El 30 y 31 de mayo, diversos grupos encabezados por pescadores filipinos organizaron una misión náutica hacia el mar del Sur de China (conocido a nivel local como mar de Filipinas Occidental) para desafiar la prohibición de pesca de cuatro meses impuesta por China.
La moratoria pesquera anual entró en vigor el 1 de mayo, cuando China advirtió que detendría a los “intrusos” y otras embarcaciones que invadieran sus territorios marítimos. Según medios estatales chinos, la prohibición anual de pesca de tres meses y medio, que comenzó en 1999, es un esfuerzo por «promover el desarrollo sostenible de la pesca marina y mejorar la ecología marina». Durante este periodo, la Guardia Costera de China impide a los buques de cualquier país pescar en el mar de Bohai, el mar Amarillo, el mar de China Oriental y el mar de China Meridional. Sin embargo, algunos analistas creen que China utiliza la política ambiental para extender su poder sobre las aguas en disputa de los mares de China Oriental y Meridional.
El Gobierno filipino ha protestado por la prohibición “unilateral”, ya que el ámbito de aplicación de la orden incluye aguas situadas dentro de la zona económica exclusiva del país. China reclama amplias zonas del mar de China Meridional y, en consecuencia, se entrecruza con las fronteras marítimas de sus vecinos de la región, incluida Filipinas.
Pamalakaya, organización de pescadores con miembros de todo el país, organizó la expedición de pesca colectiva mientras instaba a China a “respetar la zona de pesca tradicional de los pescadores”. El grupo también acusó a China de ser “el mayor pirata en nuestro mar”. En una publicación de Facebook que difundió la red de noticias Altermidya, el líder de Pamalakaya, Ronnel Arambulo, añadió que «no hay mejor forma de hacer valer los derechos de pesca en nuestra zona económica exclusiva que tener una actividad económica colectiva”.
La despedida de la misión náutica fue en un barangay (pueblo) costero de Masinloc, provincia de Zambales, al oeste de Luzón Central, la mayor isla del país. Esta alcanzó unas 20 millas náuticas (37 km) de la costa hasta que el convoy se vio obligado a regresar a causa de las enormes olas. No obstante, la misión fue declarada un éxito, pues los pequeños pescadores pudieron hacer valer su derecho a pescar en el mar de Filipinas Occidental. La actividad fue organizada sin el respaldo del Gobierno, pero se coordinó con funcionarios municipales y provinciales.
Jojo Ecijan, pescador local de la organización Samahang Panatag, declaró a los medios: “Si dejamos de pescar aquí, ¿qué será de nuestras familias?”
“Esta es una demostración de la oposición de los pescadores a la infundada prohibición de pesca de China, que abarcará nuestro territorio”, indicó Joey Marabe, dirigente de los pescadores de Zambales.
Tatay Gerry, pescador de 54 años, contó a los jóvenes activistas acerca de las dificultades que enfrentan los pequeños pescadores de la comunidad. La entrevista se publicó en Twitter:
Mula noong nandyan naman ang China, hindi kami makakapalaot nang malayo, puro sa gilid lang kami nakaka-pamalaot dahil sa takot na hulihin ng mga Chinese o kung ano mang gagawin sa amin.
Cuando llegó China, ya no pudimos aventurarnos en aguas lejanas y nos vimos obligados a navegar más cerca de la costa por miedo a ser detenidos o a lo que China nos hiciera.
Pamalakaya pidió la “desmilitarización” de Filipinas Occidental, al exigir la expulsión de los barcos de la Guardia Costera china y el fin de los ejercicios militares filipino-estadounidenses. La organización señaló que a los pescadores se les impide salir al mar cada vez que las tropas estadounidenses y filipinas hacen ejercicios militares y navales cerca del mar de Filipinas Occidental.
Our fishing expedition attests that we can assert our territorial waters without relying on any foreign superpower, more so to provocative militaristic solutions.
Nuestra expedición de pesca demuestra que podemos hacer valer nuestras aguas territoriales sin depender de ninguna superpotencia extranjera, más aún de soluciones militaristas provocadoras.
Atin ang Pinas! US-CHINA Layas!
Demilitarize West Philippine Sea!Kabataan, makibaka para sa pambansang soberanya! Ipaglaban ang kabuhayan ng mangingisdang Pilipino!#AtinAngPinas pic.twitter.com/Sgupqak9Fr
— League of Filipino Students (@LFSPhilippines) May 30, 2024
Philippines is Ours! US-CHINA Out!
Demilitarize West Philippine Sea!Fellow Youth, fight for national sovereignty!
Defend the livelihood of Filipino fishers!#PhilippinesIsOurs
Esta es también una conmemoración por el Día Nacional de los Pescadores, que es mañana, 31 de mayo.
Filipinas es nuestra, ¡Estados Unidos y China lejos!
¡Desmilitaricen el Mar de Filipinas Occidental!
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¡Filipinas es nuestra! ¡Fuera ESTADOS UNIDOS-CHINA!
¡Desmilitaricen el mar de Filipinas Occidental!Jóvenes, ¡luchen por la soberanía nacional!
¡Defiendan el sustento de los pescadores filipinos!Filipinas es nuestra.
La misión náutica contó con el apoyo de jóvenes voluntarios y legisladores activistas de Manila. Una legisladora del partido Gabriela, que representa al sector femenino en la Cámara de Representantes, condenó las “tácticas intimidatorias y las reclamaciones ilícitas” de China, al tiempo que reprochó al Gobierno filipino por no proteger a los pescadores locales del “implacable acoso de las fuerzas marítimas chinas”.
El testimonio de los pescadores locales y de la propia misión náutica refutó la reclamación hecha en un comentario de Xinhua de que el acto de ignorar deliberadamente las órdenes de China es una “provocación” que está “impulsado por ambiciones irrazonables”.
Mientras tanto, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, defendió la orden de detener a los “intrusos”.
The regulations are rolled out by China Coast Guard to standardize the administrative law-enforcement procedures of Coast Guard agencies and better uphold order at sea. It is consistent with universal practices. Individuals and entities have no need for concern as long as they have not done anything illicit.
Las normativas han sido implementadas por la Guardia Costera de China para regularizar los procedimientos administrativos de aplicación de la ley de los organismos de la Guardia Costera y mantener de mejor forma el orden en el mar. Es coherente con las prácticas universales. Las personas y las entidades no tienen por qué preocuparse pues no han hecho nada ilícito.