Dependencia de combustibles fósiles agrava crisis energética de Pakistán

A solar panel installation near Karachi. 2020. Image via WIkipedia by Crosji. CC BY-SA 4.0.

Instalación de paneles solares cerca de Karachi. 2020. Imagen vía Wikipedia por Crosji (CC BY-SA 4.0).

Actualmente, Pakistán enfrenta una grave crisis energética caracterizada por la escasez de electricidad, cortes de carga frecuentes o apagones rotativos, que afectan negativamente a las actividades domésticas, las industrias y la economía en general. Esta crisis plantea la necesidad urgente de encontrar soluciones con energía sostenible para abordar estos retos con eficacia.

El sector energético de Pakistán depende enormemente de los combustibles fósiles, que representan entre el 59% y el 64% del suministro total de energía del país. Esta dependencia del petróleo y el gas supone costos elevados, y también hace que el país sea más susceptible a las fluctuaciones de los precios a nivel mundial. De igual forma, la dependencia de los combustibles fósiles contribuye a las emisiones de carbono y a la degradación del ambiente, que en última instancia aumenta los retos del cambio climático en el país.

A pesar de tener una capacidad instalada de 41.557 MW, Pakistán aún batalla con un déficit de energía. La demanda de electricidad es de 31 000 MW, lo que deja un déficit de 9000 MW. Esto resalta las ineficiencias y las dificultades que enfrenta el sector eléctrico, y tratar estos retos es crucial.

Causas de la escasez de electricidad

A pesar de tener una considerable capacidad de red, Pakistán afronta grandes dificultades en su sector eléctrico, lo que resulta en frecuente escasez. Uno de los problemas principales son las pérdidas de transmisión, que ocurren cuando la energía eléctrica disminuye mientras viaja a través de los alambres o cables por la resistencia. En Pakistán, estas pérdidas alcanzan niveles alarmantes, entre el 18% y el 20%, cifra que contrasta con el 5% de Estados Unidos y China, y el 4% de Malasia.

Otro factor crítico son las restricciones de transmisión, que limitan el flujo de electricidad a través de partes específicas de la red eléctrica. Estas restricciones surgen cuando la capacidad disponible de las líneas de transmisión no es suficiente para cubrir la demanda. La red de Pakistán tiene una capacidad de 22 000 MW, es decir, 9000 MW menos que la demanda.

Los problemas asociados a los consumidores también contribuyen a la escasez de electricidad. El Gobierno subvenciona la electricidad a seis rupias (0.02 dólares) por unidad, lo que crea una deuda circular. La inestable estructura de tarifas, en la que el costo de producción de 14 rupias (0.05 dólares) supera el costo de venta de 11 rupias (0.04 dólares), solo acentúa más el problema. Además, los bajos índices de recuperación, se recupera solo el 80% de los costos de electricidad y el 20% restante se roba de la red, constituyen una carga adicional para el sector.

The main headquarters for WAPDA in Lahore, Pakistan. Image via Flickr by Omer Wazir. CC BY-SA 2.0.

Sede principal de WAPDA en Lahore, Pakistán. Imagen via Flickr por Omer Wazir (CC BY-SA 2.0).

Estos problemas se han visto agravados por cuestiones de gobernabilidad. Antes de 1994, la Autoridad de Desarrollo de Agua y Energía (conocida como WAPDA) era responsable de la producción y la distribución de energía en Pakistán. Tras una reestructuración en 1994, WAPDA fue dividida en cerca de 20 entidades con diferentes propósitos dentro del sector energético. Esta descentralización generó una falta de coordinación entre estas nuevas entidades, creó nuevas dificultades y empeoró el buen funcionamiento del sector.

El fracaso de Pakistán para crear una demanda sustancial de energía por una insuficiente industrialización también influye en el déficit energético. En consecuencia, el costo per cápita de la electricidad sigue siendo elevado. Por otro lado, el consumo de electricidad per cápita de Pakistán es de 478 kilovatios-hora (kWh), muy por debajo de los 12 702 kWh de Estados Unidos.

Mohammad Asad, especialista en sistemas fotovoltaicos y energías renovables, comentó a Global Voices por WhatsApp:

The energy crisis in Pakistan stems from insufficient infrastructure, mismanagement, and heavy reliance on fossil fuels.

To address this, it is imperative for the government to prioritise the promotion of renewable energy sources like solar and wind power through initiatives like tax incentives, subsidies, and simplified regulations. Despite some positive steps like net metering policies and tariffs for renewable energy producers, challenges persist. For instance, the government's low buying rate for solar energy, acts as a deterrent to potential investors. A recent proposal to end net metering faced public backlash, leading to the reversal of decision. This underscores the need for consistent energy policies.

Bureaucratic hurdles and a lack of investment security further hinder renewable energy uptake. Overcoming these challenges will require the implementation of stable, long-term policies and incentives to drive Pakistan's transition to a sustainable energy future.

La crisis energética en Pakistán se debe a una infraestructura insuficiente, una gestión incorrecta y una excesiva dependencia de los combustibles fósiles.

Para afrontar este problema, es imperativo que el Gobierno priorice la promoción de fuentes de energía renovables como la solar y la eólica a través de iniciativas, como incentivos fiscales, subvenciones y normativas simplificadas. A pesar de algunos avances positivos, como las políticas de medición neta y las tarifas para los productores de energías renovables, las dificultades persisten. Por ejemplo, la baja tasa de compra de energía solar por parte del Gobierno tiene un efecto disuasorio para los posibles inversionistas. Una propuesta reciente para poner fin a la medición neta recibió el rechazo del público, lo que llevó a revocar la decisión. Esto evidencia la necesidad de políticas energéticas consistentes.

Las barreras burocráticas y la falta de garantía de las inversiones dificultan aún más adoptar energías renovables. Lograr superar esto exigirá que se apliquen políticas e incentivos estables y a largo plazo para impulsar la transición de Pakistán hacia un futuro de energía sostenible.

Laveet Kumar, con un doctorado en Energías Renovables, dijo a Global Voices vía WhatsApp:

Pakistan is currently grappling with a severe energy crisis marked by frequent power outages, gas shortages, and an overall imbalance between energy supply and demand. This crisis, driven by outdated infrastructure, poor energy management, financial constraints, and a heavy reliance on conventional energy sources which not only impacts the industrial productivity but also affects the daily lives of millions. In this context, recent policy changes such as the introduction of taxes on solar equipment and potential alterations to net metering are very concerning. Higher taxes on solar panels increase installation costs and slows down the sustainable energy transition.

Similarly, net metering which allows solar energy producers to feed surplus energy back into the grid for compensation proved to be a crucial incentive for solar users in Pakistan. Curtailing this policy would reduce the financial benefits of investing in solar energy, undermining efforts to enhance energy resilience and achieve environmental goals. To address these issues, the government should reconsider solar taxes, maintain net metering benefits, and implement subsidies and financial incentives to promote renewable energy. Additionally, improving the energy grid and resolving financial instabilities will also help in sustainable transition.

By addressing these policy gaps and fostering an environment that supports renewable energy, Pakistan can mitigate its energy crisis, ensuring a stable and sustainable energy future that supports economic growth and improves the quality of life for its citizens.

En la actualidad, Pakistán atraviesa una grave crisis energética caracterizada por frecuentes cortes de electricidad, escasez de gas y un desequilibrio general entre la oferta y la demanda de energía. Esta crisis alimentada por unas infraestructuras obsoletas, una mala gestión de la energía, limitaciones financieras y una excesiva dependencia de las fuentes de energía convencionales, afecta a la productividad industrial, y también a la vida cotidiana de millones de personas. En este contexto, son muy preocupantes los recientes cambios políticos, como impuestos para los equipos solares y las posibles alteraciones de la medición neta. El alza de los impuestos sobre los paneles solares aumenta los costos de instalación y desacelera la transición hacia la energía sostenible.

Asimismo, la medición neta, que permite a los productores de energía solar devolver la energía sobrante a la red a cambio de una compensación, resultó ser un incentivo crucial para los usuarios de energía solar en Pakistán. Suprimir esta política reduciría los beneficios financieros de invertir en energía solar, socavaría los esfuerzos para mejorar la resiliencia energética y alcanzar objetivos ambientales. Para afrontar estos problemas, el Gobierno debe reconsiderar los tributos solares, mantener las ventajas de la medición neta e implementar subvenciones e incentivos financieros para promover energías renovables. Además, mejorar la red energética y resolver las inestabilidades financieras también contribuirán a una transición sostenible.

Al abordar estos vacíos políticos y fomentar un entorno que apoye las energías renovables, Pakistán puede mitigar su crisis de energía, lo que garantizaría un futuro energético estable y sostenible que apoye el crecimiento económico y mejore la calidad de vida de sus ciudadanos.

La política energética de Pakistán, en particular la Política Energética Privada (1994), ha sido criticada porque se centra en la producción de energía sin considerar adecuadamente las responsabilidades de venta y distribución, que continúan en manos del Gobierno. Este vacío político ha complicado aún más la gestión y distribución eficientes de la electricidad en el país.

Controversia por la propuesta de impuesto solar

El 27 de abril de 2024, hubo informes que revelaron que el Gobierno estaba considerando imponer un tributo a los paneles solares, lo que generó una amplia controversia en todo el país.

La Agencia Central de Compra de Energía (CPPA) sugirió un impuesto sobre las instalaciones solares residenciales y comerciales, fijó la tasa en 2000 PRK por kilovatio para los sistemas con una capacidad de 12 kilovatios o más. Esta propuesta supondría un impuesto de 24 000 PKR (86 USD) para un sistema de 12 kilovatios.

Sin embargo, una declaración emitida por la División de Energía el 28 de abril de 2024 rechazó el impuesto fijo sobre las instalaciones de energía solar. Mientras tanto, el Gobierno federal está revisando los precios de los paneles solares, con el posible objetivo de reducirlos, lo que podría compensar el impacto económico del impuesto planteado.

Esta propuesta aún requiere de la aprobación del presidente y despierta diversas incertidumbres. Las posibles tarifas podrían desincentivar la adopción de la energía solar y obstaculizar las iniciativas de Pakistán en favor de las energías limpias. La ausencia de una justificación oficial para el impuesto podría dar lugar a un debate y un escrutinio públicos.

Encontrar un equilibrio entre la promoción de la energía verde y las repercusiones económicas sigue siendo un reto importante. Aunque el Gobierno tiene sus razones para la propuesta, es esencial sopesar los beneficios potenciales frente a los posibles inconvenientes. Los impuestos sobre los paneles solares han dado resultados diversos en todo el mundo, lo que hace crucial encontrar un equilibrio entre el uso de energías limpias y el impacto económico.

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