Čajovna: Interpretación checa de la cultura del té  

Cuenco artesanal para el té hecho por un ceramista checo. Fotografía de Filip Noubel, utilizada con autorización.

En República Checa, el té se consume en lugares públicos llamados «čajovna» (se pronuncia chaiovna), término que literalmente significa «lugar del té». Pero čajovna es mucho más que una palabra: es una forma de reinterpretar la cultura del té y de transformarla en un espacio popular para socializar y disfrutar de todo tipo de tés y otras infusiones, calientes y frías.

Según la historia literaria, el término «čaj» (té en checo) surge a principios del siglo XVIII, al mismo tiempo que la palabra «káva» (café en checo), cuando el territorio de ese país era parte de la dinastía Habsburgo. Uno de los más antiguos čajovnas que se conocen es quizás el Jokohama čajovna (casa de té Yokohama), fundado por Josef Hloucha, viajero del siglo XIX y experto en el Japón, que inauguró el establecimiento en el centro de Praga en el subsuelo del icónico Palacio Lucerna. Durante la primera República checoslovaca (1918-1939), el té estuvo a disponición de gran parte de la población. Muchas películas en blanco y negro de aquel período, y también propagandas en medios impresos, dan cuenta de la popularidad del té, en su mayoría negro, como bebida económica y de moda dados los largos y fríos inviernos en esta parte del mundo.

La cultura del té también se desarrolló gracias a una enorme emigración tras el colapso del Imperio ruso en 1917 cuando rusos, ucranianos, bielorrusos, tártaros y otras naciones del Imperio zarista se refugiaron en Checoslovaquia, e hicieron popular beber té en centros urbanos, como Praga y Brno.

Luego de 1948, cuando el comunismo tomó Checoslovaquia y el país se alineó con Moscú, ingresaron nuevas variedades de té, como el té verde de la República Socialista Soviética de Georgia. La infusión se consumía en cafés, aunque algunos čajovnas ya existían, como por ejemplo el famoso Modrá čajovna (la casa de té azul) que se inauguró en Praga en 1985. Como las relaciones políticas con India mejoraron durante la Guerra Fría, comenzó a venderse té negro hindú. Luego, con la llegada de estudiantes y trabajadores vietnamitas en la década de 1960, apareció té de ese país, aunque sus mayores consumidores eran los vietnamitas.

Un čajovna en un patio en la plaza Wenceslao en Praga. Fotografía de Filip Noubel, utilizada con autorización.

En 1989, hubo un cambio dramático luego de que la Revolución de Terciopelo terminó con el comunismo, las restricciones para viajar, y el monopolio estatal para importar bienes. Así fue que los checos comenzaron a viajar a Asia y establecieron conexiones con productores del té en el sur y este asiático. Con el tiempo, muchos inauguraron čajovnas, con té importado directamente de Asia o comprado en distintos lugares de Checoslovaquia o de Europa. Este cambio económico afectó la oferta de los consumidores, que de pronto pudieron elegir entre decenas de tés de alta calidad y de todos los colores, tipos y formas de preparación.

Se cree que hoy el país tiene una de las mayores cantidades de casas de té por cabeza en Europa, como señala esta entrada de Wikipedia:

K únoru 2020 bylo v České republice nejméně 199 čajoven, což odpovídá koncentraci 1,89 čajovny na 100 tisíc obyvatel.Podle Aleše Juřiny jde o největší koncentraci čajoven na světě.

En febrero de 2020, había al menos 199 casas de té en la República Checa, lo que corresponde a 1,89 casas de té cada 100 000 habitantes. Según Aleš Juřina, esta es la mayor concentración a nivel mundial.

Es revelador que, aunque no se cultiva té en la República Checa, una casa de té checa se transformó en una marca mundial de té y casa de té, con presencia en toda Europa y Estados Unidos. Además, el país es anfitrión del festival de té Čajomír, que se hace en Praga y otras ciudades, cuando vendedores y expertos se juntan a degustar durante un fin de semana.

Juego de té de cerámica artesanal hecha en la República Checa. Fotografía de Filip Noubel, utilizada con autorización.

¿Qué es un čajovna?

Un čajovna típico es un espacio relativamente pequeño donde se sirve el té y otras bebidas similares. Generalmente, está en un subsuelo cuando se trata de ciudades grandes, pero cuando se los ve en centros urbanos más pequeños pueden estar en jardines internos. Ofrecen una gran variedad de tés, como negro, verde, pu’er, perfumados, de hierbas de Asia o de África (rooibos, de Sudamérica (mate) o Europa (tés de hierbas). Los precios suelen ser económicos, muchas variedades se ofrecen con dos o tres pedidos adicionales de agua caliente. La filosofía es que la experiencia sea una oportunidad para desacelerarse, hablar con amigos, leer un libro; así es que muchos clientes pueden quedarse un par de horas o más. También hay personas que concurren a las mismas casas de té durante décadas, por lo que hacen que el lugar se transforme en un centro de interacción social, donde las personas cuentan noticias e historias de su vida personal. Algunas casas de té permiten juegos de cartas y de mesa, y tienen una atmósfera relajada. Generalmente, no son bienvenidos clientes con computadoras, ya que los čajovna promueven el tiempo lento.

El U Zlatého kohouta čajovna en el centro de Praga, sin cambios desde que abrió a mediados de los noventa. Fotografía de Filip Noubel, utilizada con autorización.

La mayoría de los čajovna tienen su propia interpretación de Asia, generalmente arraigada en los relatos orientalistas del siglo XIX de los viajeros y etnólogos que fueron los primeros en acercar el té a la cultura checa, pero también con una reinterpretaron de varias culturas y tradiciones asiáticas. En general, esto último puede observarse en los nombres que tienen los tés en los menús, y también en la decoración de las casas de té. Hasta hoy, los temas más comunes de conversación entre los amantes del té son los viajes a Japón o Nepal, Yunnan o Sri Lanka. Otra característica de los čajovna es que muy a menudo venden cerámica (cuencos y teteras) checa o asiática, artesanal o de fábrica.

Quizás dos bebidas emblemáticas, típicas de la cultura checa del té, son la cerveza de té y una infusión llamada šípkový čaj. La primera es una bebida fría, generalmente del tipo de té darjeeling con espuma en la superficie que la hace parecer a un vaso de cerveza, aunque en realidad es té. La otra es una infusión de té de rosa silvestre, roja y que puede servirse caliente o fría.

Más recientemente han aparecido en Praga casas que venden té de burbujas, pero están muy lejos de los čajovna, ya que están más orientadas a turistas o jóvenes bohemios. Representan otra forma de la cultura del té, con hábitos más centrados en el consumismo de la comida rápida y para llevar.

Para más información, leer la categoría especial de Global Voices: Consuelo y controversias del té

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