Por Vishani Ragobeer
Esta noticia se publicó originalmente en NewsRoom y ganó el premio «Mejor periodismo climático de investigación» en la edición inaugural de los Premios de Periodismo de Justicia Climática del Caribe. Global Voices publica una versión de la historia con autorización.
La comunidad indígena de Almond Beach es una de 10 playas a lo largo de 120 kilómetros que componen el Área Protegida de Shell Beach en Barima-Guainí, ubicada en la Región 1 de Guyana. Cada año, se pueden encontrar cuatro especies de tortugas marinas en peligro de extinción anidando ahí: tortuga laúd (Dermochelys coriacea), carey (Eretmochelys imbricata), golfina u olivácea (Lepidochelys olivacea) y tortuga verde (Chelonia mydas).
Las partes interesadas en la conservación, como la Comisión de Áreas Protegidas y los lugareños de Almond Beach, son quienes ayudan a proteger a las tortugas y sus crías durante la temporada anual de desove, de febrero a agosto. Sin embargo, en los últimos años la costa de Almond Beach y otras partes de la zona protegida de Shell Beach se han erosionado a un ritmo cada vez más rápido, lo que plantea problemas a los lugareños y las tortugas que se han acostumbrado a anidar allí.
«Con el paso de los años, Almond Beach se convirtió en uno de los mejores lugares. Personas de todo el mundo la conocían como lugar de anidación de las tortugas marinas», dijo Arnold Benjamin, presidente del Consejo de Desarrollo Comunitario de Almond Beach, y agregó que la erosión ha afectado la vida en la playa en forma significativa.
Explicó que entre 1991 y 1997, allí vivían cerca de 150 personas. A causa del crecimiento demográfico, se construyeron varias instalaciones, entre las que se contaba una escuela, una iglesia y una zona recreativa. En 2005, la escuela fue desmantelada y trasladada hacia el interior porque la costa había retrocedido. «Fue muy rápido», comentó Benjamin. «La gente se vio obligada a mudarse. Perdimos alrededor de 3.2 kilómetros [de tierra], granjas [y] cocoteros».
En los siguientes diez años, la erosión continuó y los lugareños se trasladaron tierra adentro. Al final, dijo Benjamin, pidieron al Gobierno que no se molestara en desmantelar y reconstruir la escuela, lo consideraron una «pérdida de dinero» cuando las familias comenzaron a abandonar la playa. Benjamin forma parte del grupo que considera a los habitantes de Almond Beach como migrantes climáticos, ya que la erosión, como resultado o empeorada por los cambios climáticos, los obliga a migrar.
¿Qué causa la erosión?
A partir de los datos recopilados y analizados entre 2019 y 2023, Comisión de Áreas Protegidas, que supervisa las áreas protegidas de Guyana, descubrió que partes de la costa habían sido arrasadas por el océano Atlántico. En 2019, la costa de Shell Beach tenía una superficie de aproximadamente dos kilómetros (1,3 millas); para 2022, esta se redujo a un área de aproximadamente 1,1 km (0,7 millas).
La erosión afecta a la playa desde el extremo ese, mientras que la acreción, es decir, la acumulación de los materiales arrastrados, se produce en el extremo oeste. Estos cambios costeros son parte de un ciclo aparentemente natural de 30 años, pero la Comisión de Áreas Protegidas también señaló que «se cree que son la consecuencia de cambios climáticos que han resultado en corrientes oceánicas más fuertes y una intensa acción de las olas».
Los datos de la Comisión de Áreas Protegidas también revelaron que allí vivían 70 personas en 2014; a principios de 2023 solo quedaban tres familias.
Los lugareños ayudan a salvar las tortugas
La familia Thornhill es una de las que se quedó. Leonard Thornhill se mudó de Moruca, comunidad del interior de la Región 1, a Almond Beach hace unos 35 años.
«Con el paso de los años», dijo «[la erosión] no nos afectaba igual». Antes, Leonard recordaba la erosión como un proceso lento. Sin embargo, en los últimos dos años, dice que los lugareños han «visto que avanza muy rápido».
Thornhill dijo que la vida tal y como la conoce está en Almond Beach, por lo que mudarse sería muy arduo: «La mayoría de mis hijos nacieron y crecieron en Shell Beach, por lo que es un poco difícil llevarlos de aquí a algún lugar extraño». Alrededor de su casa de madera hay esparcidas redes de pesca, indicios de cómo se gana la vida en la playa; sus granjas están situadas más al interior.
«Tenemos nuestras pequeñas tierras de cultivo, pero se pueden ver las consecuencias de la erosión», dijo. «Vamos a quedarnos tanto tiempo como sea posible». Mientras Thornhill esté en la playa, también quiere ayudar a supervisar y proteger a las tortugas que anidan allí, y eso es precisamente lo que ha estado haciendo.
A mediados de septiembre, cuando la mayoría de los guardafaunas de la Comisión de Áreas Protegidas abandonaron la playa, Thornhill encontró algunas crías de tortuga carey. Su instinto lo impulsó a juntarlas y las mantuvo a salvo en un balde amarillo en su casa hasta el anochecer, cuando pudieron dejarlas para que se aventuraran con seguridad en el océano. Si no las hubiera recogido, la luz solar intensa o los perros callejeros podrían haberlas dañado.
Thornhill, como todos lo lugareños de Almond Beach, entiende la importancia de proteger estas especies en peligro de extinción. Seeta Augustus, por ejemplo, creció en la playa con su familia. Se mudó para asistir a una escuela secundaria en Mabaruma, ciudad a unas 30 millas tierra adentro, pero recientemente regresó como guarda forestal para ayudar a proteger a las tortugas.
Augustus puede contar muchos datos sobre las tortugas, y también conoce los cambios que la comunidad ha sufrido por la erosión, cambios que la ponen emotiva. «Es muy triste porque es mi ciudad natal. Nací y crecí aquí, y ahora todo está desapareciendo, y es muy duro ver como todos se van. Es muy doloroso», dice, intentando ahuyentar las lágrimas entre risas.
Cambios costeros en Guyana
El Área Protegida de Shell Beach, que rodea al océano Atlántico, es parte de la llanura costera baja de Guyana, una de las cuatro regiones naturales del país. El hecho de que la llanura esté por debajo del nivel del mar la hace particularmente vulnerable al aumento del nivel del mar.
En otras partes de la costa, en especial cerca de las zonas urbanas más pobladas, hay defensas marinas como manglares y diques, que son necesarias para ayudar a proteger la playa y a sus residentes. Aun así, el informe del Banco Mundial de 2021 «Resiliencia 360°: Guía para preparar al Caribe para una nueva generación de impactos» concluyó que Guyana podría enfrentar el segundo mayor nivel de retroceso de la línea costera del Caribe si persisten los elevados efectos del cambio climático. El país corre el riesgo de perder 65 metros (0,040 millas) de su costa para 2050; el vecino Surinam, con un retroceso estimado de 71 metros (0,044 millas) corre el riesgo de perder más.
El doctor Kofi Dalrymple, científico e ingeniero local, lleva años estudiando el impacto del cambio climático y el aumento del nivel del mar en la erosión costera y dice que, aunque el litoral evoluciona de forma natural a través de un proceso de erosión y acreción, el cambio climático lo está aumentando. En el caso de la llanura costera de Guyana, gran parte de la zona era antes una marisma que el océano Atlántico habría cubierto y hecho retroceder de forma natural con el paso del tiempo.
Sin embargo, Darlymple dijo que con el desarrollo de infraestructura en la costa, el océano se mantuvo «a raya» en lugar de permitir que fluyera hacia dentro y hacia fuera de forma natural. «Lo que el cambio climático hace a ese proceso natural es que, a medida que el agua sube, aumenta su capacidad de ir más tierra adentro. Así que hay una relación directa entre el aumento del nivel del mar y, en cierto modo, el retroceso de la línea costera». Añadió que más investigaciones específicas sobre Shell Beach resultarían esclarecedoras. Un estudio sobre la intensidad de las olas y los cambios en la línea costera, por ejemplo, ayudaría a comprender los efectos del cambio climático en la zona protegida.
La Comisión de Áreas Protegidas dice que la erosión ya ha reducido «drásticamente» la línea costera de Almond Beach y ha obligado a los lugareños a emigrar, no obstante la playa (y la más amplia Shell Beach) aun puede considerarse como un «terreno viable para la anidación de tortugas marinas».
¿La migración hacia el interior es ineludible?
La situación es un poco más complicada para quienes aún viven allí. Liston Augustus, padre de Seeta, se jubiló recientemente después de décadas como profesor. Sabe que debería mudarse tierra adentro, pero la pesca y la agricultura en la playa son sus principales fuentes de ingresos: «Tengo que intentarlo porque realmente no tengo otra alternativa a dónde podamos ir. Cuando el agua alcanza los 10 metros, por lo general derribamos nuestra casa y nos alejamos. Esta es la tercera vez que nos mudamos. Ocurre casi cada tres años, dependiendo de qué tan rápido llegue el agua”.
Mientras la tortugas aniden en Shell Beach, se harán esfuerzos para darles seguimiento y protegerlas, pero para los habitantes restantes, que se centran en la pérdida de sus hogares y medios de subsistencia, la migración al interior puede ser su mejor opción. Según Arnold Benjamin, se está preparando una zona en Khan's Hill, otra comunidad indígena que está mucho más cerca de Mabaruma, para las familias de Almond Beach; queda por ver quién se trasladará y quién se quedará.