Este artículo es de David Bandurski y se publicó originalmente en la revista China Media Project el 9 de abril de 2024. Publicamos una versión editada como parte de un acuerdo de contenidos con China Media Project.
A comienzos de abril, Star Media Group (SMG), una de las cadenas de medios más grandes de Malasia, anunció su asociación con la revista china Contemporary World, publicación controlada directamente por el Comité Central del Partido Comunista Chino. En un comunicado de prensa sobre esta alianza en la que no se mencionó la relación de la revista con el Gobierno, SMG expresó que “ambas compañías de medios acordaron colaborar con las fuentes de información y explorar más oportunidades de cooperación”.
Esta alianza es uno de los últimos ejemplos del esfuerzo firme de China por aumentar su influencia en el Sudeste Asiático a través del uso diplomático de los medios, asociaciones, programas de entrenamiento periodístico y campañas de propaganda estatales en el extranjero, en muchos casos, sin ninguna transparencia pública en absoluto sobre la participación de los organismos chinos.
Chan Seng Fatt (陳成發), director ejecutivo del grupo SMG desde marzo, llamó a esta sociedad una “oportunidad de oro” para zanjar las diferencias entre China y el Sudeste Asiático por medio de lo que calificó de “colaboración entre ambos medios”. También dejó entrever las dificultades en una región donde las opiniones sobre China siguen dividas. “En lo referido a las iniciativas de China en el Sudeste Asiático, vemos desafíos y oportunidades”, opina. “Las barreras idiomáticas, los malentendidos culturales y los escenarios políticos diferentes significan grandes desafíos”.
Aunque el acontecimiento se trataba de la alianza entre las dos compañías, que incluía una las mayores cadenas de medios de Malasia, el papel diplomático de esta alianza, con su enmarque alrededor del discurso oficial del Gobierno de China sobre la información, era algo de lo que nadie quería hablar.
Para China, el uso diplomático de los medios es un vehículo crucial para influenciar la percepción pública externa y sentar las bases para amistades bilaterales productivas, objetivo distinto al principal de la prensa: informar a la audiencia. En su discurso en el evento de Kuala Lumpur, el editor en jefe de Contemporary World (当代世界), Lu Xuejun (吕学军), traicionó ese interés primordial cuando destacó la reunión de Xi Jinping con el primer ministro de Malasia y sugirió a la audiencia que el objetivo de la prensa era “implementar el consenso promovido por nuestros líderes”.
Ese consenso se centraba en la necesidad, que resaltó Chan en sus declaraciones, de amplificar la voz de los países en desarrollo en la comunidad internacional. “La necesidad de fortalecer la representación y la voz de los países en vías de desarrollo nunca ha sido más urgente”, expresó el presidente ejecutivo.
Esta postura encaja perfectamente con la postura oficial del gobierno de Xi Jinping, que expresó que China tiene déficit de poder blando en el escenario mundial y, por lo tanto, debe esforzarse en “contar bien el relato de China”. A pesar de que aparentemente prioriza el relato chino, lo que parecería empoderar las distintas voces de China, la visión de Xi de la narrativa china es más individualista que pluralista: enfatiza la necesidad del control estatal y ocurre en un contexto en el que aumenta la represión dentro del país.
Conoce a tu socio
¿Quién exactamente está detrás de Contemporary World, la revista con la que SMG se asoció?
La revista empezó a publicarse en 1981, y está la dirige el Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista Chino (中共中央对外联络), agencia responsable de mantener las relaciones con organismos extranjeros y partidos políticos, elemento clave de lo que el partido llama “frente de trabajo unido”. La importancia del Departamento Internacional como herramienta en las políticas extranjeras de China creció en los últimos diez años en el gobierno de Xi Jinping.
En las informaciones de esta nueva alianza con SMG, la publicación en línea The Star, del grupo de medios malayo, se refiere a Contemporary China como una revista nada más y como una “compañía de medios”. En China, sin embargo, el rol de la revista como instrumento de las políticas extranjeras de China es completamente ambiguo. El objetivo principal de la publicación desde hace poco es propagar la noción de la “idea de Xi Jinping sobre la diplomacia” (习近平外交思想).
Si en realidad SMG firmó el acuerdo de cooperación con la editorial detrás de la publicación de Contemporary World, el socio contractual sería Contemporary World Publishing Co. Ltd. Los periodistas especializados en negocios de The Star podrían comenzar por revisar los registros de la compañía en Pekín. Descubrirán rápido que la empresa solo tiene un accionista: el Consejo de Estado de la República Popular China.