Brian Lara en Manchester, Inglaterra, abril de 2006. Fotografía de Georgia Popplewell (CC BY-NC-ND 2.0 DEED).

Hace treinta años, aproximadamente a las 11:45 horas de la mañana del 18 de abril de 1994, el joven jugador de críquet trinitense Brian Lara, que ya se destacaba por su habilidad como bateador zurdo, estaba en el terreno de juego en el Antigua Recreation Ground. Indias Occidentales estaban jugando una serie de pruebas contra Inglaterra. Chris Lewis lanzó corto, y con un resonante golpe de su bate, Lara rompió el récord de sir Garfield Sobers de la mayor cantidad de carreras en una prueba, que era de 365 contra Pakistán en Jamaica en 1958, al llevar la pelota hasta el límite de las piernas para aumentar su total a 375.

Hasta ese momento, el récord de Sobers había mantenido durante 36 años. Fue un logro sorprendente para un joven de 24 años que apenas estaba en su decimosexto partido de prueba, y resultó aún más notable por el hecho de que Inglaterra parecía estar volviendo a la vida. Aunque los visitantes habían perdido los tres primeros partidos de la serie, acababan de obtener una victoria alentadora en Barbados, lo que devolvió cierta competencia a la serie. Los aficionados al críquet de Indias Occidentales presenciaron cada momento de emoción.

Inglaterra había comenzado de manera prometedora. A pesar de perder el lanzamiento de la moneda y ser enviados a campo primero, lograron asegurar un par de wickets tempranos, lo que dejó a Lara y al bateador jamaicano Jimmy Adams como compañeros de equipo. A pesar de su posible inconsistencia en algunos momentos, Lara mostraba calma y seguridad desde el principio, bateaba a ritmo constante y evitaba tomar riesgos innecesarios. Al final del primer día, tanto él como Adams llevaron a Indias Occidentales a 274-3; Lara anotó 164 de esas carreras.

En el segundo día, acompañado del guyanés Shivnarine Chanderpaul de 19 años en su debut en la serie de pruebas, Lara había acumulado 320 carreras sin ser eliminado al final del día. El tercer día, el 18 de abril, fue cuando escribiría su nombre en la historia. Lara saltó al campo con la misma determinación de siempre, pero mostrando una serenidad que ocultaba su decidida intención de romper el récord. Lo que hizo este momento aún más especial fue la presencia de Sobers en las gradas.

El ambiente en el campo de críquet era apasionante; los aficionados sabían que se acercaba la hora y querían estar allí para saborear el momento. El Antigua Recreation Ground es un recinto pequeño, con capacidad para unos 10 000 fans, Pero cientos de miles más estaban viéndolo por televisión, en el Caribe y en Inglaterra, como era de esperarse, así como en países amantes del críquet alrededor del mundo.

Para cuando Lara igualó los 365 de Sobers, los espectadores estaban aclamando y cantando. Parecía solo cuestión de tiempo. Phil Tufnell, lanzador zurdo de Inglaterra, vio lo que se avecinaba y afirmó haber tenido «una rápida conversación» con Chris Lewis, que estaba lanzando en esa entrada: «[Yo] le dije que hiciera que ganara las carreras, que no le diera simplemente una fácil para que la golpeara. Chris decidió lanzarle una bola rápida y él simplemente la golpeó con facilidad, y luego todo el lugar estalló en celebración».

En el momento en que la pelota cruzó la frontera sin obstáculos, los hinchas invadieron el campo, mientras que los policías en su perímetro no podían incapaces, o no querían, detenerlos. Lara, con una amplia sonrisa, levantó el puño en señal de victoria y besó el terreno. Pronto, Sobers fue escoltado al campo para felicitar al nuevo titular del récord. Fue un momento digno de los libros de historia: los dos máximos anotadores de una entrada en un partido de prueba eran ambos de Indias Occidentales.

A los policías les tomó unos 20 minutos despejar el campo y reanudar el juego. Lara fue finalmente atrapado por Jack Russell después de anotar 375 carreras, con una entrega de Andy Caddick. En las 12:46 horas que Lara permaneció en la cancha, enfrentó 538 pelotas, y anotó cuatros en 45 entregas.

Tras su logro, el Gobierno de Trinidad y Tobago le otorgó a Lara un terreno privilegiado con vista al Queen's Park Savannah en Puerto España para que construyera su casa. También se compusieron canciones de soca en honor a su hazaña. Y además, firmó un contrato significativo, valorado en 40 000 libras esterlinas (casi 50 000 dólares estadounidenses), para jugar críquet de condado para Warwickshire en Inglaterra. Justo seis semanas después, Lara anotó 501 carreras sin ser eliminado, y se convirtió en titular de los puntajes más altos tanto en críquet de prueba como de primera clase.

Hasta el día de hoy, sigue siendo titular del puntaje más alto. Aunque la marca de Lara de 375 fue superada por Matthew Hayden de Australia, que anotó 380 en un partido contra Zimbabue en Perth en la temporada 2003-2004, Lara aún mantiene el récord de la puntuación individual más alta en pruebas: los 400 no eliminado que logró contra Inglaterra en el Antigua Recreation Ground, también en la temporada 2003-2004.

Treinta años después, los fanáticos de críquet de Trinidad y Tobago todavía recuerdan con orgullo la hazaña de Lara. En Facebook, Skye Hernandez recordó: «Trescientas setenta y cinco carreras que encendieron el mundo del críquet. Brian Lara rompió el récord de Gary Sobers en St John's Recreation Ground, Antigua, a las 11:46 horas del 18 de abril de 1994, con lo que ganó su primer récord mundial. Vi este video con la misma tensión, emoción y sentimiento de años atrás. […] Recuerdo que varios dejamos el trabajo para ver la caravana con Lara y Chanderpaul que pasaba por Frederick Street. Fueron momentos inolvidables».

El artista Shaun Riaz, que publicó un dibujo de Lara, agregó: «Hace 30 años, el 18 de abril de 1994, el Príncipe de Puerto España reclamó el récord mundial de la mayor entrada en la historia del críquet de prueba. Gracias, Brian Lara, por tu servicio al críquet de Indias Occidentales y al juego de caballeros».

Lara se retiró del críquet internacional en 2007 a los 38 años, pero sigue muy involucrado en el deporte como comentarista y apasionado seguidor del críquet de Indias Occidentales.