El diálogo de Petersberg sobre el clima 2024, negociación internacional anual sobre el clima organizada por el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores alemán, fue algo más que un debate sobre las principales dificultades de la política climática internacional. La reunión tuvo lugar los días 25 y 26 de abril, y tuvo la presencia de Ilham Aliyev, presidente de Azerbaiyán, país anfitrión de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP29), mayor cumbre internacional sobre el clima del mundo. La reunión también fue una oportunidad para hacer algunas preguntas incómodas y escuchar algunas verdades inquietantes sobre los planes de Azerbaiyán para la acción climática.
En su discurso inaugural, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, planteó una serie de preguntas sobre el futuro de la economía verde y en las medidas concretas que están tomando los Gobiernos para cumplir los compromisos adquiridos en anteriores conferencias de la COP.
Según las declaraciones del presidente Aliyev, las respuestas a todas estas preguntas ya estaban definidas por Dios, pues Dios ha dotado a su país de reservas de petróleo y gas y, como tal, Azerbaiyán debe seguir invirtiendo y produciendo combustibles fósiles. El líder del país también prometió aumentar sus exportaciones de gas natural a Europa.
En la misma conferencia, los comentarios contradictorios del presidente de la COP29, Mukthar Babayev, aumentaron la confusión sobre la política climática de Azerbaiyán. Babayev dijo:
Failure to meet the goal [of limiting global warming below 1.5 degrees Celsius, based on the Paris Agreement] will lead to loss of homes and inhabitants. It would be a devastating and existential threat — especially to less developed countries and small island states. … Everyone has a duty to make sure their actions match their words.
El incumplimiento del objetivo [de limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados, según el Acuerdo de París] causará pérdida de hogares y habitantes. Sería una amenaza devastadora y existencial, especialmente para los países menos desarrollados y los pequeños Estados insulares. … Todo el mundo tiene el deber de asegurarse de que sus acciones están a la altura de sus palabras.
Derechos y libertades a la sombra de los planes energéticos
En diciembre de 2023, cuando se anunció la decisión de que Azerbaiyán fuera el país anfitrión, surgieron dudas sobre sus antecedentes en materia de derechos humanos y libertades, así como sobre su firme compromiso con los combustibles fósiles y sus limitados planes para reducir las emisiones. La economía del país depende en gran medida de la producción de petróleo y gas, que representan aproximadamente el 90% de los ingresos por exportaciones de Azerbaiyán. Aunque Azerbaiyán tiene dos documentos en los que reconoce los límites del modelo de crecimiento abastecido por hidrocarburos, actualmente no está en vías de cambiar estos modelos y es probable que no cumpla sus objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En una entrevista con Político, Patrick Galey, investigador de combustibles fósiles de Global Witness, dijo que Azerbaiyán estaba siguiendo el ejemplo de Emiratos Árabes Unidos en sus políticas sobre combustibles fósiles. Este país fue el anfitrión de la cumbre de 2023. «Al igual que Emiratos Árabes Unidos, Azerbaiyán planea un aumento masivo de la producción de gas. Al igual que Emiratos Árabes Unidos, Azerbaiyán planea legitimar su régimen autoritario acogiendo estas conversaciones mundiales. Y al igual que Emiratos Árabes Unidos, Azerbaiyán parece dispuesto a utilizar la COP para aumentar sus lazos comerciales internacionales», señaló Galey.
Mientras tanto, la reciente represión de periodistas y activistas en el país indica que la cumbre se celebrará en un país donde los derechos humanos y las libertades siguen siendo motivo de gran preocupación.
Represión gubernamental de la sociedad civil
Durante años, Azerbaiyán ha tenido uno de los peores registros internacionales de derechos y libertades de los ciudadanos. Sin embargo, el presidente Aliyev ha insistido en que las persecuciones contra la sociedad civil están justificadas. Al responder a las preguntas formuladas tras una rueda de prensa con el canciller alemán, Olaf Scholz, Aliyev afirmó que en Azerbaiyán no había violaciones de los derechos humanos, ni censura, ni restricciones a la libertad de los medios, y que el país garantizaba el acceso a una internet abierta.
Los organismos de vigilancia de los derechos lo ven de otro modo. Según el informe anual Freedom on the Net de Freedom House, el internet en Azerbaiyán no es libre. Los ataques a varias plataformas de medios en línea desde noviembre de 2023, los arrestos de reporteros independientes y de la oposición, los ataques cibernéticos a sus cuentas en las redes sociales, la eliminación de sus contenidos en línea y la negación de las violaciones de derecho muestran una imagen diferente. El país ocupa actualmente el puesto 151 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras.
En Berlín, el presidente Aliyev se refirió a las recientes investigaciones y detenciones contra una serie de medios independientes y opositores, y añadió: «Estas investigaciones fueron legales. Cualquier país debe defender sus leyes. Y si se investiga a una plataforma de medios que recibe fondos ilegales del extranjero no significa que los medios en Azerbaiyán no sean libres».
Días después de su regreso, la represión «justificada» continuó con el arrestó el 29 de abril de Anar Mammadli, activista político, expreso político y director de la ONG local prodemocrática Centro de Estudios para la Democracia y la Supervisión de las Elecciones (EMDC).
El 18 de abril, antes del viaje de Aliyev a Berlín, Imran Aliyev, otro activista prodemocrático y fundador de meclis.info, sitio web que documenta declaraciones de legisladores azerbaiyanos, fue detenido en el aeropuerto de Bakú por falsas acusaciones de contrabando. Durante su comparecencia, se le vieron signos de tortura en el cuerpo. Según periodistas locales, tras declarar que había sido torturado durante su detención, Aliyev fue sometido a repetidas intimidaciones físicas en el centro de detención. Si lo declaran culpable, Aliyev podría enfrentar penas de entre cinco y ocho años de prisión.
Mientras tanto, la Policía siguió interrogando a periodistas en el marco de una investigación en curso contra Toplum TV. Al menos dos periodistas, Cavid Ramazanov y Gulyeter Mahmudova, fueron interrogados entre el 25 y el 27 de abril. El 6 de marzo, la Policía irrumpió en las oficinas del canal de noticias en línea Toplum TV, y detuvo al personal, confiscó el material y cerró el edificio. Ese mismo día, las cuentas de Toplum TV's en YouTube e Instagram sufrieron ataques cibernéticos. Los piratas informáticos eliminaron de su canal de YouTube contenidos de varios años, le cambiaron el nombre, y dejaron el canal inaccesible. La cuenta de Instagram de Toplum TV fue eliminada.
Desde la redada, Mushvig Jabbarov, periodista de Tolplum TV, fue condenado a cuatro meses de prisión preventiva por falsos cargos de contrabando. El cofundador de la plataforma, Alasgar Mammadli, experto en derecho de los medios, también ha sido condenado a cuatro meses por los mismos cargos. Otros dos periodistas de Toplum TV, Farid Ismayilov y Elmir Abbasov, fueron detenidos y luego puestos en libertad bajo arresto domiciliario, acusados de cargos similares de contrabando.
Los cargos presentados contra Toplum TV y al menos otros cinco activistas políticos detenidos desde el 6 de marzo siguen una pauta de represión y censura de los medios que se ha acelerado desde noviembre de 2023.
Desde principios de abril, al menos siete personas fueron interrogadas en el marco de una investigación contra la plataforma de medios independiente Abzas Media, cuyas oficinas fueron registradas, y se arrestó a gran parte del equipo por los mismos cargos de contrabando desde noviembre de 2023.
Huelga decir que en Azerbaiyán no hay información independiente sobre el impacto ambiental de la producción de combustibles fósiles del país. Cuando las protestas ambientales regionales sacudieron el país a mediados de 2023, se prohibió a los periodistas que informaran sobre las protestas. Del mismo modo, Anar Mammadli, activista político detenido el 29 de abril, es uno de los fundadores de la nueva iniciativa COP20 – Iniciativa Clima de Justicia que, entre otros muchos rubros de interés, también investigó la contaminación en la península de Absheron como consecuencia de la extracción de petróleo y la contaminación del agua en la zona.
En respuesta a la represión en Azerbaiyán, el Parlamento aprobó una resolución urgente el 25 de abril de 2024, en la que pedía «liberar inmediata e incondicionalmente a todos los presos políticos» y que «se impongan sanciones de la Unión Europea, en virtud de su régimen de sanciones en materia de derechos humanos, a los funcionarios azerbaiyanos que hayan cometido graves violaciones de los derechos humanos».
La resolución fue aprobada por 474 votos a favor, cuatro en contra y 51 abstenciones.
La resolución también pedía a la Comisión Europea que suspendiera la asociación estratégica con Azerbaiyán en el ámbito de la energía. El bloque firmó un acuerdo con Azerbaiyán para duplicar las importaciones de gas de aquí a 2027. Durante su visita a Berlín, el presidente Aliyev utilizó estos acuerdos para justificar la continuación de la producción de petróleo y gas.
Las autoridades azerbaiyanas no tardaron en responder a la resolución, calificaron el documento de infundado y con motivación política.
Por otra parte, el 27 de abril, el Congreso de Estados Unidos, presentó la «Ley de revisión de sanciones a Azerbaiyán». Esta ley, la primera de su tipo, «permitiría imponer sanciones a altos funcionarios azerbaiyanos por su papel en la guerra de Karabaj y violaciones de los derechos humanos, incluida la represión violenta de la oposición política, según informó la agencia de noticias Turan.
Aunque las conferencias anuales de la COP están concebidas como un espacio para el debate y la formulación de políticas ambientales serias, los dos anfitriones anteriores, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, utilizaron los acontecimientos para hacerse pasar por ecológicos y reprimir a la sociedad civil. Con las contradictorias declaraciones de Azerbaiyán, sus malos antecedentes en materia de derechos humanos y su pasiva política climática, algunos activistas se preparan para más de lo mismo.
Así, muchos activistas ambientales están perdiendo la fe en que las conferencias COP puedan ser una fuente significativa de acción climática, y algunos incluso han optado por boicotear la reunión.