A pesar de todos sus esfuerzos, el Gobierno de Azerbaiyán no pudo evitar la conferencia de la Unión Europea, Estados Unidos y Armenia en Bruselas con el primer ministro de Armenia Nikol Pashinyan, la comisionada de la Unión Europea, Von der Leyen, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken el 5 de abril. De acuerdo con una declaración del ministro de Asuntos Exteriores, la conferencia fue muy criticada por el Gobierno de Azerbaiyán porque afectaría negativamente el proceso de paz entre Armenia y Azerbaiyán. Sin embargo, la conferencia no se trató sobre el proceso de paz de Azerbaiyán.
Azerbaiyán no quiere quedarse atrás
Días antes de la reunión, Bakú expresó oficialmente su preocupación en diversas declaraciones. El 27 de marzo, Aykhan Hajizade, jefe de la Oficina de Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, criticó la conferencia de Bruselas, calificó las acciones de la Unión Europea y de Estados Unidos como “unilaterales, sesgadas y sembradas de dudas”.
En una declaración aclaratoria para Azerbaiyán, Peter Stano, portavoz de Asuntos Exteriores de la Comisión Europea, manifestó que la reunión trilateral entre la Unión Europea, Estados Unidos y Armenia se dedicó a la agenda bilateral de la Unión Europea, Estados Unidos y Armenia, y no al «proceso de normalización/negociaciones de paz en curso, ni a las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán».
El 3 de abril, en conversación telefónica con Blinken, el presidente Aliyev afirmó que la reunión “no fue transparente ni inclusiva, y no conducirá a paz y cooperación en el sur del Cáucaso”. Entre tanto, Blinken planteó también la cuestión de los derechos humanos, e hizo un llamado para la liberación inmediata de personas encarceladas injustamente, según la lectura de la conversación. El presidente Aliyev dijo que era una cuestión interna y que usar los derechos humanos como excusa para inmiscuirse en la política interna del país era inaceptable.
De igual modo, 4 de abril, el presidente Aliyev habló con Ursula von der Leyen, pero la presidenta de la Comisión Europea dijo a Aliyev que las relaciones entre la Unión Europea y Azerbaiyán eran importantes, especialmente en el marco de trabajo “Sur del Cáucaso ,estable y próspero”.
En un intento de impedir la reunión, Azerbaiyán movió todos sus recursos y recurrió a los dos aliados que le quedan: Turquía y Rusia. Antes de la reunión, Maria Zakharova, directora del Departamento de Información y Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa, dijo a través de su canal de Telegram que wsas reuniones eran motivo de “preocupación”; crean división entre los países de la región, pues perturban “relaciones históricas con Moscú y debilitan mecanismos existentes de seguridad regional y cooperación económica”. Zakharova fue más allá y acusó a Armenia de “convertirse en una herramienta” en manos del “colectivo occidental” y sus “planes peligrosos”.
De igual modo, Turquía expresó su preocupación antes de la reunión. Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía dijo que “la reunión trilateral del 5 de abril entre Armenia, la Unión Europea y Estados Unidos socavará la postura neutral que debería ser la base para la solución de los complejos problemas de la región”.
Resultados de la reunión
Al final, la reunión se dedicó a Armenia y no tuvo nada que ver con Azerbaiyán, a diferencia a lo afirmado por el Gobierno azerbaiyano antes de la reunión.
Tras la reunión, Blinken declaró que Washington destinaría 65 millones de dólares en ayuda económica para Armenia este año para apoyar a ‘una nación fuerte e independiente en paz con sus vecinos’”. Von der Leyen dijo que la Unión Europea se comprometió a destinar 270 millones de euros para la industria armenia como parte de “una nueva y ambiciosa agenda de asociación”.
Ante la cambiante geopolítica regional, Armenia se sintió abandonada por Rusia, y ha intentado mejorar sus relaciones con Occidente.
El 12 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó una resolución “Para estrechar lazos entre la Unión Europea y Armenia, y la necesidad de un acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán”.
Con más de 500 votos a favor, cuatro en contra y 32 abstenciones, la resolución “reconoce y acoge” el “deseo de Armenia de mejorar y priorizar relaciones con la Unión Europea”, y califica la asociación entre Armenia y la Unión Europea como ”un paso lógico para alinear la opción de Armenia a favor de la democracia, el estado de derecho, la lucha contra la corrupción y el respeto por el orden internacional , según las normas”.
La resolución siguió explicitas intenciones que expresó Armenia de solicitar la candidatura a la Unión Europea, y a una agenda de asociación que anunció el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en febrero de 2024.
Armenia decidió detener su adhesión a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), liderada por Rusia, en febrero de 2024, tras el letal enfrentamiento entre Armenia y Azerbaiyán. Según se informó, al menos cuatro militares armenios murieron y uno resultó herido en el primer incidente mortal del 13 de febrero de 2024, desde la ofensiva militar de septiembre de 2023.
Tras la reunión, la Comunidad de Azerbaiyán Occidental, plataforma progubernamental de reciente creación, también emitió un comunicado en el que vinculaba la frustración de Azerbaiyán por la reunión a cuestiones financieras. La declaración dice: «Al dar ayuda a Armenia y no a Azerbaiyán, la Unión Europea y Estados Unidos están recompensando en cierto modo a Armenia, que ha devastado territorios azerbaiyanos y los ha contaminado con minas, y la lleva a lanzar nuevos ataques contra Azerbaiyán. La Unión Europea y Estados Unidos, con su ayuda financiera a Armenia, financian un programa armamentista a gran escala implementado por este país [Armenia]». En febrero, la misma comunidad acusó a la misión de la Unión Europea en Armenia de «crear una cobertura militar y de inteligencia para la parte armenia». La misión de la Unión Europea se desplegó un mes después de que Azerbaiyán lanzó una ofensiva dentro de Armenia en 2022.
En ninguna de las declaraciones, la comunidad detalló las pruebas en las que se basaban estas acusaciones.
La zona de Nagorno Karabaj ha estado bajo el control de su población de etnia armenia como Estado autoproclamado desde la guerra librada a principios de 1990, que culminó con un alto el fuego y la victoria militar armenia en 1994. Tras la primera guerra, se estableció un nuevo gobierno de Nagorno Karabaj no reconocido internacionalmente. Siete regiones adyacentes fueron ocupadas por las fuerzas armenias. Como resultado de esa guerra, «más de un millón de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares: Los azerbaiyanos huyeron de Armenia, Nagorno-Karabaj y los territorios adyacentes, mientras que los armenios abandonaron sus hogares en Azerbaiyán», según el International Crisis Group.
Las tensiones se prolongaron durante las siguientes décadas y culminaron en la segunda guerra de Karabaj en 2020 y la operación militar de septiembre de 2023. Esta última preparó el camino para que Azerbaiyán recuperara el control total sobre Karabaj. No obstante, a pesar de las garantías de que se protegerían y preservarían los «derechos de los armenios de Karabaj», 104 000 armenios de Karabaj huyeron tras la ofensiva de septiembre de 2023, según datos más recientes.
Los dos países aún no han llegado a un acuerdo que ponga fin a 30 años de estancamiento. Incluso después de dos guerras, una operación militar y un brote mortal, ambos países siguen negociando. El núcleo de las negociaciones es un acuerdo bilateral propuesto por Azerbaiyán en mayo de 2022. El acuerdo consta de cinco principios: reconocimiento mutuo de la integridad territorial, ausencia de reivindicaciones territoriales, abstención de amenazas, demarcación de la frontera y apertura de redes de transporte.
Ambos países han emprendido diversas negociaciones y en innumerables reuniones, con la mediación de interlocutores internacionales desde la segunda guerra de Karabaj en 2020, centradas en alcanzar un acuerdo bilateral definitivo y resolver los desacuerdos pendientes entre ellos. Sin embargo, han sido muy pocos los avances a pesar de las numerosas declaraciones y expresiones de buena voluntad.