Los expertos en clima han advertido por mucho tiempo que el Sudeste Asiático será particularmente vulnerable a las catástrofes ambientales y a los fenómenos meteorológicos extremos durante la crisis climática actual, y 2024 ha demostrado lo mortífero que puede llegar a ser este clima extremo. El sur de Asia y el Sudeste Asiático se han estado asando por una ola de calor histórica desde abril de 2024, que ha dejado una multitud de cadáveres en todo la región, así como ha aumentado los problemas de salud, y obligado a algunos Gobiernos a cerrar escuelas y emitir ordenes de trabajar desde casa.
Si bien el calor de este año ha sido exacerbado por el fenómeno meteorológico de El Niño, en un estudio publicado en Nature Scientific Journal, los investigadores observan que el exceso de calor y precipitaciones en el Sudeste Asiático de los últimos años está “demasiado lejos” de los patrones climáticos históricos. Un historiador meteorológico incluso calificó la ola de calor de abril como “el evento más extremo de la historia climática mundial”. El siguiente mapa muestra las altas temperaturas registradas en Asia durante la ola de calor que duró varias semanas.
Horrific heat wave all across Asia. Lethal conditions caused by oil, gas and coal. We have to choose: we can continue building new fossil fuel projects and watch as millions suffer and die. Or we can stop, actually begin a just transition, and build a safer world. pic.twitter.com/8NttL94F6c
— Tzeporah Berman (@Tzeporah) May 3, 2024
Horrible ola de calor en toda Asia. Condiciones letales causadas por el petróleo, el gas y el carbón. Tenemos que elegir: podemos seguir construyendo nuevos proyectos de combustibles fósiles y ver cómo millones sufren y mueren. O podemos parar, realmente iniciar una transición justa y construir un mundo más seguro.
Aunque este mapa indica que la mayoría de los países de la región enfrentaron temperaturas reales de entre 40 y 45 grados Celsius (entre 104 y 113 grados Fahrenheit), en ciudades donde el calor queda atrapado por rascacielos y edificios densamente poblados, la sensación térmica –lo que se siente cuando se tiene en cuenta la humedad– alcanzó valores aún más altos. Bangkok llegó a los 52°C (125,6°F) en sensación térmica, por lo que el Gobierno advirtió a quedarse en casa en los horarios más soleados.
Myanmar fue el más castigado por el calor, con temperaturas superiores a 45°C en gran parte del país, y con un máximo histórico de 48, 2°C (119°F) en la ciudad de Chauk. Según Radio Free Asia (RFA), en Myanmar se habrían reportado 1500 muertes por golpes de calor, cifra obtenida a partir de los registros de hospitales y funerarias. El número real podría ser mayor, ya que la inestabilidad política y el conflicto interno de Myanmar dificultan seguir estas cifras.
Para quienes están obligados a aventurarse a salir cuando el sol está en su apogeo, el peligro puede llegar en cuestión de minutos. Un ciudadano birmano que no quiso revelar su identidad por motivos de seguridad dijo que su hijo, Mann Moon Maung, de 36 años, sucumbió a un golpe de calor menos de 15 minutos después de mostrar síntomas.
The death of my son happened very fast. I immediately called a car and took him to hospital. The doctor said my son has already died. He had no heartbeat and no blood pressure.
La muerte de mi hijo sucedió muy rápido. Llamé a un auto de inmediato y lo llevé al hospital. El médico dijo que mi hijo ya había muerto. No tenia pulso ni presión sanguínea.
Casi dos millones de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares en Myanmar tras el golpe de Estado en febrero de 2021, lo que ha dejado a cientos de miles sin hogar, vulnerables a las presiones ambientales. Aunque el gobierno de la recluida líder Aung San Suu Kyi elaboró un plan de acción climática en 2018, desde que fue derrocada, el país está en estado de guerra civil y deja pocas esperanzas de ayuda estatal para mitigar el aumento de los desastres climáticos.
En otro lado de la región, las escuelas de Filipinas tuvieron que cerrar por la ola de calor, ya que las temperaturas superaron los 42°C (107,6°F) en algunas partes del país, y más de la mitad de las escuelas de la Gran Manila redujeron la jornada escolar o cerraron por completo por no tener aparatos de aire acondicionado. El fenómeno El Niño también ha dejado al país sumido en una sequía, y ha causado preocupación por la escasez de agua y serios problemas a la industria agrícola. La sequía es tan extrema que las ruinas de un pueblo sumergido hace 50 años con la construcción de un embalse han reaparecido a medida que se seca el suministro de agua.
Tailandia registró 38 muertes por golpes de calor, en su mayoría personas que trabajan en la intemperie, de avanzada edad y con comorbilidades. De igual forma, se batió el récord de consumo eléctrico en una semana, ya que los ciudadanos se quedaron en casa y recurrieron al aire acondicionado para mantenerse frescos, lo que sobrecargó la infraestructura eléctrica del país. Si bien los aparatos de aire acondicionado son necesarios en la actualidad para evitar un calor mortal, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y otros expertos en clima advierten que, a medida que el mundo enfrenta temperaturas cada vez más altas, la dependencia a los aparatos de aire acondicionado puede crear un círculo vicioso que aumente las emisiones y perpetúe la crisis climática.
La ola de calor de Tailandia fue interrumpida el lunes 6 de mayo por un aguacero que provocó inundaciones en todo Bangkok.
Most parts of Thailand (58 provinces) are experiencing downpour, a relief to the heatwave that has been ongoing for the past few weeks.
Many parts of Chonburi and the motorway #7 were flooded, while predictions are that Bangkok would continue to see rain with the heaviest rain… pic.twitter.com/1Y9wh9ZegI— Thai Enquirer (@ThaiEnquirer) May 7, 2024
En la mayor parte de Tailandia (58 provincias) hay aguaceros, un alivio a la ola de calor que se ha prolongado durante las últimas semanas. Muchas zonas de Chonburi y la autopista 7 se inundaron, mientras se pronostica que Bangkok seguirá teniendo fuertes lluvias, y se prevé que la más fuerte será en Nong Chok, distrito Bangkok, con cerca de 75 mm de lluvia hoy.
La ola de calor se cobró al menos dos vidas en Malasia, que incluyó un bebé de 19 meses. Más de 30 personas han informado de graves complicaciones de salud debido al calor en Malasia.
Al mismo tiempo, Camboya también tuvo que cerrar las escuelas. Además, el 27 de abril se registró un extraño accidente, atribuido en parte al calor, cuando una explosión de munición en el Centro de Mando Militar Regional de Kampong Speu causó la muerte de 20 soldados, y dejó varios heridos, incluidos algunos civiles. Hubo daños en la base y 25 viviendas cercanas quedaron dañadas. El 2 de mayo, las autoridades emitieron un comunicado que afirmaba: «El incidente de la explosión de munición del 27 de abril (…) fue un problema técnico debido a que las armas son viejas, defectuosas, y el clima caluroso».
La ola de calor también ha tenido un impacto económico negativo en gran parte de la región. Los trabajadores informales, como vendedores ambulantes de comida y otros artículos, no pudieron salir a la calle por las altas temperaturas y su clientela se redujo por la ola de calor. En Vietnam, millones de peces murieron en un embalse después de que el nivel de agua bajó demasiado y las temperaturas subieron, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en la seguridad alimentaria de los pueblos cercanos.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático indica en un informe de 2023 que, si la crisis climática continúa sin disminuir, el Sudeste Asiático sufrirá importantes trastornos económicos a largo plazo.
Más catástrofes por venir
Un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) calificó a Asia como “la región del mundo más propensa a las catástrofes” y advirtió que los peligros relacionados con el clima solo empeorarán.
Asia remained the world’s most disaster-hit region from weather, climate and water-related hazards in 2023. Floods and storms caused the highest number of reported casualties and economic losses, whilst the impact of heatwaves became more severe.
En 2023, Asia se mantuvo como la región del mundo más afectada por las catástrofes meteorológicas, climáticas e hidrológicas. Las inundaciones y las tormentas causaron la mayor cantidad de víctimas y pérdidas económicas, mientras que el impacto de las olas de calor se volvió más severo.
La OMM señala que, si bien las catástrofes de agua, como huracanes, inundaciones repentinas y lluvias monzónicas impredecibles son la principal amenaza para el Sudeste Asiático, el calor es cada año más preocupante, ya que las temperaturas sin precedentes incapacitan a las ciudades y ponen a prueba las infraestructuras.
Un informe de 2023 del World Weather Attribution, consorcio internacional de científicos que examina el impacto del cambio climático en los patrones meteorológicos, reveló que las olas de calor y las lluvias extremas que han afectado al Sudeste Asiático en los últimos años se deben en gran medida al cambio climático y pueden ser atribuidas a presiones antropogénicas.
Aunque muchos científicos del clima y partes interesadas reconocen la precaria posición de Asia y Oceanía frente a la crisis climática, eso no significa necesariamente que tengan un lugar en las discusiones internacionales. Las comunidades de las islas del Pacífico llevan mucho tiempo reclamando pues se les pasa por alto e incluso se las deja fuera de las conversaciones internacionales sobre el clima, pese a que podrían ser algunas de las más afectadas.
De igual forma, desde el golpe de Estado de 2021 en Myanmar, ningún representante birmano ha participado oficialmente en las conversaciones internaciones sobre el clima, como las cumbres anuales de la COP. Aunque la decisión de Naciones Unidas de excluir a las fuerzas de la junta fue inicialmente aclamada como una victoria por los activistas indígenas birmanos y los partidarios del gobierno de Unidad Nacional. el no dar métodos alternativos de participación ha dejado al país excluido y tambaleándose en sus estrategias de mitigación climática.
De momento, a pesar de que las temperaturas se han estabilizado, muchas comunidades del Sudeste Asiático siguen sufriendo los efectos de la ola de calor y se preparan para sufrir más en el futuro.