En Macedonia del Norte, derecha gana las elecciones presidenciales y parlamentarias

Vallas publicitarias y otros anuncios en Skopie que promocionan a la candidata presidencial de derecha Gordana Siljanovska Davkova bajo los lemas «Macedonia orgullosa de nuevo» y «¡Gordana para presidenta!» (el nombre Gordana significa «orgullosa»). Fotografía de Global Voices (CC BY 3.0).

El partido político populista de derecha VMRO-DPMNE obtuvo una victoria en arrolladora las elecciones presidenciales y parlamentarias de Macedonia del Norte, celebradas el 8 de mayo de 2024. Según los resultados oficiales publicados por la Comisión Electoral Estatal, su candidata presidencial, Gordana Siljanovska Davkova, obtuvo más del 65% de los votos, mientras que el partido obtuvo 58 de los 120 escaños del Parlamento.

Siljanovska Davkova es la primera mujer en ocupar el cargo de presidenta elegida democráticamente desde que Macedonia del Norte declaró su independencia en 1992.

Aparte de abogar por la representación femenina con lemas como «Es hora de una mujer presidenta», los derechos de la mujer no fueron un tema destacado en la campaña de Siljanovska Davkova, ya que el VMRO-DPMNE adopta posturas contrarias a la igualdad de género, utiliza una retórica de defensa de los «valores tradicionales». Cuando estuvieron en el poder durante el periodo de captura del Estado (2006-2017) promulgaron numerosas leyes, incluida una contra el aborto. Además, mientras estuvieron en la oposición, impidieron que se impartiera educación sexual.

El principal poder ejecutivo del país recae en el primer ministro, mientras que el cargo de presidente tiene competencias limitadas pero importantes como jefe de Estado, es decir, representante diplomático del país y comandante en jefe de las fuerzas armadas.

Aunque algunos participantes en las elecciones se quejaron de irregularidades, todos admitieron que fueron de una magnitud que no afectó el resultado general. Los observadores internacionales señalaron que las elecciones fueron competitivas, «pero empañadas por una retórica negativa con lemas nacionalistas, así como por deficiencias en la legislación y una supervisión insuficiente de la financiación de las campañas».

Victoria arrolladora para los populistas de derecha

La Comisión Electoral Estatal anunció que la participación en las elecciones parlamentarias fue del 53% de los 1.8 millones de votantes registrados. Las elecciones presidenciales tuvieron una participación inferior del 46%, ya que algunos partidos cuyos candidatos perdieron en la primera vuelta promovieron abierta o manifiestamente el boicot de los dos finalistas. No obstante, se alcanzó el quórum del 40%.

Según los resultados anunciados por la Comisión Electoral Estatal, VMRO-DPMNE, estrechamente aliado con el partido húngaro de derecha Fidesz, liderado por el primer ministro populista Viktor Orbán, obtuvo 58 de los 120 escaños del Parlamento. Orbán fue uno de los primeros en felicitarlos por la victoria.

El VMRO-DPMNE hizo una campaña que avivaba el nacionalismo macedonio, utilizaba lemas que sonaban al Make America Great Again (Haz a Estados Unidos grande otra vez), como «[Haz] que Macedonia vuelva a estar orgullosa».

El partido gobernante, la Unión Socialdemócrata de Macedonia, que sufrió una fractura interna similar a la de otros partidos de centroizquierda en las últimas décadas, solo obtuvo 19 escaños, un gran fracaso si se tiene en cuenta que había tenido 46. Su reputación se vio empañada por las promesas sin cumplir hechas durante la Revolución de colores de 2016 para hacer justicia y acabar con la corrupción, así como por los escándalos relacionados con instituciones disfuncionales.

Los partidos de oposición étnicos macedonios culparon a la Unión Democrática para la Integración, socia de coalición étnica albanesa en el Gobierno, de gran parte de los problemas de corrupción del país, a la vez que promovían la teoría conspirativa de la «albanización». Además, alimentaron la indignación de la población no albanesa con sus críticas al mayor partido en el poder, la multiétnica Unión Socialdemócrata de Macedonia por su servilismo a la Unión Democrática para la Integración y la Unión Europea, con el argumento de que sucumbir a los «dictados búlgaros» para cambiar la Constitución es una traición a los intereses nacionales macedonios.

La Unión Democrática para la Integración tuvo una campaña independiente que incluía acercarse a otras comunidades étnicas más pequeñas, y obtuvo 19 escaños. Su líder, Ali Ahmeti, insinuó que pretenden permanecer en el Gobierno por el bien de la «estabilidad del país». Una coalición de varios partidos de la oposición de etnia albanesa llamada VLEN (Valor), que incluye a antiguos funcionarios disidentes de la Unión Democrática para la Integración, obtuvo 13 escaños.

El nuevo partido ZNAM (Saber), facción disidente de la Unión Socialdemócrata de Macedonia, se presentó y utilizó una retórica populista que apelaba al público más conservador. Obtuvo seis escaños en la asamblea nacional.

El partido político neoestalinista Levica (La izquierda), abiertamente afín al Kremlin, obtuvo seis escaños en el nuevo Parlamento (antes tenía dos). Si bien uno de sus lemas era «No hay gobierno sin Levica», como aspiración a formar parte del nuevo gobierno, no está claro si serán invitados a la nueva mayoría del VMRO-DPMNE.

Otros partidos políticos abiertamente prorrusos, Macedonia Unida, Rodina y Desna (La derecha), situados en la extrema derecha del espectro político, obtuvieron en conjunto menos del 0,33 % de los votos, sin ningún escaño.

El costo de la campaña electoral fue de al menos 15 millones de euros, la mayoría de los cuales provienen de dinero público, ya que los cambios del Código Electoral por los que votaron todos los principales partidos políticos les permitieron distribuir fondos del presupuesto estatal a través de la Comisión Electoral Estatal a los medios y otros proveedores de servicios para gastos electorales. Los candidatos también utilizaron dinero de donantes y contribuciones en especie, como transporte para los participantes en las manifestaciones.

Participantes consideran que las elecciones son justas y «dignas»

Incluso antes de que la Comisión Electoral Estatal anunciara los resultados finales, el presidente Stevo Pendarovski dio una conferencia de prensa, agradeció a todos los participantes en el proceso electoral y felicitó a sus oponentes, les deseó éxitos en su trabajo para los próximos cuatro y cinco años.

Valla publicitaria en Skopie que promociona al presidente Stevo Pendarovski con el lema «Nuestro presidente: Stevo». Foto de Global Voices (CC BY 3.0).

Pendarovski declaró:

Мојот концепт на мултиетничка Македонија целосно интегрирана во евроатлантските структури, денеска, за жал, не доби мнозинска поддршка од граѓаните. Јас сум длабоко убеден дека само така Македонија може да биде демократска и проспиретна држава.

Lamentablemente, mi concepto de una Macedonia multiétnica completamente integrada en las estructuras euroatlánticas no ha recibido el apoyo de los votantes de hoy. Sigo creyendo profundamente que esa es la única manera de que Macedonia sea un país democrático y próspero.

En su discurso de victoria, mucho más largo, la presidenta electa Gordana Siljanovska Davkova declaró que se rodeará de mujeres respetables, «subversivas y duras» en su gabinete presidencial.

Има ли поголема победа од тоа да бидам прва жена претседател? Ќе се опкружам со силни жени околу мене. Не се согласувам дека гласовите сум ги добила со набој на национализам, а тоа ќе го докажам што во мојот кабинет ќе вклучам и Албанци, Турци и други националности.

¿Hay mayor victoria que ser la primera mujer en la presidencia? Me rodearé de mujeres fuertes. No estoy de acuerdo en que gané los votos con una carga nacionalista y lo demostraré incluyendo a albaneses, turcos y otras nacionalidades en mi gabinete.

También elogió a los demás partidos opositores, que como demostración de su habilidad política, dejaron espacio para acuerdos y negociaciones de coalición tras la conclusión de las elecciones.

Siljanovska Davkova dio crédito a los medios por su cobertura profesional y a su oponente, declaró que sus debates televisivos se desarrollaron con aplomo y habilidad política. Además, afirmó que actuará como presidenta de todos los ciudadanos, de todas las etnias, de todos los partidos políticos y de quienes no están en partidos, y que dará empleo a expertos de distintas procedencias. «Es por eso que mi programa se tradujo a todos los idiomas [locales]», declaró.

Al final de su conferencia de prensa, Siljanovska Davkova mencionó que no pudo atender la llamada de felicitación de cortesía de su competidor Pendarovski porque olvidó el teléfono móvil en casa.

El siguiente en dar una declaración oficial durante la noche de las elecciones fue el ex primer ministro Dimitar Kovačevski, de la Unión Socialdemócrata de Macedonia. Felicitó a todos los participantes por las «elecciones justas y libres», que atribuyó a la mayor libertad de los medios y al avance democrático que ha dado su gobierno. En contra de la tradición socialdemócrata, no dimitió inmediatamente por haber perdido las elecciones, sino que anunció un proceso de profundas reformas dentro del partido.

Valla publicitaria que promociona a Hristijan Mickoski, líder de VMRO-DPMNE bajo los lemas «¡Macedonia tuya otra vez!» y «¡Los cambios en tus manos!». Fotografía de Global Voices (CC BY 3.0).

El presidente del derechista VMRO-DPMNE, Hristijan Mickovski, también ofreció una conferencia de prensa para declarar su victoria, que comenzó con sus partidarios que cantaron la canción turbo-folk «Biser balkanski» (Perla de los Balcanes), que incluye versos sobre reclamar partes de la región geográfica de Macedonia a los países vecinos.

En contra de la retórica etnonacionalista utilizada antes y durante la campaña oficial, reiteró varias veces que el nuevo gobierno servirá a los ciudadanos de todas las etnias. También dijo que aprenden de los errores de sus oponentes, y advirtió a los miembros de su partido que no abusen del poder o correrán la misma suerte que el Unión Socialdemócrata de Macedonia.

En las próximas semanas, la vida política en Macedonia del Norte girará en torno a la formación del nuevo gobierno. Es de especial interés saber si tanto el nuevo presidente como el primer ministro abandonarán la retórica antibúlgara y antieuropea, y si apoyarán los cambios constitucionales necesarios o si sumirán al país en un nuevo periodo del limbo político que caracterizó al mandato de VMRO-DPMNE.

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