
Preparación de té en las montañas Sra Khula, Quetta, Pakistán. Imagen de Izharkasi vía Wikipedia (CC BY-SA 4.0 DEED).
En Pakistán, no hay temporada de té, sino que se toma té bien caliente incluso para solo pasar el rato. En los últimos años, han aparecido puestos de té de Quetta en los centros urbanos, lo que ha atraído clientes de todas las edades para que disfruten una taza en cualquier momento del día. En su mayoría son hombres y muchachos a quienes se ve sentados hasta tarde por la noche en estos puestos a disfrutar del tiempo con amigos y familia. La mejor parte es que el té de Quetta es mucho más barato que otras cafeterías y restaurantes donde sirven té chai.
Historia de los puestos de té de Quetta
En los últimos años, los puestos de té de Quetta han ganado fama por su vasta cultura del té y por la hospitalidad de la gente de Baluchistán. Son acogedores lugares de reunión para hombres jóvenes que también tienen una zona especial para familias, pero difícilmente se ve a mujeres solas o en grupo sentadas en estos puestos. Si una mujer visita el lugar, los hombres mayores no le hablan por motivos culturales. En cambio, para tomar su pedido, envían a muchachos jóvenes que trabajan en la tienda. Los hombres se juntan en estos lados para discutir sus planes para un negocio tecnológico, tener reuniones de negocios pequeñas e informales o solo desahogarse y relajarse después del trabajo. También existe una leyenda urbana: el té de Quetta contiene opio y uno se vuelve adicto a su rica textura, su dulzura y su aroma, lo que cautiva eternamente.
Baluchistán es la mayor provincia de Pakistán, y según el informe del censo de 2023, tiene una población de 14 894 402 habitantes. Además tiene una diversidad étnica que incluye a los hazara, los pastunes y los balunchíes, además de otras culturas. Durante años, Baluchistán ha sufrido económica y políticamente, sequías incluidas, y ha sido víctima del terrorismo, lo que ha forzado migraciones a diferentes provincias del país. Según un documento de trabajo del Instituto de Economía del Desarrollo de Pakistán (PIDE, por su nombre en inglés), las personas empezaron a migrar desde la provincia hacia otros centros urbanos en diferentes partes del país, en especial a Rawalpindi e Islamabad: ciudades gemelas de la capital. Allí comenzaron a instalar puestos de té, como sucedió con los dhabas y con las cafeterías.
Pese a las dificultades mencionadas, el mercado de puestos de té está saturado, lo que deja a los hombres pastunes sin más opción que migrar. Con el tiempo, también llevaron a sus familiares y amigos. Para sostenerse en una economía circular, cada uno toma turnos para trabajar en el puesto de té por seis meses en verano e invierno, lo que los mantiene unidos a la familia.
Es fascinante observar que los puestos están distribuidos estratégicamente por ciudades pequeñas y por centros urbanos concurridos de las provincias de Punyab y Sind, cada una con su dinámica cultural única. En Punyab, pese a que hay situaciones de discriminación racial, hay un notable sentido de unión y cooperación entre las personas cuando se trata de asuntos de negocios. La comunidad de negocios en Punyab parece trascender las divisiones étnicas, de modo que se concentran más en el interés y crecimiento económico mutuo.
Por el contrario, la situación en Sind es muy diferente, la presencia de los puestos ha generado gran polémica, en especial en las regiones interiores. Los nacionalistas locales de Sind no han sido muy amables, pues perciben la afluencia de estos operadores de negocios como una amenaza al equilibrio étnico de su sociedad. El resultado de esto han sido tensiones, en que grupos locales frecuentemente intentan resistirse a los nuevos negociantes. Esa resistencia aparece por temores y recelos profundamente arraigados a los cambios culturales y demográficos, lo que lleva a un constante estado de inquietud y hostilidad descrito metafóricamente como una tormenta en una taza de té. La resistencia destaca la compleja interacción entre los problemas étnicos y culturales que influyen significativamente en la operación de negocios y la integración social dentro de la región.
De otro lado, en la provincia de Jáiber Pastunjuá, no hay tantos puestos de té de Quetta, ya que tienen sus propios puestos de té de Swat.
Té preparado contra té de Quetta
Crecí tomando fuerte té preparado al que se le agregaba leche, luego cambié al té en bolsita para ahorrar tiempo. El té de Quetta, que se sirve en tazas pequeñas o en vasos, nunca me atrajo especialmente por preocupaciones higiénicas, ya que habitualmente enjuagan las tazas dentro de una tina y las dejan a la intemperie. Sin embargo, como dice la gente: hay que probar una vez para saber lo que te pierdes. Este té con cuerpo lechoso, pero grueso, cargado de un aroma a cardamomo, hace maravillas en un día largo y agotador. En los puestos además ofrecen kahwah, también conocido como “té verde”, que se prepara con diferentes hierbas y especias y se sirve con panela. Otra característica interesante es la cocina que usan para hacer el té: es una lámina con agujeros que tiene quemadores por debajo. Encima se pone una jarra para preparar el té.
Todos los puestos de té de Quetta tienen nombres diferentes, pero uno en particular que visité tiene el nombre de su marca, “Quetta Chai Paratha”, en un letrero verde para que nadie pueda copiarlo. El dueño tiene varios locales por Lahore donde ofrecen té y paratha las 24 horas del día.
Cómo preparar té de Quetta
Se hierve agua y se agrega cardamomo según la cantidad de tazas que se sirvan. Cuando el agua haya hervido, se agregan hojas de té y se deja hervir por dos minutos más. Luego, se agrega leche y azúcar moreno, y se hierve a fuego lento por cinco minutos más. Cuando esté listo, se filtra el té y a disfrutar.
Nota: Los pasos pueden variar de persona a persona. Hay gente que agrega primero la leche y luego las hojas de té o que agrega la leche y las hojas de té al mismo tiempo.
En este video de YouTube de Kun Foods, se explica el proceso (en urdu):
Los puestos de té también se conocen por ofrecer los mejores parathas (pan plano que se prepara con aceite suave). A veces, los parathas tienen un relleno de papas o de carne picada.
Por nuestros estilos de vida y horarios de trabajo variables, la comida se necesita a disposición en todo momento. Cuando todo está cerrado a mitad de la noche o durante un viaje a través de zonas rurales o ciudades pequeñas, los puestos de té de Quetta son una salvación. ¡Nunca se puede ir a la cama con hambre, ni viajar con el estómago vacío!