Taiwán mantiene vivo el recuerdo de la masacre de Tiananmén de 1989 en Pekín

Cuadro de Lumli Lumping expuesto en el monumento a Chiang Kai-shek de Taipéi con motivo de los 35 años de la masacre del 4 de junio de 1989 en la plaza de Tiananmén de Pekín. Fotografía de Filip Noubel, utilizada con autorización.

Este año se conmemoran 35 años de la masacre de trabajadores y estudiantes en Tiananmén, el 4 de junio de 1989. Los manifestantes exigían una sociedad más democrática e igualitaria, pero la brutalidad que se suscitó no solo conmocionó a Pekín, sino a toda China. Actualmente, Taiwán es la única sociedad de habla china en la que se pueden conmemorar públicamente los sucesos, ya que Hong Kong ha prohibido cualquier acto público relacionado con el incidente.

Los acontecimientos de 1989 que culminaron con la ocupación de Tiananmén, en el centro de Pekín, por trabajadores, estudiantes, académicos e intelectuales se conoce como el 4 de junio (六四 — que literalmente significa 6.4., es decir, 4 de junio). En aquel entonces, Deng Xiaoping tomó la decisión de aplastar el movimiento prodemocrático, y envió tropas y tanques para sofocarlo, lo que causó cientos de muertes. No se conocen las cifras exactas, ya que Pekín impuso una prohibición total de hablar sobre ese día y se niega a reconocer que utilizó la violencia de Estado para matar, mutilar, encarcelar y detener a sus ciudadanos. En China, cualquiera que actualmente mencione el 6.4. —incluida cualquier alusión creativamente disfrazada como 5.35 (como en mayo 35=4 de junio)– en público o en las redes sociales es detenido, interrogado y puede terminar en prisión, mientras que cualquier referencia en línea termina borrada inmediatamente, y a los propietarios de las cuentas también se les investiga y sanciona.

Hong Kong pudo celebrar una gran conmemoración en el parque Victoria hasta 2020, con grandes aglomeraciones que atrajeron a decenas de miles de personas.

Esto deja a Taiwán como el único país y sociedad de habla china que puede conmemorar el 4 de junio. En Taipéi, el acto suele celebrarse frente al monumento a Chiang Kai-shek en el centro de la ciudad, donde la gente se reúne cada 4 de junio para una vigilia que incluye representaciones artísticas y testimonios directamente de quienes participaron ese 4 de junio y ahora viven en el exilio. Activistas chinos y de todo el mundo mantienen vivo el recuerdo y documentan e investigan sobre este día para aportar pruebas del uso de la violencia de Estado por parte de China.

La tarde del 4 de junio de 2024, se reunieron alrededor de 2000 personas, con una notable presencia de hongkoneses, algunos de los cuales se han trasladado a Taiwán en busca de protección por su activismo político y en favor de los derechos humanos, y otros que pertenecen a la comunidad mundial de Hong Kong en el extranjero.

Exposición en la vigilia del 4 de junio en Taipéi. Los números se refieren al 4 de junio de 1989. Fotografía de Filip Noubel, utilizada con autorización.

El 4 de junio no es solo un día para honrar los derechos humanos y la libertad de expresión, es también un singular espacio emotivo e intelectual en el que personas con distintas identidades pero que hablan chino: hongkoneses, chinos continentales, taiwaneses, chinos del Sudeste Asiático y los chinos en el extranjero encuentran un terreno común, ya que comparten los mismos valores y desean que todas las sociedades de habla china sean libres y demócratas.

Global Voices habló con tres asistentes a la vigilia del 4 de junio en Taipéi.

Loretta Lau es artista de Hong Kong que practica artivismo y, luego de mudarse a Praga en 2018, creó su ONG sin fines de lucro, DEI.

Le cuenta a Global Voices:

To best preserve the memory of the Tiananmen tragedy for future generations among all Sinophone communities, including those in exile and overseas, we must wholeheartedly support Taiwan's democracy.

Taiwan is now the last Sinophone society where we can publicly commemorate this significant, significant event, making it a crucial haven for historical truth and remembrance. Supporting Taiwan's autonomy is essential. If we lose this, we lose our last place to openly speak the true history of the oppressed. This year, when the New School for Democracy asked me to curate the exhibition and guided imagery session, I immediately agreed. I reached out to Hong Kong artists living overseas to join the exhibition.

For many of us, participating in this event is incredibly important. Our art and voices, which can no longer be seen or heard in Hong Kong, found a platform here. Some Hongkongers, despite living just a two-hour flight away, managed to participate last night. This means so much to the Hong Kong diaspora. Making real, personal connections with people still in Hong Kong is invaluable. It shows that even under brutal regimes, people care and remember, even if they can't openly raise their voices. By supporting Taiwan's democracy and fostering these connections, we ensure that the memory of the Tiananmen tragedy lives on and that the voices of the oppressed are heard.

Para preservar mejor el recuerdo de la tragedia de Tiananmén de cara a las futuras generaciones de todas las comunidades sinófonas, incluidas las del exilio y el extranjero, debemos apoyar incondicionalmente la democracia de Taiwán.

Taiwán es ahora la última sociedad sinófona en la que podemos conmemorar públicamente este importante y significativo acontecimiento, lo que la convierte en un refugio crucial para la verdad y el recuerdo históricos. Apoyar la autonomía de Taiwán es esencial. Si perdemos esto, perderemos nuestro último lugar para hablar abiertamente de la verdadera historia de los oprimidos. Este año, cuando la New School for Democracy me pidió que administrara la exposición y la sesión de imágenes guiadas, acepté inmediatamente. Me puse en contacto con artistas de Hong Kong que viven en el extranjero para que participaran en la exposición.

Para muchos. participar en este evento es increíblemente importante. nuestro arte y nuestras voces, que ya no pueden verse ni oírse en Hong Kong, encuentran una plataforma aquí. Algunos hongkoneses, a pesar de vivir a dos horas de vuelo, anoche pudieron participar. Esto significa mucho para los hongkoneses que viven fuera de la región. Establecer contactos reales y personales con personas que aún viven en Hong Kong tiene un valor incalculable. Demuestra que, incluso bajo regímenes brutales, la gente se preocupa y recuerda, aunque no puedan alzar la voz abiertamente. Apoyando la democracia de Taiwán y fomentando estos contactos, nos aseguramos de que la memoria de la tragedia de Tiananmén siga viva y de que se escuchen las voces de los oprimidos.

Famosa foto del 4 de junio exhibida en la vigilia de Taipéi. Los organizadores permitieron que se hicieran ofrendas de flores y velas para conmemorar el acontecimiento. Fotografía de Filip Noubel, utilizada con autorización.

Otra figura importante que codirigió el acto fue Kacey Wong (黃國才), artista contemporánea de Hong Kong que se mudó permanentemente a Taiwán en 2021 y una de las principales protagonistas de la protesta. Wong habló en cantonés, en honor a la presencia de muchos hongkoneses en el acto, algunos con máscaras para proteger su identidad, incluso en Taiwán. Wong expresa sus opiniones a Global Voices:

I think the best way to interpret 1989 June 4th massacre is to understand it didn’t end on the date of June 4, but to understand it as it is still ongoing. In 1989 a lot of innocent people yearning for freedom and democracy were brutally murdered by CCP authoritarian government. The CCP continues to suppressed other places such as first Tibet, then East Turkestan, Hong Kong and now moving to Taiwan. The mature way to understand the geo political situation is to realise this is a war of freedom and democracy versus authoritarian terror. Instead of minding our own business and burying our heads into the sand, blindly pretending it will not come to our land if we behave, is to realise this is a war between David and Goliath of the East, except there will be lots of Davids in this case, and together we will win.

Creo que la mejor manera de interpretar la masacre del 4 de junio de 1989 es entender que no termino en esa fecha, sino que aún continúa. En 1989, muchas personas inocentes que anhelaban la libertad y la democracia fueron brutalmente asesinadas por el autoritario gobierno del Partido Comunista Chino. Este partido continúa reprimiendo otros lugares, primero el Tíbet, luego Turkestán Oriental, Hong Kong y ahora pasa a Taiwán. La forma sensata de entender la situación geopolítica es comprender que se trata de una guerra de libertad y democracia contra el terror autoritario. En lugar de ocuparnos de nuestros propios asuntos y enterrar la cabeza en la arena, pretendiendo ciegamente que no llegará a nuestra tierra si nos comportamos bien, debemos comprender que esta es una guerra entre David y Goliat de Oriente, salvo que en este caso habrá muchos Davids, y juntos ganaremos.

Otra periodista e intelectual pública presente es Vivian Wu (吳薇), veterana editora con 20 años de experiencia en la BBC, el South China Morning Post, Inititum (端傳媒) y que recientemente ha fundado una plataforma global independiente de medios sinófonos, Dasheng Media (大聲) en Nueva York, donde tiene su sede. Nos cuenta:

It's emotional to see Taiwan become the last place where overseas Chinese can openly chant for democracy, commemorate June 4th, and come together to discuss their pains and bitter memories. Having covered the Victoria Park vigil in Hong Kong for years, it's disheartening to know that such commemorations are now criminalized there after the national security law was enacted. Joint memory is formed through open and honest dialogue, something the Chinese people deeply lack. Taiwan has its own agenda on every social issue, and I'm glad to see it becoming a more steadfast fortress that safeguards values like democracy, humanitarianism, and freedom.

Emociona ver cómo Taiwán se convierte en el último lugar donde chinos del extranjero pueden cantar abiertamente por la democracia, conmemorar el 4 de junio y reunirse para hablar de sus penas y amargos recuerdos. Después de haber cubierto durante años la vigilia del parque Victoria en Hong Kong, es desalentador saber que este tipo de conmemoraciones están ahora penalizadas allí tras la promulgación de la ley de seguridad nacional. La memoria conjunta se forma a través del diálogo abierto y honesto, algo que el pueblo chino no tiene. Taiwán tiene su propio plan en todas las cuestiones sociales, y me alegra ver que se está convirtiendo en una fortaleza más firme que salvaguarda valores como la democracia, el humanitarismo y la libertad.

En esta serie de YouTube (con subtítulos en español disponibles), entrevista a Wu Renhua (吴仁华), uno de los principales oradores e investigadores de la memoria del 4 de junio, que también estuvo presente en Taipéi:

C.-J. Anderson-Wu, poeta, traductor y editor taiwanés, autor de una colección de relatos cortos sobre los años de la dictadura taiwanesa titulada Terror Blanco, da una respuesta breve:

因為香港的問題,六四對台灣人而言更嚴重。現在兩岸三地只剩台灣可以公開祭弔六四。我曾寫過一首關於周幸彤的詩。

Debido a la situación en Hong Kong, el 4 de junio se está convirtiendo en un tema aún más importante para los taiwaneses. Ahora, entre los lugares a ambos lados del estrecho de Taiwán, solo Taiwán puede conmemorarlo públicamente. Una vez escribí un poema sobre el abogado y activista de Hong Kong Chow Hang-tung.

El poema que escribió en inglés, ​»No existe vigilia ilegal», incluye los siguientes versos:

No one is free to express
even lighting a candle for the deceased
even trying to remind the authorities that
June Fourth is still on the calendar every year

I plead not guilty because I guard the memory
I have no intention to subvert your power
If your power is shaken by what people
are still able to remember
it is your fault, not my guilt

Nadie es libre de expresar
ni de encender una vela por el difunto
ni siquiera intentar recordar a las autoridades que
el 4 de junio sigue en el calendario cada año

Me declaro inocente porque guardo la memoria
no tengo intención de subvertir su poder.
Si tu poder se tambalea por lo que la gente
todavía puede recordar
es culpa tuya, no mía.

Aquí hay otra obra de arte expuesta en el monumento a Chiang Kai-shek

Imagen de la pintura de Missy Hyper que conmemora el 4 de junio en el monumento a Chiang Kai-shek en Taipéi. Fotografía de Filip noubel, utilizada con autorización.

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