en la división de Gauteng de la Corte Suprema de Sudáfrica, en la que solicitaban una compensación a 140 000 mujeres y niños de Kabwe, Zambia, porque según ellos, habían sido afectados por el envenenamiento por plomo.
Sin embargo, el 15 de diciembre de 2023, la Corte sudafricana denegó la certificación de la demanda colectiva contra Anglo American PLC a pesar de que el caso había recibido el apoyo de Amnistía Internacional, Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales.
En un fallo de 126 páginas, la jueza Leonie Windell declaró: “Los solicitantes piden autorización para presentar una demanda insostenible que sentaría un grave precedente. El precedente es que una empresa podría ser considerada responsable medio siglo después de haber cesado su actividad, ante generaciones que aún no han nacido, como resultado de haber sido sometida a prueba en función de conocimientos y normas futuras que se desconocían en su momento”.
Anglo American PLC había negado firmemente su responsabilidad por el envenenamiento por plomo. En un correo electrónico a The Colonist Report, la empresa escribió: “Nos defenderemos fervientemente, ya que no somos responsables de la situación en Kabwe, tal como la Corte Suprema de Sudáfrica afirmó en diciembre de 2023”.
Si bien el fallo denegó la certificación de la demanda colectiva, reconoció que es la única opción viable para que las victimas de Kabwe tengan justicia, y destacó: “Los procedimientos de las demandas colectivas de esta naturaleza son el único método realista y apropiado para poder resolver estos litigios”.
Anglo American PLC declaró, como figura en el archivo de la Corte, que: “Leigh Day y Mbuyisa Moleele pretende que Anglo American PLC sea el único responsable de una mina que ellos mismos reconocen que no era nuestra ni explotábamos, pero tergiversa los hechos e ignora a quienes sí eran dueños y explotaban la mina mucho tiempo”. La compañía además nos dijo: “Desde el principio declaramos que esta demanda es totalmente errónea y está claro que la Corte reconoce sus múltiples fallas legales y prácticas, ya que considera que no es interés de la justicia que la demanda colectiva proceda”.
Leigh Day y Mbuyisa Moleele argumentó que Anglo American PLC es quien tergiversa los hechos e ignora su rol histórico en Kabwe, y Meeran añadió: “Mientras que Anglo American PLC afirma que no es responsable de la situación en Kabwe porque no fue el dueño mayoritario de la mina, sino un ‘inversionista menor’, el precedente relevante es claro respecto a que el control y gestión, no el accionario mayoritario, es lo importante para que haya un compromiso de cuidado bajo la ley de negligencia”.
Meeran dijo que el fallo de diciembre de 2023 se considera “erróneo en esencia y se ha presentado un recurso contra la decisión”.
“El asunto central sobre el que trataba el fallo era si los solicitantes tenían un caso discutible, y lo que el juez incluyó fue que el caso se consideraba fallido, algo con lo que no estamos de acuerdo; es más, creemos que es muy sólido”, añadió.
En un correo electrónico, Anglo American PLC declaró: “No estamos en posición de responder todas sus preguntas por la complejidad del asunto por el largo historial y el paso del tiempo”.
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