
Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, habla con periodistas de Asia Central. Captura de pantalla del vídeo «Volodímir Zelenski habló con representantes de medios de Asia Central: Principales temas de la conversación» del canal de YouTube de «Freedom. Live». Uso legítimo.
El 24 de mayo, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, concedió su primera entrevista a periodistas de Asia Central en la ciudad de Járkov, en el este de Ucrania. La entrevista fue en una casa impresora en ruinas que había sido alcanzada por un misil ruso el día anterior. Periodistas y activistas de Kazajistán, Kirguistán y Uzbekistán pidieron a Zelenski que hablara en ruso, a lo que él accedió, ya que «no son de Rusia».
Esta es la entrevista de Zelenski con periodistas de Asia Central.
Cuando se le preguntó por qué había decidido conceder una entrevista a periodistas de Asia Central tras más de dos años de guerra, Zelenski señaló la importancia de que visitaran Ucrania y vieran el conflicto en persona, para que «otros no puedan promover sus narrativas» sobre la guerra. Recalcó que la gente de Asia Central debe ver «las verdaderas consecuencias de la guerra, lo que el mundo ruso ha traído y lo que sin duda intentará traer» a la región.
La entrevista se dio en un momento en el que la gente de Asia Central sigue mostrándose dividida por su opinión sobre la guerra en Ucrania. Según la encuesta pública del Barómetro de Asia Central, el 75% de los encuestados en Kirguistán y el 67% en Kazajistán siguen de cerca la guerra en Ucrania. A Rusia, Ucrania, Estados Unidos y Occidente se les considera los tres grandes responsables de la guerra.
Si bien la idea de que Estados Unidos, Occidente y Ucrania son los responsables de la guerra está muy difundida, muchos también culpan a Rusia o tienen dificultades para decidir quién es el verdadero culpable. Ucrania tiene suficiente margen para hacer conocer su discurso en Asia Central como parte de su esfuerzo por llegar a la mayoría global.
Los riesgos de estar en la órbita rusa ocuparon gran parte de la entrevista, pues Zelenski señaló que los Estados centroasiáticos no pueden ser verdaderamente seguros e independientes mientras sigan alineados con el Kremlin. Afirmó que los proyectos de integración liderados por Rusia, como la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y la Unión Económica Euroasiática, sirven solo como instrumentos para ejercer su influencia y no protegerán a la región de posibles agresiones militares en un futuro cercano.
Zelenski agregó que, si los Estados centroasiáticos aplican políticas contrarias a los intereses de Rusia, se verán enfrentados a una ocupación parcial o a «una invasión a gran escala y, por supuesto, a la muerte y la guerra». Se mencionó a Kazajistán como uno de los países en mayor riesgo de una escalada rusa, no solo por compartir fronteras, sino también por las muchas personas de etnia rusa que viven en el territorio kazajo, que conforman un 15,1% de la población.
Estas advertencias no son producto de la imaginación de Zelenski. Desde el comienzo de la guerra en Ucrania en febrero de 2022, la retórica de Rusia hacia Asia Central se ha vuelto cada vez más hostil, pone en tela de juicio el organismo, la soberanía y la integridad territorial de los Estados regionales. Los políticos y los medios rusos han amenazado a los Estados centroasiáticos con invadirlos y anexárselos, con un lenguaje similar al empleado contra Ucrania antes de su invasión.
La guerra en Ucrania ha obligado a los Estados de Asia Central a caminar sobre una cuerda floja diplomática, y a balancearse entre ayudar a Rusia en sus esfuerzos bélicos y evitar sanciones de Occidente. Aunque se declaran neutrales, los Estados de la región se inclinan de facto a favor de Rusia, país que los utiliza para importar artículos autorizados con el fin de impulsar su industria armamentística.
Este video de YouTube muestra cómo las empresas de Asia Central ayudan a Rusia a eludir las sanciones occidentales.
Zelenski explicó esta contradicción entre hechos y palabras con «el miedo hacia el Kremlin», y añadió que es ese mismo miedo el que impedirá a los líderes centroasiáticos asistir a la próxima cumbre por la paz en Ucrania, cuya convocatoria se llevará a cabo el 15 y 16 de junio en Suiza.
El yugo ruso sobre la región no deja mucho margen para desarrollar los lazos oficiales entre Ucrania y Asia Central, pero las relaciones interpersonales son harina de otro costal, y los pueblos centroasiáticos expresan su solidaridad y ofrecen ayuda a los ucranianos. Estos gestos son reconocidos por Zelenski, que lo resumió hábilmente: «Creo que sus pueblos son nuestros amigos».